Luchar ahora o pagar mañana
Yaser Morazán
«Mientras unos parásitos aprovechados ven en la insurrección popular de abril una plataforma política para promover elecciones en las actuales condiciones, lo cierto es que en una realidad paralela el dictador ya les dejó claro que no pretende entregar el poder a través de vías democráticas, porque si no hay plomo. ¿Por qué se hacen los sordos, ciegos y mudos y siguen con su plan electorero? Ah, sí, ya recordé: se conforman con las asignaciones presupuestarias entregadas postelecciones y las diputaciones regaladas que les permiten seguir pagando el salario de sus caudillos. Payasos, ridículos».
La realidad en Nicaragua es agridulce y las decisiones que tenemos que aprender a tomar, también.
Hoy me desperté contento a las 5:30 a.m. porque después de mucho trabajo y esfuerzo colectivo se nos llegó el día para el taller de «Autoempleo para jóvenes nicaragüenses exiliados», algunos de ellos activistas de derechos humanos, líderes en tranques y toma de recintos. Pero ¿cómo empezar un taller «sonriente» y transmitir un mensaje de esperanza cuando en Nicaragua han arrestado a más de 10 personas por el «delito» de repartir agua?
Mientras unos parásitos aprovechados ven en la insurrección popular de abril, misma en la que no participaron (dirigentes de partidos políticos, empresarios, algunos miembros de la Alianza, etc.), una plataforma política para promover elecciones en las actuales condiciones, lo cierto es que en una realidad paralela el dictador ya les dejó claro que no pretende entregar el poder a través de vías democráticas, porque si no hay plomo.
Y entonces ¿por qué se hacen los sordos, ciegos y mudos y siguen con su plan electorero? Ah, sí, ya recordé: se conforman con las asignaciones presupuestarias entregadas postelecciones y las diputaciones regaladas que les permiten seguir pagando el salario de sus caudillos. Payasos, ridículos.
Esta realidad extrema nos pasará la cuenta de forma gradual. Uno a uno deberemos tomar decisiones complejas, como un paro nacional indefinido, huelga nacional, desobediencia civil, etc., o de lo contrario cada individuo y familia en Nicaragua deberá ir evaluando otras medidas que le garanticen «seguridad» a sus integrantes, ya sea callarse el pico para mimetizarse con la realidad, exiliarse o migrar.
Porque en Nicaragua terminará pasando lo que la Alianza Empresarial ha querido esquivar: confiscaciones, robos de empresas, expropiaciones, más pobreza, desigualdad social, aumento de la delincuencia común, balas, etc.
Nota: Fingir que nada pasa no solucionará los problemas, sino todo lo contrario: los aumenta.