La represión, única forma de subsistencia de los OrMu
Esto no es un debate político, se trata de la defensa de los derechos humanos, inherentes e inalienables a la dignidad de las personas. por lo tanto, irrenunciables. es deber de los nicaragüenses defenderlos.
Nicaragua sangra por los cuatro costados. El régimen ORMU despótico y totalitario, en su escalada criminal, quiere arrebatar al pueblo lo que es inalienable desde que nacemos: los derechos humanos, la libertad de expresión, de movilización, de elegir credo político y religioso. Imponiendo lo que debemos pensar, sentir y actuar, pretendiendo el sojuzgamiento de la voluntad del pueblo.
El régimen ORMU, viejo y caduco, que se resiste a morir, totalitario y autocrático, es ciego y sordo ante las demandas de los ciudadanos; viene arreciando los atropellos contra todos los que se manifiestan libres de conciencia y espíritu cuyos anhelos es ver a su patria Nicaragua democrática, justa y próspera que cubra a todos los nicaragüenses independientemente de su opción política, religiosa, filosófica o estatus social.
La embestida contra la Iglesia Católica dirigida a los obispos, sacerdotes, feligreses y laicos es porque se manifiestan en defensa de la dignidad de los nicaragüenses, enfocados en la promoción humanista, civilista, de respeto al pluralismo y progreso social permanente. Loable tarea que hacen con el espíritu de justicia y amor al prójimo.
El Partido Comunista de Nicaragua condena la violación a los Derechos Humanos y las fascistas acciones que el gobierno viene imponiendo a los jerarcas de la Iglesia Católica, los Obispos y Sacerdotes, con el afán de quebrantarles sus principios y dignidad, intencionadamente, para convertirlos en su séquito religioso. En todas las Iglesias Católicas del país las fuerzas de la Policía se han presentado a los templos con la amenaza de que si contradicen las restricciones que el gobierno les imponen sufrirán las consecuencias; como han hecho con los sacerdotes que se encuentran presos o en el exilio forzado, como el Obispo Silvio Báez; la expulsión al Nuncio Apostólico, Monseñor Waldemar Stanislaw Sommertag; el Padre Edwin Román, de la Parroquia San Miguel Arcángel de Masaya; las Religiosas de la Orden de la Caridad, Monjitas de Santa Teresa de Calcuta; el insólito proceso judicial contra el sacerdote Manuel Salvador García Rodríguez; la captura a Monseñor José Leonardo Urbina, Párroco de la Iglesia del Perpetuo Socorro de Boaco, citado por la Policía para una entrevista y arbitrariamente trasladado a las celdas del Chipote en Managua, por un presunto delito; a la Conferencia Episcopal de Nicaragua que fue acusada de terrorista y golpista por su papel mediador en la Insurrección Cívica de Abril; y en forma particular y directa el acoso a los jerarcas Monseñor Mata y Monseñor Rolando Álvarez, secuestrado con sacerdotes y feligreses en la Catedral de Matagalpa.
Los nicaragüenses y amigos de nuestra lucha, que están dentro y fuera del país, debemos superar las diferencias ideológicas y políticas, unirnos en una sola voz en defensa de los derechos humanos; y exigir la Libertad de todos los secuestrados políticos.
Expresamos nuestra profunda solidaridad a la Iglesia Católica, a la Conferencia Episcopal de Nicaragua, como autoridad de la Iglesia, a los Obispos, sacerdotes y feligreses, y a Monseñor Rolando Álvarez Lagos e instamos a mantenernos firmemente cohesionados ante las violaciones del despótico régimen Ortega-Murillo.
¡¡Exigimos cese a la represión!!
¡¡Libertad para todos los secuestrados políticos!!
Comité Central
Partido Comunista de Nicaragua (PC de N)
Completamente de acuerdo con tu pensamiento.