La corrupción como método de lucha del gran capital (Intento de diálogo con un joven excarcelado)

Francisco Larios
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El autor es Doctor en Economía, escritor, y editor de revistaabril.org.

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Francisco Larios: La foto me llena de preocupación y tristeza. Estos jóvenes, dignos y prometedores, en las fauces del lobo, cerca de gente cuyo propósito es corromperlos. En un país tan joven, a veces no conocen los antecedentes de la clase política delincuencial y autoritaria del país tan bien como les hace falta, para no caer en las trampas de los viejos zorros.

Bayron Estrada: Que podemos hacer, ahora todo es malo, todos son malos y todos somos traicioneros. Lamentable lo que nos pasa en este país. Pero aún así no soy enemigo de nadie les quiero a tod@s.

Bayron Estrada: pero también es responsabilidad de uds. de tratar de entender que como Hnos. debemos trabajar juntos en Unidad con tod@s y todos, el objetivo no es quién sale a mi lado o a quién pueda yo ver que florece o se seca como el árbol, yo me siento feliz xq tengo mi conciencia tranquila que hice y hago lo mejor desde lo que puedo.

Hay que trabajar por Nicaragua, por los más pobres y sufridos. Feliz tarde a tod@s.

Francisco Larios: Saludos Bayron Estrada. Mi comentario asume que vos, Dolly Mora Ubago y los otros muchachos son gente, como dije, digna y prometedora. Mi intención es constructiva, en espíritu de amistad y cooperación, y producto de la experiencia y el conocimiento acumulado; espero que más bien te sirva para protegerte.

Lo que me ha dejado preocupado y triste (y a mucha gente que conozco) es que ustedes aparecen sonrientes y satisfechos junto a un señor que francamente es responsable de lo que ustedes mismos han sufrido y el pueblo de Nicaragua continúa y va a continuar sufriendo. Durante décadas ha flotado para su propio beneficio personal en medio de las tragedias del país, siempre arriba, muchas veces en las sombras, de lado a lado, de bando a bando: sandinista, luego «contra» (no de los de rifle en mano, sino de los del mundo «diplomático»), luego cuate de Humberto Ortega, después –no se olviden– arquitecto e ideólogo en la construcción de la actual dictadura, embajador de Ortega en Washington en el período anterior, propagandista del pacto con el poder económico que hizo a Ortega y a los señores del gran capital más ricos de lo que nunca pudieron soñar–«populismo responsable», lo llamaba, otra de esas sandeces perversas para las que tiene habilidad y por las que logra aplausos pero que, o no significan nada, o son maldades escondidas, como «soberanía paralela», o «no arriesgar los ‘intereses vitales’ de Nicaragua para salir de la dictadura.

Su función actual es la de siempre: servir al poder, haciendo lo que sabe, que es aparentar «sentido común» y «sabiduría».

Ni él, ni Chano Aguerri, ni Mario Arana, por mencionar una lista corta, están ahí para ser parte de ese «todos» que supuestamente «luchan» contra la dictadura. Ese es un engaño, peor que el de un alacrán en la camisa. Ellos son constructores de la dictadura, sus intereses están atados–aunque ahora incómodamente–a ella, y buscaron activamente, desde el inicio, impedir que la insurrección cívica derrocara a Ortega. Esto no es especulación, sino información.

¿Qué quieren ahora? Controlar cualquier proceso hacia adelante, aunque esto signifique convivir con Ortega. Van en esa dirección, y van a arrastrar a cuantos puedan en ella, con el enorme poder económico que los sostiene, y al que ellos sirven.

No tienen ni tendrán el menor escrúpulo. Porque no es la primera vez que han sacado provecho a una dictadura, ni la primera vez que han traicionado a la población después de una masacre. Eso es parte de la historia de Nicaragua [Kupia Kumi].

Acordate de las palabras de Monseñor Báez sobre los poderosos que compran conciencias y a quienes no les importa sacrificar la vida humana. Ahí los tenés.

Si yo estuviera en tu lugar -joven, involucrado a alto costo personal en una causa justa- cuidaría mi nombre, me protegería a mí mismo del peligro político que esta gente significa, y sobre todo, estaría alerta, cuidaría mi alma, porque somos humanos, y estos zorros son expertos en corromper, saben cuánta droga darle a la vanidad de cada quién, empezando incluso por dosis pequeñas: un viaje aquí, un almuerzo allá, las cámaras, las apariciones, las reuniones ‘importantes’, la figuración, el trato especial de un ‘enviado’ como Cruz, y si te descuidás en unos meses o años estás atrapado, y has empezado a justificarte a vos mismo las cosas que antes criticabas; al final pierde uno el pudor y deja de justificarlas, y ya para entonces ha cruzado sin remedio hacia la pudrición moral.

A muchos pasa, y a todos nos puede pasar. Así que no tomés a mal estos comentarios, tomalos mejor como lo que son, como información que puede salvarte, que te entrego con respeto y en un espíritu de amistad.

Y en serio, busquen los antecedentes de las personas que andan alrededor de ustedes, porque el diablo no es feo ni el lobo muestra siempre los colmillos, y el zorro pierde todo menos las mañas. Yo te aseguro, como dije en mi comentario original, que te vas a dar cuenta que están en las fauces del lobo, en una cueva de ladrones.

Lo siento, la verdad nos hace libres. Te dejo un abrazo.


Francisco Larios: Bayron Estrada, Dolly Mora Ubago, ¿qué piensan de este comentario de Yaser Morazán en Revista Abril?: “Arturo Cruz es la personificación en vida de la fusión entre el gran capital y el FSLN, es el ejemplo de lo que les estoy describiendo. Un arlequín de la política criolla que sirvió como embajador del sandinismo en Washington del 2007 al 2009, incluso llegó a afirmar de forma pública que la gestión del régimen Ortega-Murillo era «populismo responsable». Esto sería el equivalente a que dentro de 10 años, el actual embajador sandinista en Washington nos venga a dar clases de DEMOCRACIA, ¡PAR FAVAR!»

¿Creen que es cierto, o falso? Y si es verdad ¿creen posible la unidad con la «fusión entre el gran capital y el FSLN»?

Francisco Larios

El autor es Doctor en Economía, escritor, y editor de revistaabril.org. Artículos de Francisco Larios