Nicaragua 2021 (me niego a decir 2022)
Nunca desfallezcás en la lucha…recordá los ojos de ese hermano preso y torturado que sigue esperando tu apoyo y sueña el día entero con ser libre.
Por este clamor de justicia y libertad que ha existido desde siempre y el pueblo así lo ha expresado y se ha defendido como ha podido de la brutal represión, hoy escribo estas líneas sobre mi visión personal hacia Nicaragua.
Injusticia, corrupción, guerra, exilio, contra (otra guerra), (otro) exilio, otra guerra, final. Derrocar es Constitucional.
Mi visión es de una Nicaragua en la cual las personas puedan levantarse con la mente puesta en su porvenir y su futuro. No en el régimen ni la ideología ni el caudillo de turno. Una Nicaragua que destile educación y prosperidad. En la que tener un techo y un trabajo digno sea la norma. Una Nicaragua en donde se vuelvan a reunir las familias, desmembradas con tanta guerra y represión. En donde la política solo sirva para marcar la vía y elegir, y que no amedrente al ciudadano. En donde la justicia sea igual para todos. Sin ejércitos, que solo han servido para reprimir a los nicaragüenses. El fin del exilio que nos han impuesto por décadas. Poder morir en la tierra donde nací.
La democracia de la que hablo solo avanza si las instituciones funcionan. Esas instituciones serán probas o no solo cuando sus miembros sean elegidos por mérito y capacidad, no a dedo. La honradez y las buenas costumbres de las personas que integren la reconstrucción de la patria son primordiales para que exista la justicia y el estado de derecho. Muchos han sido formados y han estudiado para relevar a los corruptos. La libertad de pensamiento y de prensa es fundamental y en Nicaragua no existen. Están secuestradas a punta de AK47s.
Nunca ha sido una salida ir a elecciones con la dictadura. Ya perdieron una vez, acorralados por los campesinos armados (Contra) y por la comunidad internacional. “Firmar me harás, cumplir jamás” y otras consignas del régimen bien avizoran que ese juego electoral ya se lo saben de rechupete, y mientras tengan las armas, nadie los va a sacar del poder. Solo una ciudadanía unida que rechace toda actividad electoral y lo exponga totalmente puede hacer la diferencia. Elecciones si, pero no en dictadura, ni con ese par de asesinos que ya presos deberían estar.
Nos dicen que el pueblo está muy confundido y más desanimado. Que les prometieron ir a una contienda electoral y ahora están presos. ¿Quién va a salir a votar? ¿Cuál voto van a defender? No quieren participar en otro circo electoral. El sistema electoral depende de los miembros que lo integren. Puede ser el mejor del mundo y no funcionar para la mayoría. Ya tenemos muchas pruebas y varios fraudes. Tenemos expertos en sistema electoral, pero ni siquiera pueden regresar a la patria. ¿Cómo hacerlo funcionar? ¿Con un partido único de oposición?, ¿Inhabilitando al FSLN como partido e inhabilitando a sus “candidatos”? ¿No más reelección? ¿Quién se atreve? ¿Ven?… no funcionan las elecciones bajo dictadura. Ellos imponen sus reglas a punta de escopeta.
La resistencia civil interna está viva y decidida a vencer. Nosotros que estamos afuera y no soportamos en carne propia al régimen somos la fuerza motora para impulsar estos cambios y hacer los llamados a la población y a la comunidad internacional. ¿Cómo? Consiguiendo desmoralizar lo que queda del FSLN, declararlo terrorista, apresar a sus cabecillas, como se hace con los malandros y los mafiosos. Eso es lo que son. Sancionar al ejército que lo sostiene y al Sistema Judicial. No dejarlos viajar. Sincronizar la lucha. Recibir a nuestros líderes que están huyendo. Elegir un Gobierno de Transición inmediatamente. Ya conocemos la ruta…organizarnos es lo imperativo.
Lo primero y principal es el apoyo humanitario a los que huyen de la represión y a sus familias desplazadas, a las organizaciones que ya funcionan en ese sentido como SOS Nicaragua-CR. Apoyarlos, reforzarlos y expandirlos a la frontera con Honduras. Si atendemos al exilio, abriremos la vía para la comunicación y la unidad de acciones. Sigamos pidiendo un TPS para los nicaragüenses, están deportando a gente valiosa y al llegar los apresan. Esto es un crimen.
La economía tiene dos polos, o es bancaria o es informal. La clase media desapareció hace mucho tiempo, cuando yo crecía ya estaba de baja. Todo dinero que pase por las manos del régimen sirve para oxigenarse y aliviar su salida, no para dar de comer al nicaragüense. El nicaragüense vive de su poco trabajo y si tiene suerte, una mayoría, de la remesa familiar que también ha sido un pilar de sostén de la familia nicaragüense, pero también del régimen. Esta le resta responsabilidad al estado. Esto es lo que mueve a mucha gente a salir del país, poder mandar remesas.
Sacar al régimen del CAFTA sería una excelente señal para la comunidad internacional y para los nicas que siguen haciendo negocios con el régimen. A barrer la corrupción. No nos cansamos de pedir ayuda y de decirle a la comunidad internacional que estamos secuestrados por una pareja demencial y asesina. La maldad personificada. Mientras ellos sigan siendo apoyados por las armas no podemos pedirle al pueblo que se levante, tampoco lo vamos a poder parar. Ya muchos hermanos con una tiradora de madera y hule en la mano como Marcelo Mayorga, enfrentado a un Dragunov ruso o venezolano, han dado su vida y ahora los necesitamos. Vivos. Córtenle todos los fondos al régimen. Retírenlo de la OEA. Retiren a sus embajadores, o abran sus embajadas para que se pueda refugiar la gente. Esos no son políticos, son ladrones y asesinos de Lesa Humanidad. La lepra se erradica o se te pega.
A mis compatriotas pido abrir los ojos y el corazón. Piensen en los secuestrados y torturados, en los niños que están naciendo, en los que están en las calles de otro país sin techo. Saquemos lo mejor de nosotros y de nuestros ancestros. No busquemos caudillos, busquemos la fuerza de todo el rebaño. Los líderes ya los conocemos, están en sus pueblos y comarcas, están aquí con nosotros en el exilio. Estamos listos. Avancemos. Ánimo. Todos contra Ortega. Seamos parte del Cambio.