La unidad necesita confianza
Augusto Centeno Garmendia
Estudiante de la carrera de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales, expulsado por razones política de la UNAN-Managua. Miembro de la Coordinadora Universitaria y Propuesta Ciudadana.
Muchas son las cosas con las que no estoy de acuerdo respecto al modelo organizacional y de elección de las plataformas políticas que intentan hacerle oposición al régimen de Ortega. Primordialmente de la diatriba de lo que ellos consideran «unidad».
No estoy de acuerdo con la prepotencia con que intentan someter a los más jóvenes. Nosotros también tenemos una visión para salir de la crisis sociopolítica.
No me siento representado o identificado con las agendas o propuestas que presentan, tampoco con aquellos que se sienten unos iluminados y nos dividen en grupos.
No pueden construir un nuevo país y esperan que repitamos sus discursos para recibir palmaditas en la espalda como niños buenos.
No soporto o tolero a los que le han puesto precio a su conciencia y se han vendido al clientelismo y servilismo de los grupos de poder. Tengo animadversión hacia quienes supeditan sus intereses por encima de la gran mayoría de los nicaragüenses.
No apoyo a los que utilizan como retórica la democracia y una nueva cultura política cívica, cuando en la práctica tienen intereses ocultos, aparentando benevolencia.
Estoy en desacuerdo con la burbuja con que las organizaciones construyen su visión de la crisis, excluyendo a los nicaragüenses de pie, y terminan por interpretar incorrectamente las necesidades reales de la gente.
La democracia inicia desde lo micro hasta llegar a lo macro. Es decir, si a lo interno de sus organizaciones no son capaces de entenderse y escucharse, actuar apegados a lo políticamente correcto, van a llegar a replicar lo mismo cuando lleguen al poder.
No soy de la idea que las elecciones son una solución a la crisis política y que después de Ortega el país comenzará a avanzar en la senda del desarrollo. La democracia no solo son elecciones. Nuestros problemas son estructurales, algunos de ellos tienen épocas.
Salir de Ortega es una prioridad, pero más importante es construir un proyecto país que nos de un horizonte para afrontar los problemas que agobian a los nicaragüenses.
La unidad no se construye haciendo más estructuras burocráticas, como la supuesta coalición opositora. La unidad se logra cuando podemos construir consensos con la diversidad de propuestas que existen. La agenda país y gran capital es incompatible.
Tampoco estoy de acuerdo con aquellos que trafican y se lucran de la lucha estudiantil. La agenda universitaria o educativa es el pilar fundamental del nuevo país al que aspiramos.
El próximo gobierno no vendrá a resolver los problemas de las universidades públicas y privadas, es una labor de los estudiantes, desde sus recintos.
La unidad necesita como base la confianza, no etiquetas. El próximo gobierno debe ser de TODOS.