La verdadera dimensión de Morazán
Carlos A. Lucas A.
Publicado con permiso del autor. Este artículo apareció anteriormente en la edición del 6 de octubre de 2009 de El Nuevo Diario (http://www.elnuevodiario.com.ni/opinion/58825) de Nicaragua.
Alta es la noche y Morazán vigila.
-Pablo Neruda
El 3 de octubre celebramos la fecha del nacimiento del último presidente de la República Federal de Centroamérica, el General Francisco Morazán Quezada. Quizás el término “unionista” con el cual se le suele calificar le quita mucho de lo significante e histórico que resulta su gesta por la defensa, no solamente del proyecto federalista, sino de un régimen liberal para Centroamérica, en las épocas en la que le tocó jugar el papel de Asistente del Alcalde de Tegucigalpa (1821), Capitán improvisado de las milicias de Tegucigalpa opuestas a la anexión de Centroamérica al imperio de Iturbide (1822), miembro de la Asamblea Constituyente y Secretario General de las todavía “Provincias Unidas de Centroamérica”, (1824), Jefe de Estado de Honduras (1827), triunfador en sus tomas de El Salvador y Guatemala contra la reacción clerical, conservadora y dos veces como Presidente electo de la República Federal de Centroamérica (1829); y luego, disuelta la Federación,como Jefe de Estado electo de El Salvador (1839), exiliado en Perú y Panamá (1840), Jefe Supremo de Costa Rica al haber derrocado al autoproclamado Jefe vitalicio Braulio Carrillo (1842), y en ese cargo, fusilado sumariamente en San José de Costa Rica, en el hoy Parque Morazán, el 15 de septiembre de 1842.
Libertador, Reformador, Federalista, por lo tanto, serían términos más descriptivos que el simple “unionista”. De hecho, la vida pública de Morazán nace con la independencia de las Provincias Unidas de Centroamérica contra España, el 15 de septiembre de 1821, y muere con el fusilamiento del líder y su proyecto de una república liberal y federal para Centroamérica, ese irónico y dramático 15 de septiembre de 1842.
El asesinato de Morazán era una consigna lanzada desde las élites, fundamentalmente conservadoras y clericales de Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua, y hasta los liberales en Costa Rica. De esa manera se pretendía liquidar cualquier posibilidad de federalismo, asesinando a su ícono histórico.
Pero no era una simple reacción anti federalista contra Morazán, sino una respuesta esencialmente reaccionaria contra las transformaciones planteadas por el líder, impulsadas desde su cargo de Presidente de la República Federal de Centroamérica o como Jefe de Estado en El Salvador, Guatemala, Honduras, Costa Rica.
Influenciado por la revolución de 1776 en Norteamérica, la de 1789 en Francia, la Constitución de Cádiz de 1812, fuera como Presidente de la Federación o como Jefe de Estado en casi todos los hoy países centroamericanos, Morazán defendió o implantó el derecho ciudadano a la educación, adoptando el sistema de las escuelas inglesas, se inspiró en el Código de Comercio estadounidense, inició la formación de un ejército profesional federal, introdujo el sistema de juicios por jurado, reubicando la figura del juez, eliminó el fuero militar y eclesiástico en los delitos, haciendo a todas las personas iguales ante la ley, formuló un sistema electoral, otorgó la ciudadanía a los mayores de 18 años, garantizó las libertades ciudadanas, estableció prisión solamente por orden legal (48 horas de detención antes de presentar acusación), eliminó los diezmos y cargas de la iglesia a la población, confiscó conventos y heredades de órdenes religiosas, parroquias y obispos, defendió la libertad de cultos, reconoció facultades restringidas del Estado para limitar las libertades públicas, aun en condiciones de amenaza al orden público. Buena parte de estos avances quedaron plasmados en la Constitución de la República Federal de Centroamérica de 1824-1835.
Fue ante estos planteamientos, de avanzada con respecto al status quo heredado del coloniaje, que las élites conservadoras reaccionaron espantadas, pretendiendo destruirlas por las armas, con el pelotón militar que apuntara su fuego al digno General, sin vendas, nacido en Tegucigalpa, fusilado en San José, que descansa ahora en San Salvador. Libertador, Reformador, Federalista. Realmente, el primer ciudadano y jefe de la Utopía Centroamericana.
Referencias en línea:
1. Muchos de los detalles conspirativos de su asesinato.
2. Una obra que trata de justificar desde los intereses nacionalistas costarricenses, el sacrificio de la vida de Francisco Morazán.
3. En esta nota, de Silvia Elena Molina hay un acercamiento a las condiciones geopolíticas a las que se enfrentó Francisco Morazán y su pensamiento, reflejando su pionera visión sobre una entidad federal para potenciar las capacidades de las pequeñas provincias centroamericanas.