Por la coordinación en la lucha, preguntas a Monteverde
Antes de responder públicamente (como corresponde en el espíritu de la democracia) al llamado del grupo Monteverde, los Nicaragüenses Libres reiteramos nuestra voluntad de unirnos para coordinar acciones que nos acerquen a los objetivos irrenunciables de la lucha del pueblo nicaragüense, del grito de Abril, con cualquiera que esté dispuesto a luchar por dichos objetivos:
(1) Derrocamiento de la dictadura de turno, el régimen genocida encabezado por el Clan Ortega Murillo;
(2) Desmantelamiento del sistema de poder que produce dictaduras y su reemplazo por una República Democrática, con Estado de Derecho, poder político disperso, desmilitarizado y desmonopolizado.
Si algún nicaragüense cree que estos objetivos pueden sacrificarse a cambio de unidad entre grupos políticos, que levante la mano. No habrá, no hay, muchas manos levantadas. Porque entendemos que no es posible aspirar a la libertad y la democracia si se rechazan estos puntos mínimos, básicos, esenciales. ¿Alguien puede dudarlo?
II
Desde nuestro inicio como organización, el Movimiento de los Nicaragüenses Libres ha propuesto, y sigue proponiendo, unidad en la acción, en acciones, a todos los nicaragüenses, incluidos aquellos agrupados en organizaciones políticas. En busca de un común denominador ético, por tratarse nuestra lucha de una causa que debe rescatar la ética en la política, y dejar atrás el oportunismo cortoplacista y la corrupción que envenena a la sociedad, hemos insistido en que la unidad en la acción debe tener como objetivo el derrocamiento de la dictadura y la fundación de nuestra primera República Democrática. Hemos decidido que no es necesaria, no es conveniente, y, sobre todo, no es deseable, una unidad totalitaria, en la que todas las organizaciones se fusionen y sigan una misma ideología. Por eso, los linderos ideológicos de la unidad contra la dictadura deben ser amplios, tan amplios como los de la democracia que queremos fundar; tan amplios como los que necesita la democracia para respirar. Por eso, nuestro enfoque es sencillo, reiteramos: unidad en acciones para derrocar a la dictadura y fundar nuestra primera República Democrática. ¿Alguien puede oponerse?
III
En el pasado hemos llevado esta propuesta, en público y en privado, a individuos y organizaciones de todo el espectro, insistiendo en acciones que alimenten, fortalezcan, den recursos a la resistencia interna, para que esta eventualmente pueda (¡se puede!) salir de las catacumbas en las que la represión brutal y la desorganización del campo opositor nos ha hundido, y alcanzar un nivel de movilización popular que, como en múltiples otros casos en la historia, haga imposible a la tiranía mantener el control; en otras palabras, traducir nuestra superioridad numérica (¡somos nueve de cada diez nicaragüenses!) en una fuerza política que paralice al país, que haga posible que construyamos una vía ciudadana hacia la democracia por medios fundamentalmente noviolentos. Hasta hoy no hemos recibido respuesta positiva a nuestra insistente solicitud, pero nos alienta sobremanera, nos llena de esperanza, escuchar, de Monteverde y otras organizaciones, el lenguaje de apertura a la diversidad y de unidad en acciones.
Esperamos que esto sea indicativo de un cambio de rumbo acorde con las necesidades imperiosas de la lucha por la democracia. Los Nicaragüenses Libres manifestamos, una vez más, nuestro compromiso de trabajar coordinadamente, con integridad, bajo principios democráticos, para que sea posible ejecutar acciones que minen las fortalezas del sistema dictatorial hasta hacerlo colapsar. Debilitarlo, no para darle una vía de escape hacia diálogo y elecciones, sino para derribarlo y hacer justicia (imperativo ético; y práctico para desarmar a las fuerzas represivas). Justicia plena, no la que algunos llaman “justicia transicional”, y han explicado como “penas menores para crímenes mayores” para lograr un acuerdo de elecciones con la dictadura. En resumen, esperamos que, en el nuevo espíritu de inclusión de la normal diversidad, nuestra invitación a la unidad en acciones sea aceptada. Confiamos en que no se trate solo de retórica, de palabras diseñadas como instrumento de mercadeo político, sino palabras sinceras, de patriotas que quieren que la pesadilla de nuestra patria termine.
IV
En ese espíritu, de manera pública, transparente, respetuosa y fraterna, como hijos que somos de la misma Nicaragua, solicitamos al grupo Monteverde algunas aclaraciones sobre el contenido de su reciente nota de prensa. Dice el comunicado que “en un encuentro realizado en los últimos días se trabajó en la formulación de una propuesta de salida cívica y democrática a la crisis de Nicaragua, que pase por la liberación inmediata de las presas y los presos políticos, la restitución de las libertades y el retorno seguro de todas las personas exiliadas.”
1. ¿Debemos entender por “salida cívica” una salida a través de elecciones antes del fin de la dictadura, es decir, con la dictadura todavía en el poder?
2. ¿Es posible una “salida democrática” si no hay democracia, y los métodos democráticos están vedados a la población, como demuestra el destierro de todos aquellos que intentaron ser candidatos en las elecciones de noviembre de 2021?
3. ¿Creen ustedes, compatriotas de Monteverde, que “la restitución de las libertades y el retorno seguro de todas las personas exiladas” es posible mientras esté en el poder la dictadura de turno?
4. ¿Cuál es la “estrategia conjunta y [el] plan de acción” que han desarrollado? Entendemos, por supuesto, que no se pueden divulgar en público detalles operacionales, pero es evidente que la estrategia de un movimiento democrático no puede ser secreta ante la ciudadanía. Solo conspiradores violentos necesitan mantener su estrategia en secreto. Ni siquiera quienes se atribuyen un rol de “vanguardia” lo hacen. Como demócratas, creemos que solo el pueblo salva al pueblo; por tanto, el pueblo debe ser protagonista, y estar al tanto de la estrategia que se propone.
Quedamos, como ciudadanos nicaragüenses, a espera de su contestación. Los nicaragüenses ya estamos unidos en un espíritu autoconvocado, de libertad, con la esperanza viva a pesar del terror del Estado. En ese espíritu libertario nos autoconvocamos para sabotear la pantomima electoral del 2021. Ese espíritu libertario nos hace cuestionar y cuestionarnos, y construye las bases para una República Democrática con derechos para todos, privilegios para nadie.
2 de Julio de 2023. ¡Viva nuestra Nicaragua pronto libre! ¡Sí, se puede!