¿Es estúpido Ortega?

Salomón Martínez E.
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De cara a la Nicaragua que irá a emerger a la inevitable caída de este régimen, debemos preguntarnos ¿Qué proporción de la sociedad se comportará como bandidos, actuando en contra de otros para sus propios beneficios? ¿Qué proporción de la población se va a comportar decentemente, para generar una situación ganar-ganar y que el país finalmente se pueda desarrollar?   Todos debemos de estar atentos al impacto que tendrán los estúpidos–porque como ya mencionamos, son sumamente peligrosos– en el desarrollo de esa Nicaragua.  Llegado ese momento, los ciudadanos debemos actuar inteligentemente, y estar preparados para acabar y castigar a los estúpidos, neutralizar a los criminales, y rescatar a los sin esperanzas o incautos.

La palabra estúpido es un adjetivo que califica a una persona, que muestra torpeza o falta de entendimiento para comprender las cosas. Viene del Latin stupidus, «aturdido, estupefacto».

Los estúpidos

Rusia, con la excepción del período de Gorbachev, ha sido un país que siempre ha sido dominado por los fuertes.  Desde la época de los zares, pasando por Lenin, Stalin, sus sucesores–hasta llegar al célebre Putin—todos han sido gobiernos que han aplastado a su pueblo.

En China, los emperadores tenían un poder absoluto, como lo tuvo después Mao Tze Tung, y a la muerte de éste, sus seguidores. Igual se puede mencionar al régimen de Kim Il Sung y su hijo en Corea del Norte, o bien  Pol Pot en Kampuchea, y otros regímenes duros que coexisten en otros países asiáticos. 

El ascenso del nazismo y el control de Hitler en el poder en Alemania fueron los causantes de incontables daños y muertes. Igual ocurrió con Mussolini en Italia, con Franco en España. 

En África también se han dado una serie de dictaduras y regímenes opresores. Basta citar Sudáfrica y el apartheid.

En Latinoamérica, el caso de Fidel Castro en Cuba es la muestra emblemática de una tiranía que se mantuvo en el poder desde el año 1959, tiranía que se perpetúa aún en estos tiempos, primero a través de Raúl Castro, y ahora con un seguidor de él, Díaz Canelo.

Todos estos personajes comparten una característica: han sido estúpidos. Estúpidos en el sentido que describe Cipolla. 

Carlo M. Cipolla (1922-2000) es un historiador económico italiano. En los años setenta escribió un ensayo –en forma irónica– en el que dice que las personas estúpidas son las personas más peligrosas que existen en el mundo. 

Este argumento está basado en lo que él describe en 5 Leyes:

Ley No 1- Todas las personas subestiman la cantidad de gente estúpida que existe en el mundo, porque uno tiende a considerar la inteligencia con criterios como el nivel de educación, trabajo, clase social, elocuencia, raza, religión, etc., los cuales son realmente irrelevantes. 

Ley No 2 – La probabilidad de que una persona sea estúpida es independiente de cualquiera de las variables mencionadas en la Ley 1ra., ya que la estupidez no tiene correlación con ninguna otra variable. Por lo tanto, tampoco se puede predecir cuán alta es la proporción de estúpidos por categoría, y por esta razón, se subestima el número de estúpidos por categoría.

Ley No 3- Una persona estúpida causa pérdidas o daños a otros sin que él gane o se beneficie en algo.  El comportamiento de un estúpido se convierte en un problema social que afecta a todos, ya que al momento que se hace daño a un individuo sin siquiera obtener un beneficio para sí mismo, la sociedad entera se empobrece. 

Una persona puede ser muy buena en un área específica, pero es estúpida si su comportamiento produce pérdidas a otros sin que él gane nada.

Utilizando esta ley, se puede derivar una matriz de 2 variables, en la cual el eje horizontal mide la ganancia neta personal, y el eje vertical la ganancia neta de los otros. Al combinar estas variables se producen 4 posibles resultados:

El diagrama de Cipolla.
  1. En el cuadrante superior derecho se encuentran las Personas Inteligentes. Son personas que generan beneficios para otros y también para sí mismos (ganar-ganar). Son personas que ayudan a que una sociedad florezca. 
  2. En el cuadrante inferior derecho se ubica a los  Criminales o Ladrones.  Las acciones que cometen este tipo de personas generan pérdidas a otros a fin de obtener beneficios para ellos mismos (perder-ganar).
  3. Por otro lado, en el cuadrante superior izquierdo se encuentran los que no tienen Esperanzas, o los Incautos. Aquí caben aquellos que generan beneficios a otros sin que ellos se beneficien en nada y más bien obtienen pérdidas (ganar-perder).
  4. Finalmente, en el último cuadrante, el inferior izquierdo, se encuentran los Estúpidos, aquellos que causan un daño neto a la sociedad ya que sus acciones generan pérdidas a otros sin que ellos se beneficien en algo (perder-perder).

Ley No 4-. La gente no estúpida (los inteligentes, los sin esperanzas o incautos, los criminales) subestiman el daño que puede provocar el estúpido. En cualquier lugar, tiempo o circunstancia, asociarse con los estúpidos siempre será un error que costará mucho.

Ley No 5.  La gente estúpida es la gente más peligrosa en todo el mundo, ellos son peores y más dañinos que los ladrones y criminales. Un estúpido, a diferencia de un criminal, no sigue incentivos, son impredecibles y eso los hace increíblemente más peligrosos que los criminales.

En Nicaragua, a lo largo de su historia, pasando por William Walker, los 30 años de los Conservadores, el régimen de Zelaya, Adolfo Díaz, Somoza padre y sus hijos Luis y Anastasio, fueron, en la tipología de Cipolla, marcados por personas estúpidas. Pero quien se encuentra a la cabeza de todos los estúpidos que recoge la historia de Nicaragua, es sin duda, Daniel Ortega y su cúpula.   

Los crímenes cometidos y dirigidos por Daniel Ortega, en su afán de perpetuarse en el poder, han provocado la reacción de la comunidad internacional, aplicando una serie de sanciones que le afectan directamente a él, a su familia, y sus allegados, tanto en la parte económica, cómo política. 

Daniel Ortega es definitivamente estúpido. Sumamente estúpido, y por lo tanto, sumamente peligroso. La característica que distingue a Ortega del resto es que en su caso confluyen un alto nivel de estupidez con un alto grado de maldad. Hace sufrir a todo nuestro pueblo sin ganar nada. Él está dispuesto a hacerle daño a los nicaragüenses y al país en general, en la medida que él también se hunde por su actuar. Inventando crímenes para acusar injustamente a personas inocentes, empujando al exilio a miles de personas, provocando conflictos internacionales al abrir libremente puertas a los cubanos y permitir el ingreso a las tropas militares cubanas, venezolanas o rusas en el territorio, son sólo un ejemplo de esto.

Sus acciones reflejan la teoría de Cipolla en el sentido de que no solamente causa daño a otros, sino que también se hace daño a él mismo y empobrece al país.  Sus reacciones son impredecibles y peligrosas.  Pero en realidad Ortega sí gana algo, gana placer, definido como autosatisfacción. Es decir que él cree que gana, aunque en realidad pierda.

Es innegable, que el final del régimen de Ortega está cerca y tiene los días contados. 

De cara a la Nicaragua que irá a emerger a la caída de este régimen, debemos preguntarnos ¿Qué proporción de la sociedad se comportará como bandidos, actuando en contra de otros para sus propios beneficios? ¿Qué proporción de la población se va a comportar decentemente, para generar una situación ganar-ganar y que el país finalmente se pueda desarrollar?   Todos debemos de estar atentos al impacto que tendrán los estúpidos–porque como ya mencionamos, son sumamente peligrosos– en el desarrollo de esa Nicaragua.  Llegado ese momento, los ciudadanos, nuestra sociedad, debemos actuar inteligentemente y estar preparados para acabar y castigar a los estúpidos, neutralizar a los criminales, y rescatar a los sin esperanzas o incautos. 

 Nicaragua merece un destino con un desarrollo más equitativo y justo.