¿Cuál debe ser la lucha del pueblo nicaragüense?

Felipe León
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No es con elecciones adelantadas y bajo control de la dictadura que se logrará la libertad, democracia y justicia en el país.

Eso es una mediatización de la lucha, de lo que se trata es de profundizar la crisis del régimen tanto interna como internacionalmente, y por ello es imprescindible la conclusión y presentación de la estrategia y el programa para la liberación de Nicaragua.

Si bien es cierto no es con documentos y declaratorias que se logrará el triunfo pero recordando un texto leninista (espero que esto no les moleste pero es cierto) que dice: “sin teoría revolucionaria no hay práctica revolucionaria”, y que no les asuste el término “revolucionaria” pues se trata de un cambio profundo y radical el que se tiene que producir en la sociedad, que se ha infectado de una práctica y fraseología seudo-revolucionaria, anacrónica, falsa, mentirosa y dañina, el danielismo debe ser extirpado del cuerpo social.

Foto: Evelyn Flores

Está suficientemente demostrada su naturaleza perversa, criminal y antidemocrática, capaz de recurrir al asesinato de civiles desarmados y de las peores torturas, acoso, presión, hostigamiento, encarcelamiento ilegal por fabricación de cargos, desapariciones, allanamientos ilegales, en fin, todas las actitudes que son condenables por la humanidad entera y por el actual derecho internacional y la salvaguarda de los derechos humanos.

Es una organización político-militar que debe ser proscrita y prohibida su existencia en la vida política del país, porque representan los más bajos y rastreros anti-valores. No puede pensarse siquiera en unas elecciones ni adelantadas ni posteriores con esa pandilla de criminales y corruptos que lo único que quieren es seguir entorpeciendo el desarrollo de Nicaragua, seguir con la corrupción y consolidar sus capitales mal habidos al amparo del poder.

Se tiene que trabajar para sacarlos del poder, arrinconarlos, utilizando sus flancos más débiles para lograr que dimitan, sin tener que pagar otra cuota muy alta en vidas y sangre de la juventud nicaragüense.

Hace 40 años, la posición de la OEA fue beligerante y ayudó mucho para el desconocimiento internacional de la dictadura somocista y el papel de Jimmy Cárter, presidente norteamericano, con su política de respeto a los derechos humanos, fueron un gran soporte para el aislamiento del régimen de entonces.

Hay jurisprudencia internacional y nacional que respaldaron la conformación  de la Junta de Gobierno de Reconstrucción Nacional (JGRN), y ahora se puede hacer lo mismo para preparar las condiciones ante la salida de la pareja Ortega-Murillo y todos sus cómplices.

Nicaragua necesita concluir un proceso que inició con la caída de la dictadura somocista y que hoy cuatro décadas después siguen siendo tareas pendientes con la construcción de un régimen político diferente sin caudillos endiosados, sin magníficas ni carnés partidarios, sin corrupción, sin justicia prebendaria, sin saqueo del Estado.

El programa de la JGRN se centraba entonces en los siguientes postulados: Economía Mixta, Pluralismo Político y No alineamiento. Y estos no se cumplieron en nada, porque el FSLN bajo el argumento de la agresión imperialista de los Estados Unidos de Norteamérica, hizo todo lo contrario: estatizó la economía, proscribió a los partidos políticos (aunque hubo farsa electoral en 1984) y se alineó a la URSS, Libia y a Cuba.

Se apoderó de la revolución y no cumplió absolutamente nada de ese programa que hoy en esta nueva etapa de la historia nacional hay obligación de retomar con las correspondientes adecuaciones y ofrecer a los sectores en lucha contra la nueva dictadura una estrategia y un programa que recoja las auténticas demandas populares de transformación e impedir que sectores interesados en mediatizar las aspiraciones auténticas engañen nuevamente con arreglos o componendas que permitan un “danielismo sin Daniel”.

Se impone una salida que pueda evitar el retorno a lo que no se desea que vuelva a suceder en la política nicaragüense.

30 de agosto de 2019.

Nicaragua.