LA MASACRE DEL 22 DE ENERO DE 1967
¿QUIÉNES PROMOVIERON LA MOVILIZACION Y CON QUÉ FIN?
Los hechos acaecidos el domingo 22 de enero de 1967, en la Avenida Roosevelt y recordados como “La masacre del 22 de Enero” se dieron en el contexto de la Guerra Fría (1947 hasta 1991) que se caracterizó por conflictos económicos, políticos, militar entre los Estados Unidos y la Unión Soviética.
La política de Estado de los Estados Unidos incidió en el diseño político de los sistemas de gobierno de América Latina con la finalidad de evitar que el Este ejerciera influencia sobre el Continente Americano e impedir que los gobiernos de la región latinoamericana establecieran relaciones diplomáticas con la Unión Soviética.
También, promovió enfrentar y derrotar el avance de las organizaciones populares que demandaban libertad de expresión, de organización política y sindical, mejores condiciones laborales y salarios justos. Con este propósito la Central de Inteligencia Americana (CIA) sobornó a políticos de la región e infiltró a sus Agentes que bajo sus directrices lograran neutralizar los objetivos de lucha de los pueblos.
El Partido Socialista Nicaragüense (PSN), fundado en 1944, enarbolando las banderas proletarias gozaba de gran respaldo de los trabajadores y amplios sectores populares. Razón por la cual se convertía en un objetivo prioritario para la Central de Inteligencia Americana y en ese afán infiltró en el PSN a los agentes Abdul Sirker y Nicolás Arrieta para disolverlo y neutralizar su fuerza de lucha.
Como consecuencia de las infiltraciones y sobornos, el PSN pasaba duras pruebas en la década de los sesenta, hasta llegar a fraccionarse. Parte de la dirigencia, según fuentes de aquella época, figuraban como informantes en listas de la OSN (Organización de inteligencia del gobierno somocista). A este grupo se les llamó el ala oficialista. Fiel a sus principios los militantes y miembros de la dirección que se mantenían a favor de los trabajadores y el pueblo, conformaron a lo que se le llamó el ala obrera. Cabe mencionar que los militantes del PSN, eran de origen social proletario. Y que por sus filas pasaron estudiantes que creían en la lucha armada contra el régimen.
QUIÉNES SON LOS RESPONSABLES?
La masacre del 22 de enero de 1967, ocurrió en el contexto de la campaña electoral. Se disputaban la presidencia los líderes de las mal llamadas paralelas históricas, el Partido Liberal Nacionalista (PLN) que tenía como candidato al general Anastasio Somoza Debayle y el candidato “opositor” del Partido Conservador de Nicaragua (PCN) el doctor Fernando Agüero Rocha. En esa campaña electoral Fernando Agüero Rocha había ganado un enorme respaldo político del pueblo por el discurso confrontativo que durante la campaña había usado frente al discurso continuista de la familia Somoza en el poder. En los cierres de mítines, pregonaba que “¡frente al fraude, la rebelión del pueblo!”, que si Somoza hacia fraude robándose las elecciones, sólo quedaba la rebelión del pueblo. Los discursos encendidos de Agüero habían conmovido la conciencia popular y esas palabras gozaban de gran respaldo de los diferentes sectores sociales. Desde el principio, la opinión general era que Agüero iba a barrer a Somoza en los comicios del 5 de febrero del 1967.
Las organizaciones populares, entre ellas el viejo Partido Socialista Nicaragüense (PSN), decidieron apoyar la candidatura de Fernando Agüero Rocha para ponerle término al continuismo dinástico de la familia Somoza. Bajo ese anhelo de democratización del país, el viejo PSN participaba apoyando y haciendo campaña en favor de la victoria electoral de Agüero. Eso preocupó enormemente al Departamento de Estado de los Estados Unidos que veía la posibilidad de que su testaferro y candidato Somoza Debayle perdiera el poder dinástico lo que pondría en peligro la influencia política de los Estados Unidos en Nicaragua. Inusitadamente el Departamento de Estado invitó al candidato Agüero a visitar los Estados Unidos. Tras el regreso a Nicaragua, Agüero vino retrechero, ya en los mítines de campaña sus discursos dejaron de ser confrontativos.
Ante este nuevo panorama político, frente a la inmediata movilización del cierre de campaña electoral, el Camarada Juan Lorío, dirigente y miembro del Comité Central, solicitó de urgencia una Asamblea Nacional, para examinar la situación planteada: la posibilidad de una componenda política del Partido Conservador y Fernando Agüero con el somocismo, el viraje traidor de la campaña electoral, el peligro de entregar al somocismo el creciente y combativo movimiento obrero y el movimiento campesino que pujaban por un proceso electoral y profundos cambios democráticos a favor de la sociedad. Estos planteamientos analizados acuciosamente por la Asamblea, fueron respaldados por los dirigentes Elí Altamirano, Manuel Pérez Estrada y Augusto Lorío y militantes que asistieron.
La concentración nacional convocada por el dirigente conservador Fernando Agüero Rocha y el Partido Conservador de Nicaragua fue apoyada por el Partido Socialista Nicaragüense (PSN) encabezada por Domingo Sánchez Sancho, Domingo Vargas, y los líderes de la Confederación General del Trabajo (CGT) y el Sindicato de Carpinteros Albañiles Ayudantes y Similares (SCAAS) que encabezaban Carlos Salgado y Alejandro Solórzano. El panorama que asomaba era de peligro para los manifestantes y para el pueblo porque ya se preveía la confabulación de esta traición y las infiltraciones de quinta columnas, bajo el control de los oficialistas.
Llegado el día de la movilización los camaradas del ala obrera formaron piquetes que se distribuyeron a lo largo de la movilización para prevenir a los manifestantes del peligro que acechaba logrando evacuar a una parte de los manifestantes.
La ruta programada de la movilización era hacia la Plaza de la República. Pero grupos de insensatos desviaron la movilización hacia la Casa Presidencial de la Loma de Tiscapa, donde se encontraron con soldados de la GN. El teniente Sixto Pineda Castellón con mangueras de alta presión desde un camión de bomberos lanzó agua sobre los manifestantes, en el acto se escuchó un disparo que segó la vida al Teniente Pineda Castellón. No se supo con certeza quién disparó.
La Guardia Nacional abrió fuego contra los manifestantes dejando muertos, heridos y encarcelados. Los manifestantes corrían y eran alcanzados por la Guardia. Nunca se supo con exactitud la cantidad de muertos. La Cruz Roja daba una cifra de 200 muertos, pero testigos calculan a más de mil muertos dispersos en las calles durante toda la noche; al día siguiente los ciudadanos que pasaban por ahí, pudieron verlos apilados. Las cunetas sirvieron de cauce de la sangre derramada de los asesinados. Fueron hechos prisioneros, aproximadamente cincuenta. Los manifestantes ignoraban que los llevaban a un enfrentamiento armado, que desviarían la movilización hacia la Casa Presidencia y que repartirían armas.
Esta traición al pueblo de Nicaragua provocó fuertes debates y enfrentamientos ideológicos y físicos entre las dos fracciones del Partido Socialista Nicaragüense (PSN). La fracción oficialista expulsó a los camaradas de la fracción obrera, quienes pasaron a conformar el Partido Obrero Socialista Nicaragüense (POSN) que funcionó durante dos años dedicados a la elaboración de los documentos fundamentales para fundar el Partido Comunista de Nicaragua (PC de N) el 13 de diciembre de 1970.
Fernando Agüero Rocha y el Partido Conservador consumaron el pacto con el dictador Anastasio Somoza. El pacto fue llamado “Kupia-Kumi”. Las paralelas históricas terminaron uniéndose para cumplir con las directrices de Estados Unidos de acabar con la organización del pueblo.
Este pacto demostró que estas dos corrientes políticas eran mal llamadas paralelas históricas, porque convenientemente pactaban para cumplir con sus objetivos económicos y políticos. Así ha quedado registrado en la historia de Nicaragua.
Comité Central
Partido Comunista de Nicaragua (PC de N)
22 de enero, 2025