¿Por qué no hay unidad en la oposición?
¡Que todos seamos uno!
Hay un sueño que abriga todo el Pueblo nicaragüense, incluso los «incondicionales» a los usurpadores en el desgobierno; que estoy seguro solo esperan una oportunidad «sólida», para sacudirse a la parasitaria Familia del Carmen; como esperó la gran oportunidad que le dio la Unión Nacional Opositora, UNO, allá por los 90, donde sus mismos secuaces, votaron a favor de Doña Violeta Barrios viuda de Chamorro, y en contra del «Gallo desplumado, y presidente vitalicio de Nicaragua.
Pero si toda la Oposición sabe que solo en su unidad está la posibilidad de deshacerse de tan repugnante dictadura, ¿POR QUÉ ENTONCES NO SE UNEN?
Esa es la gran pregunta del millón, y la respuesta es triste y hasta causa vergüenza contestarla:
Hay muchos intereses personales, grupales, partidarios, políticos y económicos.
Cada uno sabe que dando el primer paso al frente, para salir al encuentro del otro, comenzaría el verdadero derrumbe de los delincuentes en el poder, pero… no lo dan. Porque aunque parezca inconcebible, para algunos “DIRIGENTES”, de los grupos más influyentes en el destierro; estar en la diáspora parece haber sido una ganancia personal, un premio.
Recuerdo allá, por los años 90, en la primera parte de la dictadura, un hombre, en el seno de la confianza, me decía en Costa Rica: «Yo quiero que caigan los sandinistas, pero no ahorita, porque mi salario depende de ellos».
En la Oposición hay gente muy noble, de buenos y rectos sentimientos patrios, gracias a cuyo ejemplo yo también soy Oposición; pero también hay vividores, Judas que usufructúan con el dolor y la sangre de nuestra gente, bajo la careta de «opositores al régimen». Si realmente son opositores, ¿por qué no luchan por la unidad y tampoco nunca hacen incidencia real, concreta?
La división en la Oposición, se deja ver, cuando se autoerigen grupos arrogantes, como dueños y representantes de la verdad absoluta, como los grandes ungidos, que no hacen ni dejan hacer.
Otros, como actuales fariseos, se consideran «los puros», los que prefieren no juntarse con los «izquierdozos», para no contaminarse con la mala fama y el resabio sandinista. Como si a la hora de la insurrección del 18, se anduvo viendo colores políticos, para lanzarnos a las calles.
Otros, con mucho más años en este País, viven de las promesas, con pseudos dirigentes, que negociaron con el Frente sandinista para que les fueran devueltas las propiedades que heredaron de sus predecesores y que aquí subsisten gracias a la colaboración que les pasan aquellos de la diáspora, que todavía no se han muerto.
Amigos de comparsa son también algunos medios de comunicación, también en el exilio, que cubren las noticias de aquellos grupos que les son afines, no solo a nivel ideológico, sino también a nivel económico.
Pero a pesar de estos bueyes flacos, Dios hará y ya está haciendo su obra…
GRAN CONFEDERACIÓN OPOSITORA NICARAGÜENSE
