El Mundo, por Oscar René Vargas, 20 de junio del 2022
Colombia
Con el 100% de las mesas escrutadas, Gustavo Petro se ha impuesto con el 50,44% de los votos, frente al 47,34% de Rodolfo Hernández, una diferencia de 700,603 votos. De 8.5 millones que obtuvo en la primera vuelta, Petro remontó a 11.2 millones; mientras que Hernández bajó de 11.4 millones, que obtuvieron todos los candidatos de la derecha en la primera vuelta, a 10.5 millones de votos. La victoria de Petro confirma el deseo de cambio de los colombianos, que pasaron página a décadas de gobiernos conservadores.
Gustavo Petro se ha convertido el primer presidente de izquierda de la historia del país. Llega de la mano de Francia Márquez, la primera vicepresidenta negra. Petro se presentaba por tercera vez a presidir un país manejado siempre por la élite conservadora, que ha intentado de nuevo frenar su ascenso, pero el deseo de cambio ha sido mayor. Una Colombia claramente dividida se adentrará en una nueva era política sin un gobierno de los partidos tradicionales. En el Congreso, Petro cuenta con una importante bancada, pero sin asegurar mayorías. De la mano de Petro, Colombia también se sube al tren de gobernantes progresistas en América Latina.
El progresismo triunfó tras las masivas protestas de 2019, 2020 y 2021, cuando los jóvenes que exigían más oportunidades de estudio y empleos fueron reprimidos. Entonces las calles ya reflejaban un malestar profundo a raíz de la enorme brecha entre ricos y pobres. Petro deberá vencer la resistencia de sectores poderosos y de las fuerzas armadas.
Petro se propone robustecer al Estado, transformar el sistema de salud y de pensiones, y suspender la exploración petrolera para dar paso a energías limpias ante la crisis climática. También anunció que restablecerá relaciones con Venezuela, rotas desde 2019, implementará el acuerdo de paz de 2016 con las extintas FARC y dialogará con el Ejército de Liberación Nacional.
En su discurso para festejar su triunfo, tras destacar la gran participación de jóvenes y mujeres en la jornada electoral, señaló: “vamos a desarrollar el capitalismo y tener una economía popular que se pueda fortalecer a través de la conectividad, de la educación, del crédito barato”, y resaltó que el acuerdo nacional que propone “tiene que ver con reformas que se necesitan, con los derechos fundamentales que no pueden ser letra muerta”.
Francia
La coalición de Macron pierde 101 escaños (en la Asamblea Nacional anterior Macron tenía una mayoría absoluta de 345 sobre 577 diputados) para quedarse con 244 diputados. En segunda posición, con 127 escaños, obtuvo la Nueva Unión Popular Ecológica y Social (NUPES), la alianza de populistas de izquierdas, socialistas, ecologistas y comunistas liderada por Jean-Luc Mélenchon.
Además del descalabro de Macron y la irrupción de la alianza de izquierdas como primera fuerza opositora, la otra novedad de la noche electoral es el ascenso del Reagrupamiento Nacional (RN) de Marine Le Pen, que pasa de ocho diputados a 89.
Macron podría llegar a la mayoría absoluta con una alianza con la derecha moderada de Los Republicanos (LR). LR tendrá cerca de 64. “Seguiremos en la oposición”, avisó Christian Jacob, presidente de LR.
La Asamblea Nacional reflejará con mayor fidelidad el esquema tripartito —centro, alianza de izquierdas y extrema derecha— que ha dominado la política francesa desde 2017. Las voces antisistema se escucharán más y tendrán un peso mayor en la vida parlamentaria. Y el descontento social se reflejará en el hemiciclo. Si fracasa en el intento de formar mayorías, el presidente de la República tiene la posibilidad de disolver la Asamblea Nacional y convocar nuevas legislativas.
La nueva legislatura, la décimo sexta, se inaugurará oficialmente el 28 de junio con la elección del presidente de la Asamblea Nacional y la formación de los grupos parlamentarios. Entretanto, Macron posiblemente deba remodelar el Gobierno formado en mayo tras las presidenciales.
Estados Unidos
La Campaña de los Pobres, con presencia organizativa en 45 de los 50 estados, se lanzó como la continuación del trabajo de Martin Luther King en 2018 y ahora cuenta con una red de más de 250 organizaciones aliadas. El reverendo William Barber, co-presidente de la Campaña de los Pobres, reiteró que, en EE. UU., unos 140 millones –casi la mitad de la población– viven en o al borde de la pobreza, y comentó que se está creando un magno movimiento de los más afectados para transformar el país con una agenda de justicia económica, social y ambiental.
La Campaña de los Pobres afirma que “cualquier nación que ignora a casi la mitad de sus ciudadanos está en una crisis moral, económica y política”. Desde marzo de 2020, mientras cientos de miles de personas han fallecido, millones están al borde del hambre y de ser expulsados de sus hogares, e incluso sin seguro de salud o salarios dignos, la riqueza de los multimillonarios ha crecido en US$ 2 billones de dólares”. En EE. UU. se están matando unos a otros con armas militares que compra la gente en los supermercados, en los shopping malls. Es una sociedad enferma que está colapsando moral y éticamente desde dentro. No hay terroristas islámicos, el terrorismo viene de jóvenes que matan a sus colegas en la escuela.
En EE. UU., esta semana, se han producido dos fenómenos que no han pasado inadvertidos a los economistas. Uno: Wall Street entró en una senda bajista después de haber acumulado pérdidas superiores al 20% desde su pico del pasado 4 de febrero de 2022. Y dos: se invirtió la curva de intereses; es decir, los bonos a dos años rendían más que la deuda a diez años, lo cual indica el pesimismo a corto plazo.
En ambos casos, los analistas ven alertas de que viene una recesión. Casi más valor que esos dos signos tiene el consenso de los economistas y los empresarios. Y estos ya hablan de una recesión en 2023. El 70% de los economistas consultados en una encuesta de “Financial Times” así lo cree.
El gobierno Biden está revisando la eliminación de algunos aranceles a China y una posible pausa en el impuesto federal a la gasolina, cuando EE. UU. lucha por hacer frente al aumento de los precios del combustible y la consecuente inflación, declararon tanto la secretaria del Tesoro, Janet Yellen y la secretaria de Energía, Jennifer Granholm. Mientras, el ex secretario del Tesoro de EE. UU., Lawrence Summers, declaró a NBC News que “aunque todos los pronósticos económicos contienen incertidumbre, mi mejor conjetura es que se acerca una recesión.”
Sistema alimentario
Una docena de compañías claves, aliadas a unas 40 empresas medianas, dominan la cadena alimenticia mundial en cuya cúpula se encuentra el cártel de las seis trasnacionales de granos, donde destaca: Archer Daniels Midland (ADM); Bunge/Born; Cargill, y Dreyfus.
El editorialista George Monbiot del rotativo The Guardian, advierte que “nuestro sistema alimentario está a punto de colapsar como sucedió con los bancos en 2008”. Expone que los grupos científicos han alertado sobre la vulnerabilidad y fragilidad del sistema alimentario global. Monbiot piensa que, si bien es cierto que la “combinación de la pandemia y la invasión de Ucrania son factores importantes” en la etiología de la crisis alimentaria, en realidad, sólo “agravaron un problema subyacente”.
Monbiot devela que sólo cuatro trasnacionales controlan 90 por ciento del comercio global de granos, con base en una clásica investigación de OXFAM de hace 10 años: “Los Secretos de los Cereales: Los Máximos Mercaderes de Granos en el Mundo y la Agricultura Global”. Las mismas seis grandes trasnacionales forman parte de la compra de semillas, químicos, procesamiento, empaque, distribución y menudeo y demuestra cómo la “industria alimentaria se ha vuelto íntimamente acoplada al sector financiero” lo que hace a la industria alimentaria “más susceptible a quiebras en cascada”.
Vaticano
Tres hechos que dan oxígeno a la teoría de la posible renuncia del papa Francisco han coincidido en el tiempo. El Papa, de 85 años y cerca del décimo año de pontificado, arrastra un problema en la rodilla que le ha postrado en una silla de ruedas y obligado a cancelar un viaje a la República Democrática del Congo y a Sudán del Sur; además, ha convocado un gran consistorio para el mes de agosto (el octavo de su mandato para crear a 21 nuevos cardenales, de los cuales 16 podrán entrar en el cónclave que elija al siguiente pontífice) donde marcará definitivamente la personalidad de la mayoría de cardenales que elegirá al siguiente pontífice, y, por último, Francisco ha programado una visita a L’Aquila ese mismo mes, donde participará en la celebración del Perdón instituida por Celestino V, el primer papa que renunció al cargo en 1294 y en el que se inspiró Benedicto XVI para su renuncia.
El consistorio otorgará a Francisco la mayoría absoluta en purpurados designados por él: 83 de los 132 cardenales con derecho a voto. Pero una mayoría no garantiza nada en las cuestiones de la sucesión vaticana. En cualquier caso, la composición del nuevo colegio cardenalicio habla de un cónclave internacional, mucho más periférico y alejado de las tradicionales camarillas italianas. Pero también de un perfil pastoral mucho más cercano al Papa.
El Papa Francisco subrayó siempre que el ejemplo de su predecesor serviría de inspiración llegado el caso. Pero la idea de una renuncia parece imposible ya que Francisco dijo, “para gobernar la Iglesia hace falta el cerebro, no las piernas”. Para dimitir debe tener fuerza. No se dimite cuando es débil, sino cuando todavía está fuerte.
Para el historiador y exdirector de L´Osservatore Romano, Giovanni Maria Vian, “no hay ninguna similitud con la etapa que llevó a Joseph Ratzinger a la dimisión” y que permita trazar paralelismos. El historiador de la Iglesia, Alberto Melloni, que ha estudiado y escrito ampliamente sobre los cónclaves, insiste en una obviedad crucial: “Nadie sabe nada”. “Estamos en la fase final del pontificado, eso es evidente. Lo entendería hasta un tonto. Pero estas etapas pueden ser muy largas o más cortas.”
Alemania
El canciller alemán, Olaf Scholz, pidió “modernizar” el proceso para acelerar la adhesión de Ucrania a la UE y reformar el sistema de toma de decisiones para que no sea necesaria la unanimidad. Scholz anunció que presentará su propuesta en la cumbre de jefes de Estado y de gobierno de la UE prevista del jueves y viernes próximos, cuando se estudiarán las solicitudes de adhesión de Georgia, Moldavia y Ucrania.
Robert Habeck, el ministro de Economía y Clima de Alemania, encargado de que la electricidad y el gas sigan llegando a la industria y los hogares, ha anunciado que el Ejecutivo alemán tendrá que reactivar sus viejas plantas de carbón, combustible que había prometido abandonar antes de 2030, ante el riesgo de falta de suministro energético por la limitación del gas por las sanciones a Rusia.
“Para reducir el consumo de gas, se debe usar menos gas para generar electricidad. En su lugar, se tendrán que usar más las centrales eléctricas a carbón”, ha dicho el Ministerio de Economía en un comunicado. Actualmente, las instalaciones de almacenamiento de gas en Alemania están llenas en torno al 57%, según datos actualizados al viernes de la Agencia Federal de Redes.
Unión Europea (UE)
La prolongación de la guerra en Ucrania y la adopción de nuevas tandas de sanciones a Rusia pueden agudizar el alza de precios y dañar todavía más el crecimiento en la zona euro. Si Rusia decide cerrar el grifo del gas, Europa puede verse abocada incluso a un invierno gélido.
El Banco Central Europeo (BCE) ha esbozado un escenario en el que contempla un cierre total del grifo por parte de Putin. Rusia ya ha bloqueado el suministro a varios socios de la UE, como Holanda y Finlandia, e incluso ha reducido parcialmente el envío a Alemania, Francia e Italia. La UE teme, sin embargo, que Rusia vaya más allá, con cortes que impliquen racionamientos y se sigan disparando los precios.
Esa hipótesis, según el BCE, dibuja un crecimiento para 2022, del 1,3%, e incluso una contracción del 1,7% en 2023. La inflación también se haría más persistente y se situaría en una media del 8% este año y del 6,4% el que viene. Los elevados precios se comerían la renta de los hogares y el consumo se deprimiría. En plata: la tan temida estanflación y el surgimiento de protestas sociales importantes.
Susi Dennison, directora del programa European Power en el centro de estudios European Council on Foreign Relations (ECFR) cree que la unidad mostrada por la Unión Europea (EU) frente a Rusia podría empezar a resquebrajarse por el efecto bumerán de las sanciones, sobre todo las energéticas, en las economías europeas. “No se trata solo de la división provocada por los precios de la energía o los refugiados, sino de una brecha mayor entre quienes quieren la paz tan pronto como sea posible y quienes quieren ver a Rusia derrotada”, apunta la investigadora del ECFR.
Tampoco llegan buenas noticias de China, el otro gran socio comercial de la UE y a su vez un “rival sistémico”, en palabras de Bruselas. La política de “COVID-cero” de China, basada en confinamientos ante nuevos brotes, sigue impidiendo acabar con los cuellos de botella y el gran atasco global, también responsables de la inflación.
Guerra en Ucrania
El ejército ruso consolidó su control sobre la isla de las Serpientes, en el mar Negro, desplegando varias plataformas de defensa, una medida que indica que quiere mantener este punto estratégico pese a la amenaza de nuevos sistemas de artillería y misiles ucranios, destacó el investigador francés Pierre Grasser, especialista de la Defensa rusa.
La isla tiene una importancia clave en la desembocadura del Danubio, uno de los más importantes ríos del continente y una arteria comercial. Desde el primer día de la Guerra, el 24 de febrero, Rusia aseguró el control de ese territorio ucranio.
Los occidentales han dado a Kiev varios sistemas de artillería móvil que permitirían teóricamente bombardear la isla desde las costas situadas a unos 30 kilómetros, entre ellos los cañones franceses Caesar, pero sobre todo los lanzacohetes múltiples Himars enviados por los estadunidenses. EE. UU. transfirió a Ucrania más de mil 400 sistemas antiaéreos Stinger y 6 mil 500 sistemas Javelin, informó la diputada ucrania Kira Rudik.
Los combates más intensos se libran desde hace semanas en la cuenca minera del Donbás, en el este, dominada ya parcialmente desde 2014 por separatistas prorrusos. “Ahora la batalla más feroz se sitúa cerca de Severodonietsk”, declaró el gobernador de la región de Lugansk, Serguéi Gaidai. Los combatientes ucranios atrincherados en la planta química de Azot, en la ciudad de Severodonetsk (este del país), resisten a duras penas el bombardeo del Ejército ruso, pero rechazan, por el momento, las demandas de rendirse o deponer las armas. Cada día mueren en Donbás entre 200 y 500 militares ucranios según las cifras que declaran, en las últimas semanas, diversos asesores presidenciales ucranianos.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, ha advertido que la guerra en Ucrania podría durar años y que Rusia ha intensificado sus ataques contra las fuerzas ucranias después de que la Comisión Europea recomendase que se otorgara a Kiev el estatus de candidato para unirse a la UE.
El principal negociador de Ucrania en las conversaciones de paz con Moscú, David Arakhamia, espera retomar los contactos con la parte rusa en agosto. El primer ministro de Reino Unido, Boris Johnson, aseguró a su regreso de su visita a Kiev que su gobierno apoyará a los ucranios a largo plazo frente a la fatiga de guerra.
El estancamiento al que ha llegado la guerra, con avances lentos pero tangibles por parte de Rusia, no alberga buenos augurios. Ucrania ha superado con éxito el momento inicial de la guerra, pero ahora se enfrenta, con sus fuerzas debilitadas por las pérdidas humanas y una dependencia enorme del exterior, a una guerra larga y de desgaste que le conviene a Rusia. La estrategia de Rusia radica en la utilización de las palancas de la economía global para debilitar los apoyos internacionales de los ahora goza Ucrania hasta conseguir una presión que obligue a Zelenski a negociar en desventaja.
Rusia ha contado con los instrumentos del gas y del petróleo desde el primer día, al que se ha añadido luego el de los cereales y los fertilizantes. Su capacidad para traducir estas necesidades en disrupciones políticas y diplomáticas está fuera de duda. Pero la palanca más peligrosa es la espiral inflacionista y los nubarrones sobre las economías europeas y norteamericana que anuncian una recesión. La inflación y una recesión suelen derribar gobiernos y alimentar el descontento con el sistema neoliberal.
Europa quiere la paz. Así lo refleja una amplia encuesta realizada por el European Center on Foreign Relations en 10 países europeos. Pero una paz negociada que acepte sin más la cesión de territorio ucranio resulta hoy inasumible para Zelenski.
Ecuador
Desde el lunes 13, la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie) mantiene un paro nacional que, asegura, continuará hasta que el gobierno de Guillermo Lasso atienda un pliego petitorio de 10 puntos, entre los que se cuentan la regulación del precio de productos agrícolas, la renegociación de las deudas de cuatro millones de familias con la banca y, de manera central, una reducción en los precios de los combustibles.
El presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), Leónidas Iza, llamó ayer a continuar el paro nacional indefinido, que comenzó el pasado lunes, no obstante los anuncios de medidas de seguridad y de atención social que lanzó el presidente Guillermo Lasso para mitigar las protestas.
En un desafío al gobierno, la Conaie, principal organización indígena en el país, cerró carreteras en las provincias de Pichincha, Imbabura y Cotopaxi. El bloqueo de vialidades se extendió a 14 de las 24 provincias. “Ratificamos la lucha a nivel nacional, de manera indefinida, por lo que las comunidades mantienen las protestas”, señaló Iza en redes sociales. Indicó que las manifestaciones ingresarán a la capital, Quito, y llamó a que las protestas sean pacíficas: “No demos pretextos para que el gobierno imponga la violencia”.
El presidente del Parlamento, Virgilio Saquicela, convocó a un pleno para el lunes en el que se discutirá el estado de excepción, luego que 72 diputados solicitaran que se vote si se mantiene el régimen.
Economía mundial
Tras un largo periodo de tasas de referencia cercanas a cero por ciento, los bancos centrales están activando las subidas en el precio del dinero, a fin de frenar la inflación, que está en máximos de varias décadas en el mundo. Pero ¿qué implicaciones tiene esto para los consumidores, el gobierno o las empresas?
Ante la expectativa de que la economía mundial se enfríe, la afectación de mayores tasas de referencia se da en dos vías; la primera es un impacto directo que implica el encarecimiento del crédito, y la segunda, es un efecto sobre el crecimiento económico, potencialmente recesivo. El encarecimiento del crédito es un mecanismo de transmisión: sube la tasa de interés y se encarece el crédito en cualquier país que se aplica esta política monetaria.
Los actuales créditos denominados a tasa variable, o los que lleguen a tramitarse, tendrán tasas más elevadas. Un ajuste en las tasas de referencia lleva a un ajuste de toda la estructura de tasas de corto, mediano y largo plazos, afectando a créditos de nómina, automóviles, hipotecarios, y tarjetas de crédito.
Las personas con una tarjeta que no pagan el total de sus saldos vencidos serán quienes sufran más los efectos en la subida de tasas por parte del Banco Central de Nicaragua (BCN). La subida de tasas podría provocar que los tarjetahabientes que no cuenten con los recursos necesarios para liquidar sus deudas caigan en pagos mínimos o en situaciones de impago. Si el BCN no subiera la tasa de referencia en los próximos meses y en EE. UU. siguen subiendo, el diferencial de tasas de interés fomentará la salida de capitales, que se irán en busca de mayor rendimiento en el mercado estadounidense. Las alzas en las tasas de interés no son neutrales; tienen un costo, y alguien va a pagarlo, y ese alguien es el crecimiento económico, no ahora, sino en unos meses. Toda la economía se puede a enfriar.
El Fondo Monetario Internacional informó que las protestas sociales han aumentado en todo el mundo a los niveles más altos desde el inicio de la pandemia. También alertó sobre el riesgo de que aumenten los disturbios a medida que crece el impacto por el encarecimiento de alimentos y energéticos. Asimismo, reconoció que hay manifestaciones de protestas grandes y de larga duración en economías avanzadas.
Muestra de esto último es la marcha que tuvo lugar en Londres, donde miles de trabajadores denunciaron el incremento en el costo de la vida y la inacción del primer ministro Boris Johnson, cuyo gobierno, a sentir de los quejosos, se ha concentrado en beneficiar a los ricos. De acuerdo con los sindicatos convocantes, los empleados británicos han perdido un tercio de su poder adquisitivo desde 2008, tanto por la inflación como porque los salarios no se han actualizado, lo cual significaría un retroceso de los salarios reales.
La pandemia, por sí sola, tuvo efectos devastadores sobre el empleo, a partir del análisis de especialistas de la OIT (Organización Internacional del Trabajo), para quienes “la pérdida de horas de trabajo en 2020 fue unas cuatro veces mayor que en la crisis financiera de 2008-2009”. Sin embargo, el sistema buscará aprovechar la crisis para reforzar su supremacía.”