Algunas Acciones para Desestabilizar al Régimen
El cemento que une los diferentes elementos que constituyen a la dictadura son los beneficios que se obtienen por estar asociado a ella. La ideología se debilitó como elemento aglutinante desde el momento que el régimen traicionaba principios y valores y expectativas de sus seguidores a cambio de los beneficios que obtenía de las alianzas y pactos. Por tanto, en la medida que el beneficio de estar asociado a la dictadura disminuye, en la misma proporción se reduce el apoyo al régimen.
Estar asociado al poder siempre ha sido una carta de presentación. Ser identificado como miembro de un partido gobernante, grupo económico o social abre puertas y facilita negociaciones y negocios. Sin embargo, la carta de presentación es beneficiosa cuando se presenta en un ámbito donde se comparten valores y principios. Por ejemplo, estar asociado a un capo de la droga solo es útil en un medio mafioso. Igualmente, estar asociado a un gobierno criminal y corrupto limita las opciones.
Por lo anterior, hay que concentrar esfuerzos en identificar y documentar las actividades de la organizaciones e individuos que integran la infraestructura de la dictadura y de qué manera se han aprovechado de esta asociación, de qué forma opera el apoyo, que ventajas le trae a ellos, sus familias o sus socios. Esta información debe darse a conocer ampliamente a la población por medio de las redes sociales y en artículos en medios del exterior. Convertir en vergüenza el orgullo de pertenecer o estar asociado al poder dictatorial.
Una de las sanciones institucionales internacionales más importantes es la declaración del FSLN y sus organizaciones satélite como una organización criminal y terrorista responsable de crímenes de lesa humanidad. Esto limitaría las pretensiones electorales, el apoyo internacional de partidos afines y, sobre todo, afectaría la moral de sus bases. Adicionalmente, la aplicación de sanciones económicas internacionales limitaría su capacidad de operación interna, entre estos, el pago a paramilitares y otras estructuras represivas.
Si bien, las sanciones sociales afectan a los individuos y sus familias, las sanciones económicas pueden ser perjudiciales, sobre todo en los casos en los que el sujeto sancionado tenga intereses en el exterior. Por esta razón, la gestión para que tanto los Estados Unidos, Canadá y la Unión Europea apliquen sanciones a individuos es esencial para debilitar el apoyo interno al régimen. Los principales candidatos para dichas sanciones son los magistrados de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), Consejo Supremo Electoral (CSE), Estado Mayor del Ejército, Contraloría de la República y Jueces de lo Penal, Forenses y Fiscales involucrados en los juicios amañados a perseguidos políticos.
Por otra parte, es necesario continuar y profundizar la acción de denuncia a nivel internacional, poniendo énfasis en el retiro temporal de Nicaragua del Acuerdo de Asociación con la Unión Europea, ADA con la UE, y el DR CAFTA, la aplicación de la Carta Democrática de la OEA, la Nica-Act y la denuncia ante los tribunales adecuados de los crímenes de “lesa humanidad” cometidos por el régimen. Esto afectará a los allegados y
aquellos que se sienten “cómodos” con el régimen, se perderán muchos empleos, pero los efectos económicos sobre la dictadura la van a desestabilizar.
La dictadura será derrocada cuando sus contradicciones internas, frente a la presión coordinada de la población en el interior y el exilio, la hagan implosionar y las fuerzas organizadas de la resistencia a la dictadura sean capaces de aprovechar el momento y tomar el poder. Es decir, se derrumben o debiliten los nexos que mantienen unidos los diferentes elementos que conforma la dictadura: los ORMU y sus operadores políticos, las fuerzas represivas, las cabezas de los diferentes poderes del Estado e instituciones de gobierno, los poderes locales, los sectores religiosos afines y los grupos económicos comprometidos con la dictadura.
Llegado el momento anterior, como el Ave Fénix, la dictadura intentará recomponerse, aunque con nuevos individuos a la cabeza, por lo que es necesario crear una fuerza popular democrática que lo impida. Por esto, es fundamental la organización de la población en células de estudio y acción que compartan la visión de la construcción de una república democrática, con derechos para todos y privilegios para nadie a partir de una nueva constitución centrada en la dispersión del poder, la justicia y el respeto a los derechos humanos.