La Coalición Nacional: Sin Futuro
Gerardo Salgado
El autor es sociólogo.
La política de las agrupaciones que integran la Coalición Nacional se enfoca en la esperanza de participación en las elecciones del 2021. Declaraciones públicas lanzadas por líderes del PLC, CxL, conservadores, y otros políticos de la Coalición ligados a las estructuras políticas de la dictadura, afirman que habrá reformas electorales.
Las reformas electorales debatidas en el seno de la UNAB fueron dejadas a un lado. Así que las reformas electorales programadas con anticipación y anunciadas por estos partidos zancudos no pueden ser más que el resultado de las negociaciones secretas de Ortega y Murillo con la constante intermediación de la OEA. En otras palabras, la Coalición seguirá atada al calendario de los acuerdos de la OEA con Ortega, atada a la operación política de Ortega, desconociendo por completo el rechazo total de la nación contra los dictadores sanguinarios desde 2018.
La política electoral en acuerdo con Ortega mediadas por la OEA es a la vez el centro de la unidad en la coalición y su mayor debilidad. Hay otras, pero esa es la principal. ¿Por qué? A causa de la ilegitimidad de Ortega-Murillo y la incredulidad de que puedan ofrecer un proceso electoral limpio, sabiendo de antemano que desde las votaciones anteriores el FSLN desplegó un tendido electoral controlado en asociación con el estado policíaco, de donde se infiere la gran abstención, señalada también en encuestas de opinión.
Por otro lado, la estructura de la coalición es lo que es: un frente o bloque electoral. Su objetivo es participar en las elecciones considerando que ganarán abrumadoramente con mayoría absoluta en la Asamblea Nacional además de la presidencia. Pero veamos.
Si la Coalición Nacional pierde las elecciones desaparece el motivo de la unidad del escenario político, y si ganan, también, porque tras las elecciones todo se traslapa. Porque mientras algunos dentro de la coalición pretenden algunas reformas importantes “desde arriba” en el sistema (una meta que es muy distante de las del movimiento revolucionario de abril 2018), otros no aspiran a más que a realizar cambios cosméticos sobre un fondo de realineamiento con las instituciones y con el modelo de capitalismo mafioso de la dictadura.
Las “reformas” Ortega-OEA desmontan la excusa de la Coalición para unirse a los partidos zancudos
La reciente confirmación emitida por la dictadura de que intenta otorgar personerías jurídicas a nuevas fuerzas políticas parece ser el primer paso dado por Ortega en cumplimiento de los acuerdos con la OEA en 2017. Otras reformas deben estar en camino. O sea que desde hoy se puede solicitar, con un límite de hasta cinco meses antes de realizarse las elecciones del 2021.
La dictadura ofrece así una oportunidad para inscribir una casilla fuera de los partidos zancudos actuales, que en apariencia represente las aspiraciones de la revolución de abril 2018. Sin embargo, esto no parece bien visto por los miembros de la Coalición. De cierta manera Kitty Monterrey ya lo había enunciado en entrevista concedida a Danilo Aguirre Sequeira.
Se están rasgando las vestiduras y la denuncian como una maniobra de la dictadura. Todos los medios digitales de la Coalición afirman lo mismo. La razón es que la dictadura les tira por el suelo la excusa de que tienen que ir a elecciones agazapados bajo la cobertura del PLC, del CxL o cualquier otra casilla zancuda actual, diluidos en una alianza amplia en la cual se negocian en secreto cuotas de poder, además de que se garantizan cierto caudal de votos.
Esto mina aún más la credibilidad de la Coalición, que sin verdadero y legítimo apoyo tiende a disiparse o a desintegrarse.