El comunicado de la OEA: hora de la verdad para la oposición
Carlos A. Lucas A.
El 4 de marzo de 2021 la Secretaría General de la OEA emitió un comunicado que detalla su “condena”, “exigencia” y “exhortación” al régimen sandinista, en algunos puntos de alta sensibilidad para el pueblo nicaragüense. Al margen que sea un indicativo de lo avanzado de las negociaciones “secretas” en el triángulo Estados Unidos/Dictadura/Empresarios (con la mediación de Almagro) es importante que la OEA afirme públicamente que “El Gobierno de Nicaragua debe permitir que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) regrese al país para informar sobre la situación actual de Derechos Humanos”.
¿Cómo reaccionar ante este anuncio?
Aunque llega con un par de años de retraso, hay que aplaudirlo, y no solo aplaudirlo, sino exigirle a la OEA que establezca plazos, los más cortos y urgentes posibles, de cumplimiento de este llamado de su Secretaría General.
Que exija que se lleve a la práctica, que se programe de inmediato su puesta en marcha, que se creen las condiciones para el retorno pronto y urgente de la CIDH a Nicaragua.
De la misma manera, hay que aplaudir, celebrar, exigir que la OEA imponga al régimen sandinista en Nicaragua un cronograma de aplicación de este otro señalamiento del Secretario Almagro: “La Secretaría General reitera la exigencia de la liberación inmediata de todos los presos políticos, y exhorta a que cese el hostigamiento y persecución para asegurar un proceso de elecciones libres, justas y transparentes”.
La oposición tiene ahora una oportunidad clara [y un reto que no pueden esconder] de construir su tan mentada “unidad nacional” alrededor de estos puntos:
- Regreso de la CIDH para el monitoreo y registro de violaciones a los DDHH, desde abril 2018 al menos, por parte del régimen.
- Liberación inmediata, física, jurídica y penal de más de 300 personas (no 100 como dice Almagro, seguramente por un acuerdo con Ortega).
- Cese de la represión, el hostigamiento y persecución de parte del ejército, la guardia y el sicariato partidista del FSLN a la población, a los activistas, líderes, representantes y dirigentes de organizaciones y partidos políticos.
- Por derivación de lo anterior, debe acordarse con la OEA, un Programa Nacional de Repatriación segura, financiada y protegida, además de coordinada, certificada y garantizada por la OEA, para un techo de cerca de 100 mil exiliados y refugiados políticos, empezando por el exilio en Costa Rica, otros países centroamericanos y resto del mundo.
- Con estos puntos de la OEA realizados, es correcto valorar la posibilidad y necesidad de elecciones, pero SIN CANDIDATOS PRESIDENCIALES NI DE DIPUTADOS de personas del régimen que estén involucradas ya sea como responsables de las órdenes represivas o su parte operativa, contra el pueblo, al menos desde 2018.
- Para prevenir que estas condiciones no se hayan ejecutado o no estén en vías de franca ejecución en un plazo máximo de 15 días, de parte del régimen, la oposición debe declarar YA que, en ese caso, ordenará de manera UNITARIA, como la primera tarea nacional conjunta, el boicot absoluto a las elecciones DE y CON los Ortega Murillo y FSLN.