Prosa de prisa (diario de un nicaragüense en el extranjero)
Los tiempos. ¿El tiempo? Acerca del subjuntivo y el presente
Los tiempos verbales no sólo hablan de un momento determinado sino de un sistema metafórico. La misión del verbo no es nada más dar cuenta de las acciones y del tiempo en el que éstas transcurren: pasado, presente y futuro. Son también un estado imaginario.
Las fuerzas aplastantes que imponen reglas sin poseer el necesario conocimiento, tales como los medios de comunicación y la Inteligencia Artificial, han destruido, en el caso del español, el subjuntivo, sobre todo en su conjugación pretérita, que no es, como se nos presenta a primera vista, una vacua visión del futuro; es más bien un efecto ilusorio cuyo esplendor envuelve a la acción.
Bastan dos ejemplos: «Si vinieras a mi casa, te daría de comer» o «Carlos me pidió que le hiciera la comida para mañana».
Preciso es notar que el subjuntivo le añade un copioso capital lingüístico al verbo cuando éste indica acciones cuya realización se coloca dentro de la duda o la posibilidad; por lo tanto, no se afirma como un hecho.
Desafortunadamente el mundo posmoderno nos está legando una actitud que no se esfuerza por estudiar los matices de la lengua, el ser más vivo de la creación.