Mensaje a la juventud azul y blanco
María José Zamora Solórzano (Ciudadana Z)
«Jóvenes: no sean partícipes de lo que claramente es la salida conveniente para los asesinos del pueblo. Únanse en una coalición, campesinos y jóvenes; pidan formalmente las sanciones para los Ortega Murillo, los altos mandos del Ejército y los colaboradores del dictador. Juventud, no se dejen utilizar. Si la clase política va a sostener la «escalera de la impunidad» para que los Ortega Murillo continúen viviendo en Nicaragua y gozando de sus millones robados, ustedes deberán ser quienes lideren el verdadero cambio en Nicaragua».
Querida juventud azul y blanco, mujeres, hombres y adolescentes que encendieron la llama de la rebelión de abril, con el valor y la generosidad que solamente puede nacer de los jóvenes:
Les pido se detengan y reflexionen antes de continuar inmersos en la podredumbre politiquera en la que se hunde Nicaragua.
Por favor, regresen al origen de la revolución azul y blanco, olvídense de todo lo dicho y todas las «negociaciones» con el genocida. Por favor, den la espalda a los que mueven los hilos de la política y en donde ustedes son un elemento «útil» para ellos venderse como «la solución», «el camino», «la vía pacífica».
No permitan que Daniel Ortega y su familia continúen irrespetando el suelo patrio y el pendón bicolor que sí está teñido con sangre de hermanos. No permitan que las cámaras, las reuniones con personajes importantes, los viajes, las entrevistas, etc., los distraigan y los hagan olvidar el porqué de la rebelión de abril del 2018, que ustedes organizaron y defendieron con la vida.
Siempre recuerden las palabras de Lesther Alemán, cuando le dijo en su cara al carnicero de El Carmen que tenía que irse. Y deben decir esto como una oración: todos los días. No sé en qué momento esas palabras de Lesther Alemán, quien dijo lo que la gran mayoría de nicaragüenses queríamos decir, se pusieron a un lado y empezó la nefasta «negociación-diálogo» o como se le quiera llamar al hecho de darle oportunidades al tirano de tomar fuerzas y planificar su próxima jugada.
El responsable de crímenes de lesa humanidad, Daniel Ortega, está hoy por hoy con el control del país en sus sucias manos. Porque no se hicieron las cosas como tenían que hacerse, porque el Ejército sandinista lo protege, la Policía lo protege y todos los poderes del Estado lo sirven.
Juventud, salgan de ese juego sucio. Formen su propia coalición, pidan las sanciones ya para estos criminales. Si tienen que salir del país por seguridad, salgan, pero no sean parte de este «arreglo» entre cúpulas. Ustedes pusieron los muertos, ustedes se unieron a la lucha campesina, ustedes están políticamente limpios, no se embarren.
Ustedes tienen la fuerza moral para exigir que el cambio sea de raíz, y no una componenda entre cúpulas.
Sería genial que La Prensa, La Corporación, Café con Voz, Confidencial y todos los noticieros independientes se den a la tarea de volver a presentar los videos donde aparecen las atrocidades cometidas por la dictadura. Para que se comprenda que:
- No puede haber elecciones con Ortega en el poder.
- Ortega y su familia tienen que ser desterrados de Nicaragua. Igual que Anastasio Somoza Debayle se tuvo que ir, así mismito la familia Ortega Murillo tiene que irse al exilio, para que casi cien mil nicaragüenses puedan regresar al país.
- Se debe conformar una coalición para gobernar interinamente al país, mientras se organizan las elecciones.
- Los altos mandos del Ejército y la Policía deben ser desterrados con sus patrones.
- El nuevo gobierno deberá sanear la Policía y abolir el Ejército sandinista. No necesita el pueblo de Nicaragua un ejército para que lo oprima.
Recuerden, jóvenes, a la familia del barrio Carlos Marx que fue calcinada y que cuando los vecinos quisieron ayudar la Policía les disparó. Murieron infantes, ancianos y jóvenes. ¿Van a olvidarse de eso?
Recuerden a Alvarito Conrado y a todos los jóvenes que fueron asesinados por la dictadura.
Piensen en la vida de esas familias a quienes les arrebataron la alegría del hogar, los sueños de una vida (la vida de una juventud que quiere estudiar, trabajar, hacer una familia). Piensen en esas familias que llorarán por el resto de sus vidas la ausencia y el vacío de esos jóvenes, de esos niños…
Piensen en la vida actual de sus compatriotas.
La dictadura ha subido las tarifas de luz arbitrariamente. El agua es racionada por días. Los impuestos han subido escandalosamente. La Policía está prácticamente asaltando a la ciudadanía con multas inventadas. Y, lo peor, continúan asesinando campesinos y encarcelando a ciudadanos inocentes.
Jóvenes, no sean partícipes de lo que claramente es la salida conveniente para los asesinos del pueblo.
Únanse en una coalición, campesinos y jóvenes; pidan formalmente las sanciones para los Ortega Murillo, los altos mandos del Ejército y los colaboradores del dictador.
Juventud, no se dejen utilizar.
Recuerden a sus amigos y a la juventud que ofrendó su vida por esta lucha; a los reos políticos, a los desaparecidos y a los exiliados en Costa Rica, quienes están sufriendo moral y económicamente.
Si la clase política va a sostener la «escalera de la impunidad» para que los Ortega Murillo continúen viviendo en Nicaragua y gozando de sus millones robados, ustedes deberán ser quienes lideren el verdadero cambio en Nicaragua.