Entrevista a Irlanda Jerez: «El fin de la dictadura está escrito»

«En un proceso de transición espero que no esté Ortega en el poder. Tenemos que exigir su renuncia, se tiene que conformar un comité transicional, una junta de transmisión del poder…» 

Irlanda Jerez, conocida activista civil de Nicaragua, líder de los comerciantes del popular Mercado Oriental de Managua, quien se sumó con gran beligerancia a las protestas nacionales desencadenadas en abril de 2018, fue capturada ese mismo año, torturada y encerrada en las cárceles del régimen orteguista durante mas de once meses. En poco tiempo se ha convertido en un símbolo de la lucha contra la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo. En entrevista exclusiva para Revista Abril, Irlanda hace un recuento de su periplo de lucha durante este periodo de tiempo y reflexiona en voz alta acerca de la actual situación política, social y económica de Nicaragua.

Hace un recuento pormenorizado de su encarcelación: 329 días desde que fue interceptada por policías y paramilitares al salir de una conferencia de prensa en el centro de Managua. Entonces el conteo de muertes por parte de la dictadura sobrepasaba el centenar, en su mayoría jóvenes y estudiantes. Recuerda sin amargura y con entereza sus días en la cárcel y la experiencia que le tocó vivir tanto en la prisión El Chipote como en la cárcel de mujeres La Esperanza, donde compartió prisión con otras nicaragüenses que comparten con ella su disposición de lucha por cambios políticos profundos en el país.

Pero cuando Irlanda entró a la cárcel ¿dejaba atrás una Nicaragua distinta a la que encontró al salir de su encierro?, ¿cuáles fueron los cambios que notó a su salida? Según su testimonio, en el plano individual se encontró con una mayor agresividad en el acoso del régimen hacia su persona. Desde la mañana del 11 de junio pasado, cuando fue liberada, su casa fue invadida, ocupada y saqueada por elementos del régimen, incluso antes de que ella pudiera llegar. Su esposo fue golpeaado y sacado con violencia del inmueble. 

«Me refugié -recuerda- en una bodega de mi propiedad, y hasta alli  llegaron a intentar incendiarla». Luego se mudó a otra propiedad y allí también los militares continuaron con el acoso. «Llegaron alegando atender un llamado de alerta de incendio. Todo era falso. Luego el vehículo en que intentaba movilizarme fue decomisado por la policía… En resumen, estuve en seis casas de seguridad antes de salir del país», recuerda Irlanda, quien dice haber encontrado una Nicaragua distinta al salir de la cárcel.

«En lo que pude ver en los pocos momentos que pude salir a la calle, me di cuenta que todo está militarizado. No hay protestas, ya no hay marchas, estamos ante un Estado absolutamente terrorista que se mantiene a través del terror que infunde Ortega al pueblo de Nicaragua. Pero encontré en cada nicaragüense con que pude conversar, en cada persona que pude ver en los pocos espacios que tuve tiempo para compartir, mucha determinación. Me di cuenta que Nicaragua sigue luchando, continúa luchando dentro del país y por supuesto desde aquí afuera también, los nicaragüenses en el exilio, todos están decididos y convencidos de que no se detendrán hasta obtener la libertad que han conculcado los dictadores».

Ante esta situación de hostigamiento y persecución, podría parecer que debido precisamente al acoso intenso en contra de Irlanda y de muchos otros excarcelados que también son símbolos de la lucha contra el régimen, Ortega  podría estar muy contento de obligar a algunos de ellos a salir del país. Irlanda admite que esa es una de las intenciones de la dictadura. Incluso afirma que hasta podrían ocurrir ejecuciones o asesinatos. 

«Recordemos que estos son realmente asesinos, no tienen temor ni respeto por la vida ni mucho menos amor por nuestra patria. Sin embargo en el caso mío, y en el caso de varios líderes, hemos afirmado que vamos a continuar la lucha… Yo estoy ahora aquí en Estados Unidos pero voy a regresar a mi patria Nicaragua, que está urgida de una solución, una salida pacífica que no es fácil, no la podemos obtener de un día para otro, no tenemos una fórmula. Estoy clara de que las luchas cívicas son largas y difíciles, pero vamos a continuar, estamos dispuestos a continuar exigiendo la libertad de Nicaragua. Las armas que tenemos son nuestra bandera y el gran amor que tenemos a Nicaragua».

Le preguntamos a Irlanda si cree posible encontrar algún tipo de cambio, una transición viable hacia a la democracia mientras Ortega, Murillo y sus secuaces tengan algún poder político y militar en Nicaragua. Su respuesta fue que lo ve «muy difícil». Afirma que el régimen ha dificultado esa ruta hacia la búsqueda de libertad que todos los nicaragüense anhelan. 

«Pero en un proceso de transición espero que no esté Ortega en el poder. Tenemos que exigir su renuncia, se tiene que conformar un comité transicional, una junta de transmisión del poder. No sé el nombre que se le va a poner pero se tiene que conformar para que sean estos los encargados de hacer los cambios y de la reforma electoral para unas legítimas y limpias elecciones… Porque los partidos políticos actuales, todos han sido cómplices de que Nicaragua se encuentre en la situación que está. Y no son los partidos como tales, pues son simples letras y nombres. Son las personas que integran esos partidos los que se han prestado a ser cómplices».

Irlanda habló de exigir la renuncia de Ortega, pero también habló de derrotar y derrocar. «Yo tengo un concepto del derrocar y el derrotar diferente», afirma. «Los dictadores se derrocan en las calles a través de una lucha cívica o a través de una fuerza armada de la oposición. Nosotros como pueblo tenemos una lucha cívica y lo vamos a derrocar si el pueblo se toma las calles, si decidimos que tienen que morir los que tengamos que morir, pero este dictadir se va en un avión, se cuelga o se pega un tiro, qué sé yo. Eso es derrocamiento. Otra ciosa es derrotarlo cívicamente a través de un adelanto de elecciones, derrotarlo en las urnas,  una derrota monumental, ya que el pueblo azul y blanco no quiere absolutamente nada de ellos. Este es un momento histórico en Nicaragua, es un momento histórico en el que todos los nicaragüenses tenemos el gran compromiso de la construcción de nuestra Nicaragua, de la construcción de la República de Nicaragua. Por eso es que siempre digo que Nicaragua será una república más temprano que tarde; cada día que pasa nos acercamos a ello. -esto es un maratón cívico. Puede que sea en un mes, dos meses, tres meses, mañana mismo; solo Dios sabe. Pero debemos continuar, por que lo que sí tenemos claro es que, así como pasamos 329 días en la cárcel y salimos, también estoy absolutamente convencida de que el fin de los dictadores está escrito. Porque el plan de Dios es perfecto y nosotros vamos camino a ese fin, a derrotar a estos dictadores. Sólo Dios sabe si será derrocarlos o derrotarlos».

Pero, ¿acepta Irlanda Jerez la idea de un escenario en que vayamos a elecciones mientras Ortega esté en el poder? ¿Permitirá realmente que se cuenten los votos? ¿No habrá intimidación? ¿Permitir que Ortega el genocida vaya a un proceso electoral democrático no es legitimarlo a él para el futuro, aunque pierda?

«Difícil», contesta ella. «Eso no se puede. Ellos no van a ir a un proceso democrático, ni Ortega ni Murillo, eso tenelo por seguro. No pueden y no lo van a hacer. Han cometido crímenes de lesa humanidad, el mundo entero lo sabe, ya hay organismos que lo han declarado, no existe posibilidad alguna de que ellos vayan. Nicaragua puede estar absolutamente tranquila y convencida de que no existirá ningún gobierno democrático que permita semejante escenario. Es más, estoy absolutamente convencida de que, aunque digan que las elecciones son supervisadas o supervigiladas no va a haber oposición que vaya a esa locura. Ni se me ocurre. Para mí no existe esa posibilidad, ni en la de los nicaragüenses tampoco… Ellos van a poner a un candidato que desconozco. Ni siquiera sabemos si el partido de ellos va a correr. Nosotros como oposición estamos diciendo que todos los organismos internacionales deben considerarlos como una organización terrorista. Son terroristas. Pero pueden poner otro nombre y pueden correr ahí. Pueden hacerlo en color rosado, anaranjado, amarillo celestito, de los colores que a ellos les encanta; lo pueden hacer porque saben que como FSLN están derrotados». 

¿Para Irlanda Jerez esos otros colores serían aceptables en una elección?, preguntamos, y responde: «Los nicaragüenses sabemos que el color que le pongan a la persona que pongan son los mismos, pero la organización como FSLN es una organización terrorista. Lo que te quiero decir es que ellos ya están en eso, ellos vienen incluso preparándose desde antes, vienen preparando a todos sus militantes, han ido cambiando los colores y Rosario Murillo ha venido tejiendo una nueva idea, un patrón mental en su militancia. Ellos preveían que en cualquier momento esto se les podía salir de las manos. Efectivamente sucedió y ahora todo puede suceder. Es uno de los escenarios posibles…»

Para Irlanda Jerez, en un proceso democrático no es aceptable que Ortega y Murillo vayan como candidatos. «El pueblo de Nicaragua no lo va a aceptar jamás. Ninguno de los que están en este momento sancionados. El pueblo de Nicaragua está realmente desesperado por salir de esta crisis, pero nosotros no somos responsables de quién ellos pongan, ni de sus grupitos, ni de su partido. A quienes ellos pongan el pueblo de Nicaragua los tiene identificados claramente, hasta el vecino que se vistió de paramilitar y apuntó, hasta el vecino que te está anotando, hasta el vecino que está llamando; entonces estoy convencida que el 90% del pueblo de Nicaragua independientemente que ellos se quieran disfrazar del color que quieran y pongan al personaje más pintoresco disfrazado y el mejor discurso; el pueblo de Nicaragua los va a derrotar en unas elecciones… Esa es una posibilidad. La otra posibilidad es que estén desquiciados, locos, y quieran correr como FSLN. Y eso es lo que no vamos a permitir. Esta es una organización terrorista. Toda su estructura, todas sus bases, todas sus células han cometido crímenes de lesa humanidad. Eso no es posible».

Francisco Larios

El autor es Doctor en Economía, escritor, y editor de revistaabril.org. Artículos de Francisco Larios