La «realeza» desnuda
Erick Aguirre
Poeta, narrador y ensayista. Periodista, editor y columnista en periódicos de Nicaragua y Centroamérica. Miembro de número de la Academia Nicaragüense de la Lengua y miembro correspondiente de la Real Academia Española.
Nunca como hoy el poder ha estado tan desnudo. La posibilidad de mostrar sus rasgos ocultos, las raíces con las que se engarza en nuestro entorno y que antes no estaban a la vista o solo se hacían sentir en las distintas formas con que cotidianamente han sido limitadas nuestras vidas y conculcados nuestros derechos, está ahora al alcance de una toma hecha desde un teléfono móvil.
Eso trajo Abril a Nicaragua: una revolución moral, cultural y política sustentada en el libre y multitudinario intercambio de ideas, impresiones, emociones, imágenes y planteamientos formulados de forma absolutamente libre e irrestricta.
Las fotografías que aquí reproducimos han sido compartidas por miles, quizá millones de nicaragüenses en las redes sociales. Y son solo una muestra, apenas un atisbo de lo que ahora es y seguirá siendo expuesto al escrutinio público sin la intervención de poderes mediáticos desde donde se acostumbra interponer filtros que disciernen lo que para el poder es o no conveniente difundir.
El CLAN SOLÍS
Una de las fotografías muestra al flamante asesor económico de la dictadura, Bayardo Arce, en una típica escena familiar, durante una boda a la que asistieron no pocos millonarios nicaragüenses. Lo acompaña su esposa Amelia Ibarra, hija de Amilcar Ibarra-Rojas, ex-viceministro de la Presidencia durante el gobierno de Violeta Barrios de Chamorro, quien se convirtió en su socio en el más grande negocio de importación de arroz en Nicaragua (Agricorp).
También aparece, entre otros, Jorge Solís Argüello, ejecutivo del Cosep, últimamente célebre por su papel como mediador en el diálogo entre la dictadura y la Alianza Cívica. Socio de la familia Ortega Murillo en varios negocios millonarios, Solís Argüello es hijo de Jorge Solís Farias, director de Petronic y presidente de Telcor durante el gobierno cleptómano de Arnoldo Alemán.
Solís Farias fue procesado en el 2002 por fraude, malversación de caudales públicos e instigación y asociación para delinquir en perjuicio del Estado. Ese mismo año huyó del país, aunque regresó pocos años después, cuando la «juez» orteguista Juana Méndez declaró nulo el juicio y dejó sin efecto una orden de captura en su contra.
LAS BODAS CHAMORRO-ORTEGA
Para algunos resulta extraño que en el intrincado árbol genealógico del poder en Nicaragua emerja ahora una rama Chamorro-Ortega, dos apellidos que tanto resiente nuestra historia. Pero su unión está allí a la vista en estas fotografías. La familia Chamorro celebrando la boda de una de sus miembros con el hijo del ex jefe del Ejército y ex miembro del Directorio Sandinista Humberto Ortega.
Se especula que actualmente ambas familias comparten sociedad en un complejo comercial en la carretera Managua-Masaya, donde hasta hace poco funcionaba una radioemisora propiedad del hijo de Ortega, quien ha intentado hacer carrera como cantante y en una de estas fotos aparece junto a su ex poderoso padre, acompañado también de su esposa y de su madre, la costarricense Ligia Trejos, sobrina del ex presidente de Costa Rica, José Joaquín Trejos, y miembro de una poderosa e influyente familia en ese país.
UNA MISIÓN PELIGROSA
En las imágenes del ambiente en ambos eventos, se ven moviéndose figuras hoy día muy notables. Desde José Adán Aguerri, presidente eterno del Cosep, operador del gran capital nicaragüense, aliado de Ortega, y líder de la Alianza Cívica, hasta el maquiavélico Nuncio Stanislaw Waldemar, compañero de boliche de Jorge Solís; además de Arturito Cruz, ideólogo de la Alianza Cívica, hijo de uno de los miembros de la Junta de Gobierno en los años ochenta, ex esposo de una hija de Humberto Ortega, cuate del buen hermano del dictador, «opositor» también, como Arturito.
Hay que reconocer que casi todos asumen con seriedad la peligrosa misión de vivir en bacanales con la élite corrupta.