Miguel de Cervantes: 5 años cautivo y esclavo en argel
María Teresa Bravo Bañón
“ Dios mío ¿Dejaremos de ser alguna vez un pueblo que anda medio a ciega, cuando no a trompicones?, Si es que en el pasado fuimos capaces de hacer algo razonable ¿No lo podemos intentar de nuevo ? Porque Cervantes está en la historia, en nuestra historia. Y pienso que bien puede radicar ahí nuestra esperanza”
Ortega y Gasset
Mi fascinación por la biografía de Cervantes es bien conocida. El primer libro que me gané en un certamen infantil, del día del libro, con 8 años fue un Quijote; pero además, mi padre se lo leía casi cada año y en sus últimos años de vida llevó a cabo una gesta inconmensurable : la de traducirlo al catalán, con un diccionario y una gramática.
Ver las imágenes de los vandalismos contra la estatua de Cervantes me tocó el corazón. Don Miguel fue un ejemplo de lucha contra la adversidad. Un hombre que nunca tuvo suerte , lleno de contrariedades y sinsabores, luchando siempre por sobrevivir, escaso siempre de bienes materiales, teniendo que conoció las heridas de guerra, la miseria, la cárcel y lo peor de todo : el cautiverio, es decir , convertirse de la noche a la mañana de ser un hombre libre a ser vendido como esclavo en un mercado, arrastrando una larga cadena que le impedía la fuga.
MIGUEL DE CERVANTES, PRÓFUGO DE LA JUSTICIA
Miguel huyó de España puede que por un duelo por haber herido a un tan Antonio Sigura, puede que el motivo fuera por el honor en entredicho de sus hermanas . En El archivo de Simancas aparecen los nombres de los jueces que lo juzgaron y la sentencia atroz al que lo condenaron .
“El dicho Miguel de Cervantes, por los dichos nuestros alcaldes de Casa y Corte, fue condenado a que , con “ vergüenza pública “ le sea cortada la mano derecha”. Significaba el horror perder la mano derecho en un cadalso de la plaza pública. Este documento no fue descubierto hasta el siglo XIX con gran revuelo en la sociedad de entonces.
Pues sí, Miguel de Cervantes fue prófugo de la justicia , cuando solo tenía 21 años. La justicia era lenta y le dio tiempo a escapar primero a Andalucía donde tenía familia, luego se incorporó a los tercios españoles embarcándose en una nave hacia Nápoles donde los tercios viejos relevaban a los que luchaban en Flandes. Esperando que al desaparecer unos años de la Corte de Madrid se olvidarían de las órdenes de busca y captura y la sentencia que se descubrió en el archivo de Simancas.
MIGUEL DE CERVANTES, HERIDO EN LEPANTO
En Italia se embarca en la gran aventura que marcó su vida, a bordo de la galera Marquesa hacia la batalla de Lepanto, al mando de Don Juan de Austria, hermanastro de Felipe II. Es un joven con ideales y ansias de gloria. Se preparaba la gran batalla contra Solimán con aires de cruzada nuevamente . Las galeras eran naves que surcaban el Mediterráneo a golpe de remo de forzados, o galeotes. Ser galeote, desde la más remota antigüedad, nunca era por gusto o trabajo, era por cautiverio, por esclavitud, por prisionero de guerra, por tanto una masa humana condenada a muerte, que no lograba sobrevivir más de 5 años. Se les encadenaba al banco porque siempre eran hostiles y podrían sublevarse, si tenían a sus compatriotas cerca, en otras naves de Solimán y vigilados constantemente bajo el látigo inclemente. Si la galera se hundía, se ahogaban todos.
200 galeras formaban aquella impresionante flota con más de 30.000 soldados que podrían compararse como los “marines “ de la época.
Sucedió entonces , que Miguel se encontraba enfermo, combatido por la fiebre, postrado, con calenturas y fue dado de baja de servicio; pero oyendo los cañonazos y el fragor de la lucha no pudo aguantar su ímpetu y pidió a sus superiores permiso para combatir.
Lo sabemos por otro soldado , Gabriel de Castañeda, que así lo relató:
“El dicho Miguel de Cervantes estaba malo de calentura, sus propios oficiale lo apartaron de la refriega y le pidieron que no pelease y se retirase e baxase debaxo de cubierta de dicha galera, porque no estaba para pelear; pero él dixo :
Más vale pelear en servicio de Dios e de su magestad e morir por ellos, que no baxarme yo so cubierta”.
Los oficiales se avinieron al razonamiento poniéndole en primera línea de fuego, donde pudiera combatir al enemigo, le entregó el lugar del esquife,al mando de un pelotón de 12 soldados .
Adonde vie este testigo que peleó muy valientemente como buen soldado contra los dichos turcos, hasta que e acabó dicha batalla, de donde salió herido en el pecho de un arcabuzazo y de una mano que quedó estropeada”.
Él mismo también nos lo relata años más tarde en La epístola a Mateo Vázquez:
“El pecho mío de profunda herida
sentía llagado y la sinistra mano,
estaba ya por mil partes rompida;
pero el contento fue tan soberano
que a mi alma llegó, viendo vencido
el crudo pueblo infiel, por el cristiano;
que no echaba de ver si estaba herido,
aunque era tan mortal mi sentimiento
que a veces me quitó todo el sentido”
Fue trasladado a Mesina, Sicilia, donde había un importante hospital, Spedale General, permaneciendo convaleciente durante seis meses . Don Juan de Austria, celoso que sus soldados heridos fueran debidamente atendidos en la gran batalla de Lepanto, orgullo de toda la cristiandad ordenó que les curase y atendiese el Doctor López de Madera, su médico personal, veterano, buen conocedor de su oficio, especialista en heridas de guerra y gran eminencia de la época, distinguido por Carlos V. Quizás le ayudó a sanar sin más complicaciones y a evitar que le seccionaran el brazo izquierdo.
En Abril de 1572 se incorporó al tercio viejo de don Lope de Figueroa, célebre después porque lo inmortalizó Calderón de la Barca en El Alcalde de Zalamea, interviene en varias acciones bélicas por las costas de Túnez hasta que los turcos se retiran y vive en Nápoles , una ciudad que le enamora. Con él está también su hermano Rodrigo.
MIGUEL DE CERVANTES CAUTIVO Y ESCLAVO
Ya es hora de volver a España. Cervantes llevaba la documentación necesaria para poder presentarse en la corte y así solicitar una
patente de capitán: el permiso de ausencia firmado por el Gran Capitán y una hoja de servicios de su mando superior, en este caso el Duque de Sessa. A Miguel de Cervantes se le consideró «hombre grave», es decir : importante y se embarca con su hermano, en la galera Sol. Como la navegación sigue siendo muy complicada en el Mediterráneo por los piratas de Argel , zarpan con 4 galeras más; pero una terrorífica tormenta los hace casi naufragar y tiene como resultado que la galera Sol , se separe de las otras , siendo presa fácil de galeras argelinas, ávidas de botín en las mismas costas del Golfo de León, porque tenían el apoyo explícito de Francia.
Así, de la noche a la mañana, como a tantos miles de españoles, un se levantaron libres y por la noche eran esclavos.
Durante muchos siglos, en España desde el siglo XII, los piratas de Berbería, de Árgel, o del turco asolaron nuestras costas. Nuestra historia litoral está llena de leyendas y de torres de defensa. Vivir cerca de la costa era arriesgar la vida, las torres de defensa quedan como mudos testimonio del terror vivido y repetido . Piratas raptaban a los campesinos y pescadores, saqueaban sus casa, sus animales, sus cosechas. Seleccionaban a los cautivos en la misma playa : los jóvenes , niños, mujeres, eran embarcados para ser vendidos en los mercados y los que no eran rentables, eran asesinados en la misma playa.
Pero también era posible atacar a los barcos, era botín seguro.
Según crónica de un fraile mercedario que se dedicaba a la redención de cautivos nos describe la imagen desoladora de los cautivos.
“Cuando yo, padre, salí de la posada e vi entrar la cabalgada e vi los tristes cautivos e todos con los pescuezos e las manos atadas e las mujeres con sus hijos a las tetas e con otros hijos asidos a las faldas, ya vuestra reverencia puede pensar lo que mi ánima sentiría ansi mesmo los cautivos cuando me vieron y llorando por su pena…alzaron todos tan gran grito e alarido de lloro cuanto en tal paso ni se puede pensar ”.
La imagen de su llegada a Argel quedará grabada para siempre en la memoria de Cervantes: «Cuando llegué cautivo, y vi esta tierra / tan nombrada en el mundo, que en su seno / tantos piratas cubre, acoge y cierra / no pude al llanto detener el freno». Son palabras de Saavedra, en El Trato de Argel.11
Cuando llegaron a Argel empezaba la venta y subasta de esclavos. Escenas de gran dramatismo cuentan las crónicas . Los matrimonios se separaban para siempre, se desmembraban las familias, a las madres les arrebataban sus hijos, por pequeños que fuesen.
Lo primero que esperaba el cautivo, como señal de su condición era la cadena al pie y el hábito de esclavo. Su suerte, a partir de ese mismo momento, dentro de su desventura , dependía del amo que lo hubiera comprado.
El negocio para el que compraba un cautivo era pedir un rescate. La mayoría de las familias no podían pagarlo, porque solían ser de humilde condición social y los pobres esclavos permanecían a veces muchos años antes de ser redimidos . A veces eran muy crueles para forzar el pago de la redención de cautivos. Las órdenes de Trinitarios y Mercedarios intermediaban en esos rescates y además buscaban fondos para la redención de los infelices.
Las cartas de recomendación de Don Juan de Austria, halladas sobre Cervantes, hacen creer a los corsarios que se trata de un personaje que merece un alto rescate. Miguel cae en manos de Dalí Mamí, quien fija su rescate en la suma de 500escudos de oro, una cifra imposible de conseguir y que sumió a la familia en gran zozobra cuando recibieron noticias…
LOS 4 INTENTOS DE FUGA
Cinco años de mil aventuras que conocemos en detalle gracias a un documento que, para algunos críticos, fue escrito por el mismo Cervantes: La Información de Argel (1580), así como en los datos esparcidos en los versos de la Epístola a Mateo Vázquez (1577).
Cervantes no se conformó con su suerte, sino que se convirtió en un caudillo preparando fugas para fugarse junto con sus compañeros de infortunio.
Intentó fugarse hasta en cuatro ocasiones de una ciudad que ya era el mayor nido de piratas en el Mediterráneo,con más de 25.000 cristianos presos.
La primera tentativa, busca llegar a pie hasta Oran, caminando cuatrocientos kilómetros. Abandonados por el guía, los cautivos deben volverse a la cárcel, donde «fue muy más maltratado que de antes de palos y cadenas».
La mención de las brutalidades ejercidas por los turco-berberiscos no es fortuita, iban desde cortarles las orejas, ahorcarlos, quemarlos vivos o peor aún : empalarlos.
En la segunda intentona (1577) acordó con su hermano Rodrigo que una fragata lo viniera a buscar. Cervantes esperaró el barco junto a otros cautivos en una gruta situada en las afueras de Argel desde donde se divisaba el mar. El guardián no vino por las tardes y tampoco acudió el lunes 6 de junio por la mañana, primer día de Ramadán.
Hablando de Hasán Agá, rey de Argel, una crónica de Antonio de Sosa, en Topografía e Historia General de Argel “ No se oyen «sino golpes, tormentos y dolores» producidos por los «crueles instrumentos [inventados]… para matar cristianos» afirma que «solo libró con él un soldado español llamado tal de Saavedra, el cual, con haber hecho cosas que quedarán en la memoria de aquellas gentes por muchos años, y todas por alcanzar la libertad, jamás le dio palo, ni se lo mandó dar…; y por la menor cosas de muchas que hizo temíamos que había de ser empalado, y así lo temió él más de una vez» Éste oculta a catorce cautivos en una cueva fuera de Argel, con ayuda de un jardinero cristiano. Rodrigo acaba de ser liberado. A llegar a España, debe enviar a unos marinos a recoger a los cautivos. La operación fracasa lastimosamente.
Al tiempo, un renegado español delata a los fugados ante el rey Hasán Agá.
Sosa cuenta que los turcos «los prendieron a todos, y particularmente maniataron a Miguel de Cervantes, un hidalgo de Alcalá de Henares, que fuera autor deste negocio, y era, por lo tanto más culpado».
Cervantes se declara único culpable de la fuga, librando así del castigo a los demás. El jardinero, sin embargo fue torturado y ahorcado en presencia de los cautivos.
Concluye Sosa: Cervantes sustentó a los cristianos «con gran riesgo de su vida, la cual cuatro veces estuvo a pique de perderla empalado o enganchado, o abrasado vivo, por cosas que intentó por dar libertad a muchos».
En dos ocasiones más Cervantes pone en marcha planes de fuga, solo para ser capturado de nuevo. En su último intento de evasión (1579), Cervantes planea la fuga de sesenta cristianos en una fragata armada, comprada por un mercader valenciano. Los rebeldes son delatados por un renegado enviado por el dominico español Juan Blanco de Paz. Cervantes asume de nuevo «el peso de aquel negocio, aunque tenía cierto de morir por ello».
También esta vez el rey le perdona la vida, no sin antes hacerle creer que será ahorcado. Cargado de grillos y cadenas, el cautivo es encarcelado en el palacio del rey. Apunta Sosa: «Decía Hasán Baxá, rey de Argel, que como él tuviese guardado al estropeado español tenía seguros sus cristianos, baxeles y aun toda la ciudad; tanto era lo que temía las trazas de Miguel de Cervantes».
De hecho, Hasán termina comprándole su esclavo a Dalí al precio fijado por su rescate: 500 escudos de oro.
EL RESCATE
Durante 5 años la familia ha intentado lograr la inmensa suma, para ello el padre, Don Rodrigo ha pedido la devolución de algunos préstamos que había hecho, también se adjuntó las dotes de dos de sus hermanas así lo expresa el mismo Cervantes en su Memorial al Rey:
“… y toda la hacienda de sus padres y las dotes de dos hermanas doncellas que tenía, las cuales quedaron pobres por rescatar a sus hermanos.”
Su madre, Leonor de Cortinas, se presentó como viuda para obtener una ayuda establecida por la monarquía para los casos establecidos y consiguió también una parte. Al final solo consiguieron 300 ducados de oro.
Fray Juan Gil es el fraile trinitario encargado de la negociación con Hassan, A veces los padres trinitarios reunían el rescate; pero los rescatados ya estaban muertos añadiendo 200 escudos más entre los que tenían de esa reserva y los que proporcionaron algunos mercaderes cristianos de Argel.
LA LIBERACIÓN
Hasán intentaba zarpar para Constantinopla con cuatro navíos llenos de esclavos y renegados. En una de las galeras, amarrado al banco, «con dos cadenas y unos grillos» va Miguel de Cervantes. Fray Juan Gil ofrece 500 escudos por el cautivo. Sorpresivamente, Hasán acepta, a condición que estos 500 escudos sean en oro de España. Ese mismo día, Hasán parte para Constantinopla.
El acta de redención así lo expresa :
«En la ciudad de Argel, a diez y nueve días de el mes de Septiembre [de 1580]… el muy reverendo Fray Juan Gil, redentor susodicho, rescató a Miguel de Cervantes, natural de Alcalá de Henares, de edad de 31 años [iba a cumplir 33], hijo de Rodrigo de Cervantes e de doña Leonor de Cortinas, vezino de la villa de Madrid, mediano de cuerpo, bien barbado, estropeado de el braxo y mano izquierda…. Costó su rescate quinientos escudos de oro/en oro de España. No lo quería dar su patrón, si no le daban escudos de oro/en oro de España, porque si no, le llevaba a Constantinopla ».
ACTA DE REDENCIÓN
Ministerio de Educación, Cultura y Deporte. Archivo Histórico Nacional:AHN.CÓDICES,L.118
Los libros de redención, que se hacen obligatorios desde 1574, son una fuente inagotable de datos, no siempre bien aprovechados. En este códice podemos conocer los más de 100 compañeros que fueron liberados junto a Cervantes por los frailes trinitarios Juan Gil y Antón de la Bella en 1580, así como los nervios finales para liberar a Cervantes, ya que las galeras de Hazán Bajá estaban por partir a Constantinopla, y el dinero para completar el rescate no llegaba. Pero al final, Miguel de Cervantes fue rescatado el 19 de septiembre de 1580.
Un mes después, Miguel de Cervantes presentó ante Fray Juan Gil una solicitud escrita para que se haga una información de testigos con independencia de presentarla ante el Consejo Real de su majestad, en caso de que fuere menester, hoy conocido como la Información de Argel, Cervantes redacta veinticinco preguntas que son contestadas por catorce testigos -entre ellos, Antonio de Sosa, todavía cautivo, y Fray Juan Gil- quienes aportan un testimonio elocuente sobre sus virtudes. El testimonio de Cervantes acerca de su propio cautiverio, y el de sus compañeros de Argel, constituyen una mina de datos .
El 24 de octubre regresó, al fin, a España con otros cautivos también rescatados. Llegó a Denia, desde donde se trasladó a Valencia. Allí desfilaron vestidos a la usanza morisca, como era la costumbre, hasta un te Deum de la catedral, para dar gracias a Dios por volver a ser libres después de todas las calamidades soportadas.
Entre noviembre y diciembre regresa con su familia a Madrid.
Continuará …
Fuentes
«YO HE ESTADO EN ARGEL CINCO ANOS ESCLAVO»: CAUTIVERIO Y CREACIÓN EN CERVANTES María Antonia Garcés, CORNELL UNIVERSITY
Ministerio de Educación, Cultura y Deporte. Archivo Histórico Nacional: AHN.CÓDICES,L.118
CERVANTES VISTO POR UN HISTORIADOR , POR MANUEL FERNÁNDEZ ÁLVAREZ ED. CIRCULO DE LECTORES , ISBN : 84-672-1470-8