Organizaciones cívicas exigen salida de Ortega y «autoridad de transición»

En un documento titulado, Llamado urgente de retorno al grito de abril… ¡¡Que se vayan!!», 15 organizaciones cívicas, entre ellas las UNAB de Masaya, Granada, Nueva Segovia, y Nindirí, más la Asociación de Familiares de Presos Políticos y la Asociación de Víctimas de Abril, llaman conjuntamente a la salida inmediata del régimen orteguista y conformación de una «autoridad de transición», que se encargue de los asuntos públicos de la nación y prepare elecciones. Los miembros de dicha «autoridad» no podrían ser candidatos en los comicios que ellos organicen.

«Solicitamos a la comunidad internacional y en particular a la OEA», reza el comunicado, «el apoyo para el desconocimiento y salida del régimen con base a la Carta de la OEA y la Carta Democrática, y acompañar mediante una Comisión de Estados miembros, el proceso de transición. Del mismo modo, solicitamos el apoyo para que los responsables de la masacre sean capturados y recaiga sobre ellos todo el peso de la ley.»

El grupo rechaza la posibilidad de una «salida electoral» que incluya al orteguismo: «…ante la situación de desmantelamiento institucional, de violación sistemática de los derechos humanos, y ante la ausencia de gobierno, consideramos que es imposible en este momento pensar en una salida electoral con un régimen que por permanecer en el poder tiene que matar.»


Llamado urgente de retorno al grito de abril… ¡¡Que se vayan!!

En abril no demandábamos elecciones, el grito colectivo era que se fueran- En abril estábamos unidos. Debemos seguir unidos. 

El pueblo nicaragüense viene librando su lucha heroica desde hace 2 años contra la Dictadura Orteguista y sus cómplices. Las protestas que estallaron en abril del 2018, primero contra el incendio de la reserva Indio Maíz, luego en contra de las reformas a la seguridad social, y posteriormente para demandar la salida del régimen, fueron aplastadas a sangre y fuego por los órganos de represión policiales y/o paramilitares, con la complicidad del ejército. El malestar acumulado durante 11 años por los abusos de poder, represión, asesinatos selectivos y corrupción obscena de parte de la dictadura y sus aliados provocó un estallido social en todo el territorio nacional; por primera vez en algunas ciudades y pueblos se respiraron aires de libertad. 

La Policía Orteguista, junto con paramilitares desalmados y con la complicidad del ejército, llevaron a cabo la llamada Operación Limpieza que perpetró la peor masacre cometida en la historia de nuestro país. Se cometieron más de 300 asesinatos, 4,000 heridos, más de 1,000 desaparecidos, más de 4,000 secuestrados y presos políticos recurrentes, y más de 120,000 compatriotas forzados al exilio, fue el resultado macabro de la orden VAMOS CON TODO dada por el régimen dictatorial. 

A pesar de los intentos de la Comunidad Internacional por propiciar una solución pacífica a la crisis, el régimen nunca mostró voluntad, por el contrario, aprovechó ese tiempo para oxigenarse y organizar los escuadrones de la muerte y aplastar todo tipo de protesta. Quiso encubrir sus delitos expulsando a los organismos internacionales de derechos humanos, quienes de manera categórica le señalaron de haber cometido crímenes de lesa humanidad y confiscó, persiguió y encarceló al periodismo independiente, así como a defensores/as de derechos humanos para que no revelaran esta verdad. La represión solo ha cambiado de modalidad, hoy en día, más de 80 hermanos sufren las perores condiciones en las mazmorras del régimen, mientras que el campesinado e indígenas del Caribe sufren un exterminio silencioso. 

Al dolor provocado por 2 años de sistemática represión, se suma la negligencia criminal con que el régimen está manejando la crisis sanitaria provocada por el COVID-19. En vez de atender y poner en práctica las recomendaciones de las organizaciones internacionales (OMS) especializadas en materia de salud pública, así como de la comunidad científica nacional, más bien promueve de forma inescrupulosa el contagio masivo de la población, al organizar actos públicos y aglomeraciones entre sus partidarios y resto de la población. 

Por lo tanto, a 2 años de resistencia cívica y heroica de parte de los nicaragüenses, las organizaciones que suscribimos este pronunciamiento exigimos: 

1. La liberación inmediata de todos los presos y presas políticas.

2. La restitución de todas las libertades conculcadas por el régimen.

3. El desarme de las bandas de paramilitares y la formación de un nuevo cuerpo policial que brinde seguridad a todos los nicaragüenses.

4. El retorno seguro de los nicaragüenses forzados al exilio.

5. La devolución de las organizaciones de derechos humanos nacionales y el retorno de los organismos de derechos humanos internacionales.

6. El cese inmediato de la represión en contra de los activistas y/o organizaciones ambientales que alzan su voz en contra la depredación de nuestros recursos naturales, principalmente contra el saqueo de nuestros recursos forestales y mineros. 

Asimismo, ante la situación de desmantelamiento institucional, de violación sistemática de los derechos humanos, y ante la ausencia de gobierno, consideramos que es imposible en este momento pensar en una salida electoral con un régimen que por permanecer en el poder tiene que matar. La única solución a la crisis es que como nicaragüenses le desconozcamos ya como gobierno, demandemos su destitución y su salida inmediata. Para evitar un vacío de poder, se conformará e instalará una Autoridad de Transición que llene este vacío y se ponga al frente temporalmente, tanto de los asuntos políticos administrativos de la nación, como de la convocatoria a verdaderas elecciones libres y transparentes, para que gocemos de un gobierno legítimo y que proteja la vida del pueblo. 

Los miembros de esa Autoridad de Transición, además de gozar de legitimidad, probidad, ética y reconocida capacidad política y organizativa, no podrán aspirar a cargos de elección popular, y serían seleccionados con base a un amplio proceso de consulta con los nicaragüenses (hombres y mujeres) del interior y exterior del país para romper con el caudillismo y los subterfugios o pactos debajo de la mesa. 

Solicitamos a la comunidad internacional y en particular a la OEA, el apoyo para el desconocimiento y salidadelrégimenconbase a la Carta de la OEA y la Carta Democrática, y acompañar mediante una Comisión de Estados miembros, el proceso de transición. Del mismo modo, solicitamos el apoyo para que los responsables de la masacre sean capturados y recaiga sobre ellos todo el peso de la ley. 

Esta iniciativa no es una organización nueva, somos organizaciones ya existentes que apostamos por la unidad, e invitamos a todas las expresiones comprometidas con un verdadero cambio de sistema y en especial a las organizaciones de la Unidad Nacional Azul y Blanco y de la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, a ser consecuentes con el espíritu de abril y adoptar junto a nosotros este giro en la estrategia de salida inmediata de la dictadura. 

A como lo expresara el mártir de las libertades públicas antes de su asesinato: “Si el problema es la dictadura, la solución es salir de la dictadura, no transar con la dictadura”. 

En abril teníamos un enemigo, y el enemigo sigue siendo el mismo. Juntos somos un volcán.

Ni perdón, ni olvido
19 de mayo del 2020
Organizaciones firmantes