Granada merece creatividad y originalidad (Hacia una ciudad integrada y atractiva)
Fernando López Gutiérrez
«Granada se merece una dotación de elementos artísticos monumentales de calidad y originales para celebrar los 500 años de su fundación»
Una ciudad de las calidades y cualidades como lo es Granada de Nicaragua, que se aproxima a su celebración significativa de los quinientos años de fundada, en 2024, debería ser objeto de atención edilicia y ciudadana para aprovechar la ocasión y desarrollar proyectos urbanos que le aporten coherencia y articulación entre su centro histórico y su periferia; así como una mejor definición de sus núcleos urbanos secundarios con la aportación de infraestructura urbana, que eleven el valor ambiental de sus zonas y generen una mayor calidad de vida a sus pobladores.
Se requieren áreas verdes recreativas, parques y plazas que incentiven la vida comunitaria; y se necesita dotar las vías y emplazamientos de elementos decorativos, educativos, conmemorativos y religiosos, convocando a artistas locales y nacionales para que realicen propuestas de esculturas que se distribuyan por el cuerpo urbano de la ciudad, lo que daría un mayor atractivo a la antigua ciudad colonial de vocación turística.
Por sus monumentos la conoceréis
Granada, la Gran Sultana, posee monumentos en su área central y en los límites de la transición hacia las periferias. Algunos han sido aportados por la municipalidad, otros tantos por la iglesia católica, las organizaciones de servicios como Club Rotario, Club de Leones y la Asociación Panamericana de Mesas Redondas, los partidos políticos y la fundación Festival Internacional de Poesía de Granada que ha instalado la mayor concentración de esculturas de poetas en el parque General Sandino, elaboradas por el escultor austriaco Johannes Kranz, así como el rostro de grandes proporciones de Rubén Darío, elaborado y donado por la artista granadina Maruca Gómez, y colocado en las inmediaciones de plaza España.
El inventario iniciaría con una escultura prehispánica antigua conocida como “Piedra Bocona”, de fecha inmemorial pero ya referida por el cónsul norteamericano Jorge E. Squier en el año de 1849, enclavada en una esquina céntrica de la ciudad. Otro de los más significativos para conmemorar el tránsito del siglo XIX al XX es la monumental “Cruz del Siglo”, erigida en el costado norte de la iglesia catedral. En la plazuela de los Leones destaca el obelisco conmemorativo a los héroes de 1811 y a las glorias de 1821, que hacen referencia al levantamiento de Granada y a la Independencia de España, construido en 1921.
En la primera parte de la década de 1960 se celebró la primera feria industrial de Granada y de esa fecha data el olvidado símbolo escultórico del evento «El tiburón”, que se encuentra en la rotonda de la Cabaña Amarilla en Piedras Pintadas.
Para el año 1966, en razón del centenario del nacimiento del poeta Rubén Darío, una asociación brasileña donó la construcción del obelisco conmemorativo que se ubica en el costado sur del parque central Colón, frente al Palacio Municipal.
De la celebración de los 450 años de fundación de la ciudad, en 1974, aparece en el espacio urbano la escultura de Francisco Hernández de Córdoba, capitán de conquista fundador de Granada, como hito central de la nueva Plaza España donada por el gobierno español.
El recorrido incluiría otras tantas esculturas como la del Gral. Emiliano Chamorro Enríquez, la del Gral. Fernando Chamorro Alfaro, la del General de Hombres Libres Augusto C. Sandino, la del Gral. José de San Martín, libertador de Argentina, y la del libertador Simón Bolívar. También las de personajes granadinos como Emilio Benard Doude, la de Dr. Silvio Cuadra, la del periodista Pedro Joaquín Cuadra Chamorro, la de Elena Arellano, “forjadora de la educación católica en Nicaragua”, y la de la Beata Sor María Romero Meneses.
Los monumentos que evocan la revolución de 1979 son los del Comandante Iván Sánchez y la del guerrillero, ubicados respectivamente en calle Atravesada y en la avenida Arellano, también nombrada como héroes y mártires; a lo largo del boulevard se ubican una decena de pedestales de combatientes caídos en la lucha contra la dictadura somocista.
Cabe mencionar el monumento a la Madre ubicado en el costado este del parque central, así como monumentos religiosos a la Inmaculada Concepción de María, a María Auxiliadora y San Juan Bosco. Y es inevitable mencionar el cementerio municipal, en el cual hay una concentración fascinante de esculturas regias alusivas al ritual de la muerte con su inobjetable referencia religiosa, de una riqueza simbólica y artística singular en el país.
Realizaciones municipales incongruentes
El objeto de este artículo es para recordar lo que en su momento señalamos como un desatino edilicio: el de la alcaldía municipal, hace tres años (inaugurado en noviembre de 2016). Un “monumento dariano” en un sitio donde por derecho propio y peso histórico correspondía levantar uno adecuado al cacique Nequecheri, emblemático jefe principal de los xaltevanos. Pero el empecinamiento de las autoridades se impuso, desconociendo el legado prehispánico.
Ahora resulta que hace unos días, en un afán sin sentido y que no aporta absolutamente nada al ornato ni al simbolismo que deben agregar las realizaciones monumentales del espacio público, enriqueciéndolo, la alcaldía ha inaugurado un denominado monumento o escultura que peca de tres cosas: irrespeto, plagio y mediocridad.
Colocaron en el malecón Pablo Antonio Cuadra, frente al lago Cocibolca, un rótulo con la palabra LOVE, lo cual es un irrespeto a la memoria y obra de este gran poeta nicaragüense, cuando debieron levantar una escultura alusiva al poeta o a su obra; además copiaron idéntica esta palabra que es una escultura del artista Robert Indiana, cuya obra se ha convertido en un símbolo representativo y reconocido de la Gran Manzana, Nueva York, Estados Unidos, ubicada en Manhattan, en la esquina de la 6ta Avenida con la calle 55, constituyendo un flagrante plagio que podría ser objeto de demand.
Eso demuestra una total falta de creatividad y evidencia una mediocridad absoluta, ya que es una copia fiel y de dimensiones ridículas de ese símbolo norteamericano. No pudieron ser capaces de pensar en algo más original, como por ejemplo, una escultura que recrea “la leyenda del barco negro”, rescatada del imaginario popular nicaragüense, y qué mejor que algo significativo que tenga referencia con nuestras tradiciones nicaragüenses y no una realización ajena a nuestra identidad.
Granada se merece una dotación de elementos artísticos monumentales de calidad y originales para celebrar los 500 años de su fundación.
Lunes 14 de octubre de 2019. Nicaragua.