Estados Unidos: 19 de junio, conmemoración del fin oficial de la esclavitud (19 de junio de 1865)

Rodrigo Ibarra
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El autor es militante obrero en San Francisco, California.

Artículos de Rodrigo Ibarra

…la movilización obrera y popular ha impactado en todos los Departamentos de Policía en cada ciudad y a escala nacional, generando todo tipo de reformas de la institución, desde políticas de un nuevo entrenamiento, hasta el cierre de algunas secciones que mantienen relaciones más conflictivas con las comunidades, y en algunos casos políticas de castigo para comportamientos de brutalidad y crimen policial. En verdad, todo el sistema de justicia criminal esta siendo cuestionado. Justicia y verdad son las reivindicaciones democráticas exigidas en todo el territorio nacional.

A casi un mes del estallido social después del asesinato de George Floyd en Mineápolis, las manifestaciones de protesta no han parado en todo Estados Unidos y en otras partes del mundo. Sus consecuencias son impredecibles. Pero el viernes 19 de junio de 2020, todo parecía comenzar de nuevo. El sindicato de estibadores y de bodegas ILWU (International Longshore and Warehouse) decretó un día de paro en conmemoración del fin oficial de la esclavitud en 1865 (conocido como Juneteenth), cuando los esclavos negros de Texas fueron emancipados, y en solidaridad con las manifestaciones de protesta contra el racismo del sistema.

Lo que destaca la huelga de un día del sindicato de los trabajadores de puerto ILWU (cerraron los 29 puertos de la Costa Pacifica, los puertos desde Bellingham Washington hasta San Diego en California), es la unidad del movimiento obrero organizado con la comunidad. En términos usados en América Latina equivale a la unidad obrera y popular, trazando la perspectiva para la lucha que se desarrolla a nivel nacional.

De hecho, el mismo viernes 19 de junio de 2020 en Tulsa, Oklahoma, se puso en escena la enorme tensión de la confrontación actual. En Tulsa confluyeron el primer mitin de campaña desde el inicio de la pandemia en marzo, y las manifestaciones de protesta contra el racismo y la brutalidad policial, como las que se desarrollan en todo el país, que a la vez conmemoraban la emancipación de los esclavos (Juneteenht) y la masacre de Tulsa Greenwood, donde fueron asesinados mas de 300 negros en 1921. 

El presidente Trump tuiteó el día anterior amenazando que «cualquiera que proteste, anarquistas, agitadores, saqueadores y gente insignificante que vayan a Oklahoma, por favor sepan que ustedes no van a ser tratados como en New York, Seattle o Minneapolis. Será un escenario muy diferente». De hecho, a la 1:00 PM, hora local, el Departamento de Policía ya había arrestado a 6 personas que protestaban frente al local del mitin de campaña. Lo cierto es que Trump se vio obligado a modificar la fecha de su mitin del 19 al 20 de junio en Tulsa, que además fue un fracaso de asistencia. Poco menos de 6.200 personas asistieron al mitin, muy por debajo de la capacidad total del Centro BOK de 19.200, según un oficial de información pública del Departamento de Bomberos de Tulsa.

Mientras tanto, las manifestaciones callejeras reverberan en el ámbito institucional y legal. En primer lugar, la movilización obrera y popular ha impactado en todos los Departamentos de Policía en cada ciudad y a escala nacional, generando todo tipo de reformas de la institución, desde políticas de un nuevo entrenamiento, hasta el cierre de algunas secciones que mantienen relaciones más conflictivas con las comunidades, y en algunos casos políticas de castigo para comportamientos de brutalidad y crimen policial. En verdad, todo el sistema de justicia criminal esta siendo cuestionado. Justicia y verdad son las reivindicaciones democráticas exigidas en todo el territorio nacional.

En el ámbito del sistema judicial, el presidente Trump ha sufrido una serie de derrotas, primero con el derecho de personas transexuales a ser atendidas en el sistema de salud, más tarde también sufrió la derrota en la lucha histórica de los jóvenes migrantes con DACA (Deferred Action for Childhood Arrival), que defiende contra la deportación a niños traídos por sus padres indocumentados, les proporciona un numero de seguro social y les otorga un permiso de trabajo, sacándolos de la sombra. Más recientemente, también acaba de sufrir otra derrota legal, cuando otro juez ha dictaminado a favor del antiguo asesor nacional de Seguridad Nacional, dando luz verde a la publicación de su libro «El cuarto donde ocurrió» (The Room Where It Happened), en el cual Bolton lanza una serie de acusaciones contra el presidente Trump.

Hay tremenda confusión entre los que detentan el poder, a la vez que la revuelta obrera y popular parece incontenible en su lucha contra el sistema.

Rodrigo Ibarra

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