Estados Unidos: ¿puede sobrevivir la democracia?
Leonel Arana
El autor es ciudadano estadounidense y miembro de la iniciativa Nicas por Biden.
Que el Partido Republicano es desde hace décadas el Partido del engaño, de darle a sus bases atole con el dedo, de decirle una cosa, cuando tienen en mente otra, ya no es discutible. Lo vemos y escuchamos todos los días. Cuando sus funcionarios, ya sean Federales o Estatales, hablan de sus «valores conservadores», de «que el Gobierno es el problema», de «la responsabilidad personal» están utilizando eufemismos y no están hablando por sus representados y por sus intereses, sino por los intereses de los que pagan por sus campañas, por los grandes capitalistas que cuando se retiren de la política los van a acoger en sus Juntas Directivas. En el fondo lo que buscan es que sus verdaderos patronos no paguen lo que les corresponde en impuestos, lo que significa que el Estado no gaste en la salud ni en la educación de los que no son ricos, que contaminen sin asumir responsabilidades y saquen de la sociedad todas las ventajas que puedan sin corresponder en nada.
Pero como lo dicen con habilidad y haciendo uso del engaño, y sabiendo que una mentira repetida mil veces se convierte en verdad logran engañar a mucha gente, la gran mayoría de las cuales sale perjudicada por esas políticas.
Cuando Donald Trump dijo en el 2015 que los inmigrantes mexicanos eran violadores y contrabandistas de drogas lo que estaba dando a entender en realidad es que ni él ni sus seguidores querían inmigrantes de Latinoamérica, que tienden a no ser blancos y rubios y que había que difamarlos para que la sociedad los rechace.
Luego vimos a los Republicanos con Donald Trump mentir con la Reforma Impositiva de 2017, presentada como una reducción de impuestos a las Clase Media cuando en realidad era una gigantesca reducción de aproximadamente 1.5 billones al 3 % más rico de la población y a los grandes bancos, que vino a aumentar el agujero en el Presupuesto Federal. La pequeñísima reducción que se incluyó para la Clase Media era temporal, la del 3 % es permanente.
Los Republicanos volvieron a mentir descaradamente en el 2020 con la pandemia, minimizándola y causando una mortandad no vista en un siglo, diciendo que estaba bajo control y oponiéndose al uso de máscaras al punto que el Gobernador de la Florida, DeSantis, amenazó con penalizar a las ciudades que exigieran su uso en lugares públicos. El resultado es que los Estados Unidos, con el 5 % de la población del mundo, tienen más del 25 % de los muertos, más de medio millón, y contando.
Y luego vino la que la prensa mundial ha bautizado como la Gran Mentira: que Trump, a pesar de haber perdido las elecciones por más de 7 millones de votos y casi 100 votos electorales era de alguna manera el ganador y no el perdedor; mentira que fue seguida por el asalto al Capitolio con el fin de impedir la certificación final del resultado, asalto perpetrado por milicias organizadas y azuzadas personalmente por Trump y otros líderes del Partido, y que ahora tratan de achacar a otros.
Pero a pesar de todas sus maniobras, no las tienen todas consigo, y hay esperanza. Después de los grandes fiascos de Trump y del Partido que culminaron con el desaguisado que fue la reunión de la CPAC [Conservative Political Action Committee/ Comité de Acción Política Conservadora] en Orlando la semana pasada, una reunión de extremistas y supremacistas raciales blancos en la que pusieron una tarima con símbolos nazis y un ídolo de oro (una estatua de oro de Trump), para que no quedara duda de su orientación política y de que el movimiento Conservador es un culto, parte de esa base de seguidores empieza a retirarse, unos por espanto al ver que han sido engañados y otros desilusionados al ver que a pesar de tanta mentira no nada consiguieron.
Afortunadamente, para preservar la democracia no se necesita que el Partido Republicano se parta en dos o desaparezca, es suficiente con que se aparten unos pocos. Basta que un 5 o 7 % pase de votar Republicano a no votar o a votar Demócrata y estados como Texas y Florida que se apuntaron en la casilla de los Republicanos en el 2020 le darían sus votos electorales al Partido Demócrata. Si esto sucede tendremos democracia por muchos años.