¿Qué hay detrás del acto terrorista en la Catedral?

Horacio Bravo
+ posts

El autor es activista de derechos humanos en Nicaragua.

Artículos de Horacio Bravo

El viernes 31 de julio del corriente año, la nación entera se estremeció al difundirse la información sobre el acto terrorista en contra del principal símbolo católico de los nicaragüenses: La Catedral y la venerada imagen de la Sangre Cristo. Adicionalmente, se han reportado en las redes sociales algunos actos vandálicos en contra de algunas iglesias en el interior del país.

Embed from Getty Images

Una monja reza junto a los restos carbonizados de la imagen de «La sangre de Cristo» después de un ataque con un cóctel molotov en la Catedral de Managua el 31 de julio de 2020. (Foto por OSCAR NAVARRETE/POOL/AFP via Getty Images)

No queda duda para la opinión pública nacional e internacional, que detrás de este acto terrorista se encuentra la dictadura Ortega-Murillo. La pregunta ineludible es: ¿que pretende la dictadura con este acto terrorista en contra de la Iglesia Católica?

Me atrevo a adelantar la siguiente presunción. Analizando el panorama político nicaragüense percibimos que, en las actuales circunstancias, la Iglesia Católica es la única fuerza que puede encauzar u orientar, a su manera, el profundo descontento popular de la inmensa mayoría de los ciudadanos nicaragüenses.  

¿Por qué afirmamos esto?  Observemos la situación de las diferentes sectores políticos y sociales del país: 

a) El Gran Capital está total y absolutamente acobardado, además de que mantuvo un maridaje de 11 años con la dictadura; 

b) El ejército ha sido cooptado completamente a los intereses de la dictadura; 

c) Los partidos políticos están desprestigiados y comprados por el régimen; 

d) Las fuerzas emergentes se encuentran golpeadas y reprimidas.

En medio de este panorama, la Iglesia Católica se alza como la única fuerza que mantiene la brisa fresca de su pujanza e influencia ante la gran mayoría del pueblo nicaragüense. Ante la falta de organización política coherente, la ciudadanía recurre a lo único que siempre le ha dado identidad y acompañado en su desánimo: la religión. 

Así que el acto terrorista del régimen criminal es un mensaje a la única fuerza que mantiene su vigor y prestigio entre la población. Con ese mensaje, la dictadura indica que está dispuesta a todo, sin importar el costo político que tenga que pagar, sin importar las consecuencias que sobrevenga, con tal de contener a la Iglesia Católica. Es un mensaje de alta violencia. 

La dictadura trata de amedrentar y amenazar a la Iglesia Católica con el propósito de domesticarla. Sin embargo, con su acción, la dictadura no hace más que “dar coces contra el aguijón.” La dictadura no podrá vencerla. La dictadura trata de resistir ante una fuerza a la que no puede vencer.

Horacio Bravo

El autor es activista de derechos humanos en Nicaragua. Artículos de Horacio Bravo