“Plan de nación” de la Alianza Cívica = Plan de no acción

Carlos A. Lucas A.
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Este nuevo producto gerencial y de mercadeo de la Alianza (“Agenda país”) es otra de sus permanente nubes de humo, formas de ir consumiendo el tiempo político para llegar a las elecciones CON Ortega, que es su estrategia CÓMPLICE y estrategia de TRAICIÓN a la rebelión de abril. Ellos son enemigos de todo cuestionamiento de fondo, con sentido histórico, a la dictadura militar sandinista.

El 30 de septiembre del año 2014, algunos partidos y organizaciones políticas y organismos de la “sociedad civil” de Nicaragua, presentaron a bombo y platillo, el llamado “Aporte a un consenso nacional”, como un plan de nación “alrededor de soluciones a los grandes desafíos de Nicaragua, con espíritu amplio e incluyente”.

Esta propuesta tuvo amplia cobertura en los medios. Trabajo arduo, mediante tres comisiones especiales, “después de casi 120 días de trabajo incesante y concentrado”, según los proponentes del anunciado documento de “consenso nacional”, quienes aún mantienen su propio sitio en Facebook.

La propuesta de 2014 fue formulada bajo los auspicios de “Hagamos Democracia” y presentado, entre otros, por Roger Arteaga, a nombre de: Partido de Acción Ciudadana -PAC, Partido Conservador-PC, Unidad Demócrata Cristina-UDC, Movimiento Renovador Sandinista-MRS, Movimiento Liberal Ramiro Sacasa, Hagamos Democracia, Movimiento 3 Revoluciones, Grupo de Reflexión y Participación ciudadana.

En aquella ocasión, publiqué en Confidencial un resumen ejecutivo crítico y, en mi blog, algunos comentarios,  en los que desglosaba el conjunto de lugares comunes de la propuesta de aquella época.

Seis años después, los oposicionistas de la más muerta que viva Alianza Cívica nos traen, de nuevo, un “Plan de nación, confirmando esa suerte de maldición nacional que nos condena a estar por años y hasta décadas patinando en el mismo sitio político.

La Alianza esta vez nos propone, de hecho, una nueva redacción constitucional, pero sin plantearse claramente la implicancia fundacional de estas propuestas y especialmente, y sin aclarar cómo se pueden llevar a cabo esas afirmaciones constitucionales, con una dictadura en el cogote de la nación.

Me refiero a que, siendo correcto el planteamiento del poder constituyente del pueblo, para hacerlo viable es necesario abordar el fortalecimiento del poder soberano del pueblo, el crecimiento y aliento de la lucha organizativa contra el Estado y el poder sandinistas, el cambio a favor de pueblo, de la correlación de fuerzas entre la dictadura militar sandinista y el pueblo, el derrocamiento popular de la dictadura. Nada de esto es abordado por el Plan de Nación de la Alianza.

<<…la simple pregunta de cómo hacer realidad estas propuestas cojas, sin plantearse esa pregunta fundamental de cómo derrocar a Ortega para volver viables esas acciones, derrumba de una vez, lo cretino por engañoso, o lo engañoso por cretino, de este tipo de planes.>>

Y, de hecho, viendo la propuesta del año 2014, son casi los mismos actores, proponen lo mismo de entonces y callan sobre lo mismo. Es la actualización de ese maldito y eterno retorno de la mediocridad política en Nicaragua.

Sin embargo, el merengue de este pastel de Plan ha cambiado: ahora se llama Alianza Cívica, la cual, en metamorfosis oportunista (basada en negociaciones secretas: Departamento de Estado de EU-OEA-Alianza Cívica-Ortega) busca convertirse en un frente electoral reconocido por el régimen, para el 2021…si acaso.

Pero al igual que en 2014, la simple pregunta de cómo hacer realidad estas propuestas cojas, sin plantearse esa pregunta fundamental de cómo derrocar a Ortega para volver viables esas acciones, derrumba de una vez, lo cretino por engañoso, o lo engañoso por cretino, de este tipo de planes.

A group of people in a room

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El nivel de ridículo en el que estas fuerzas han caído, lo ejemplifica el orgullo empechado con el cual Juan Sebastián Chamorro sentencia el inicio de este Plan de Nación: “Los hombres y mujeres de Nicaragua, hemos sido creados iguales (…). O bien la afirmación de Azahalea Solís, que representa nada menos “al sector de la sociedad civil”, aclarando que “por falta de igualdad ante la ley, aquí hubo centenas de personas asesinadas”.

Este nuevo producto gerencial y de mercadeo de la Alianza (“Agenda país”) es otra de sus permanente nubes de humo, formas de ir consumiendo el tiempo político para llegar a las elecciones CON Ortega, que es su estrategia CÓMPLICE y estrategia de TRAICIÓN a la rebelión de abril. Ellos son enemigos de todo cuestionamiento de fondo, con sentido histórico, a la dictadura militar sandinista.

Estos mismos “oposicionistas” de la Alianza, pasaron casi seis meses hablando de estatutos en la llamada Coalición Nacional, hoy colisionada: ¿cuánto tiempo pasará en “consultas con los territorios”, este nuevo producto de esta Alianza de ratones que no quiere atender que el enemigo a sacar es el gato, es la dictadura. Y mas bien, donándole tiempo político a la dictadura, que es su resultado mas visible.

La competencia electoral CON Ortega nos pone a comer del mismo plato con esa dictadura. El gato se lame sus bigotes pensándolo: este no es un “plan de nación”, es un plan de no acción.