Cuba: Carta en solidaridad con el Movimiento San Isidro
Reproducimos el documento publicado el 24 de noviembre de 2020 en la revista Hypermedia Magazine, una carta firmada por artistas, académicos y otros intelectuales de numerosos países [Cuba, México, Argentina, Austria, Canadá, Colombia, Chile, Costa Rica, España, Venezuela, Brasil, Nicaragua, Ecuador, Guatemala, Uruguay, Gran Bretaña, Perú, Estados Unidos, etc.] en apoyo a los miembros del Movimiento San Isidro, una iniciativa de artistas residentes en Cuba cuya misión declarada es ser “movimiento de vanguardia con incidencia en la protección, promoción y defensa de los derechos civiles y culturales en la Cuba presente y futura.”
Desde el pasado 18 de noviembre 9 integrantes (artistas, activistas, científicos) del Movimiento San Isidro (MSI) comenzaron una huelga de hambre y sed en La Habana, Cuba, para pedir la liberación del músico Denis Solís, condenado a 8 meses de prisión sin cargos legales en un juicio sumario por el delito de Desacato a las autoridades.
El Movimiento San Isidro, creado por un conjunto de artistas, entre ellos Luis Manuel Otero Alcántara, ha estado enfocado en la lectura de poesía, performance, intervenciones en el espacio público y el trabajo con la comunidad. Su sede se encuentra en la residencia de Luis Manuel, ubicada en San Isidro, un barrio mayoritariamente negro y empobrecido de La Habana Vieja. Sin embargo, sus miembros han sido perseguidos y encarcelados continuamente, se les ha restringido la movilidad nacional e internacional y además se les han fabricado causas en torno a delitos inexistentes.
El 9 de noviembre ante la detención arbitraria del músico Denis Solís, los miembros del MSI decidieron citarse frente a una estación de policía de La Habana Vieja con el propósito de leer poesía para exigir su libertad. Allí fueron detenidos de forma violenta durante varias horas y dos de ellos, por más de 72 horas. Ante la imposibilidad de diálogo pacífico con las autoridades (Ministerio del Interior), decidieron congregarse en la sede del movimiento para juntos leer poesía y pedir la liberación de Denis Solís. Luego de dos días de lecturas pacíficas con vigilancia permanente de la Seguridad del Estado, la policía interceptó a la vecina que llevaba regularmente los alimentos a la sede del movimiento, quitándole las provisiones y cortaron de esta forma toda fuente de sobrevivencia del MSI para permanecer en protesta. Ante estos hechos, 9 de sus miembros decidieron entrar en huelga de hambre y en huelga de hambre y sed por dos razones: primero, porque era la forma de sostener la protesta pacífica dentro de la sede del movimiento, segundo porque de este modo alguno de ellos como Omara Ruiz Urquiola, enferma de cáncer, podría continuar alimentándose con las pocas provisiones con las que contaban. Además, el 19 de noviembre, fue lanzado ácido a la fuente de agua de la sede del movimiento. Ese mismo día, los huelguistas decidieron sumar a su pedido de libertad para Denis Solís, el cierre de nuevas tiendas abiertas por el Gobierno durante la Pandemia en las que solo es posible pagar en dólares, moneda que no circula en el país.
El 21 de noviembre, ante la imposibilidad de diálogo con las autoridades, Luis Manuel Otero luego de tres días de huelga de hambre y sed, convocó a una manifestación pacífica en los parques centrales de cada provincia. Como consecuencia, ese mismo día en la noche fueron atacados en la sede del MSI por un sujeto que agredió a Luis Manuel y después lanzó botellas de cristal hacia el interior del recinto poniendo en peligro sus vidas. El 22 de noviembre fueron detenidas 16 personas que intentaron hacer presencia pública en las plazas. Hasta el momento se encuentran en huelga de hambre: Luis Manuel Otero (artista y activista), Maykel Castillo (músico y activista), Esteban Rodríguez (reportero), Osmani Pardo Guerra (activista), Oscar Casanella (bioquímico), Iliana Hernández (periodista) y Katherine Bisquet (poeta). Los dos primeros, también en huelga de sed.
Es muy importante recalcar que todas las acciones realizadas por los miembros del MSI, y de quienes los apoyan, han sido completamente pacíficas. Ellos reclaman la libertad de Denis Solís y esto implica la posibilidad de expresarse sin miedo a ser asediados, encarcelados e incomunicados.
Ante la magnitud y gravedad de estos sucesos, expresamos nuestra solidaridad con el MSI y le pedimos al Gobierno cubano que libere al músico Denis Solís y que acceda así a establecer un diálogo pacífico con el MSI y escuche sus demandas. No dejemos que estas personas mueran. Nuestro llamado es a defender la vida por sobre todas las cosas y a respetar el derecho a la libre expresión, apelando a valores de solidaridad y humanidad.