¿Quiénes serán los traidores que sigan la propuesta de Humberto Ortega?
<<El respeto a las libertades públicas, la democracia, la institucionalidad, la justicia y todos los derechos y garantías del pueblo no pueden ser objeto de negociación alguna ni que el pueblo tenga que conceder impunidad sobre los crímenes de la dictadura, ni borrón y cuenta nueva sobre los miles de millones de dólares robados al pueblo por ella.>>
El criminal de guerra Humberto Ortega propone tregua, y propone eliminar sanciones a la dictadura fascista. ¿Quiénes se atreverán a apoyar esta nueva propuesta de traición al pueblo?
La propuesta del hermano del dictador es la reiteración del viejo plan de un aterrizaje suave mediante diálogo con el monstruo, elecciones manejadas por la dictadura, incluso sin que el Dictador haga ninguna concesión ni reformas. Así, de entrada, que nadie se haga el sorprendido, el hermano del tirano propone que le eliminen las sanciones al régimen Ortega-Murillo.
Pero desde el punto de vista de quienes sufrimos la tiranía y queremos democracia, es claro que debemos movernos en dirección opuesta a lo que propone el criminal de guerra. Más bien hay que pensar en la forma de aplicar mayores y más frecuentes, recurrentes, amplias y profundas sanciones al régimen y sus funcionarios y cómplices; impulsar acusaciones por crímenes de lesa humanidad, por delincuencia transnacional organizada conforme a la Convención de Palermo, impulsar la declaratoria de ilegitimidad del régimen, la suspensión del DR-CAFTA y del Acuerdo Comercial de Asociación con Europa MIENTRAS SE MANTENGA LA DICTADURA EN EL PODER.
De igual forma hay que impulsar el embargo provisional de bienes del Ejército y de la Policía e impulsar las sanciones contra sus funcionarios y contra la entidad en general MIENTRAS SE MANTENGA LA DICTADURA EN NICARAGUA.
Las reformas profundas, el respeto a los derechos humanos, el retorno de los organismos internacionales de derechos humanos, la derogación de leyes y medidas arbitrarias, el respeto a las libertades públicas, la democracia, la institucionalidad, la justicia y todos los derechos y garantías del pueblo no pueden ser objeto de negociación alguna ni que el pueblo tenga que conceder impunidad sobre los crímenes de la dictadura, ni borrón y cuenta nueva sobre los miles de millones de dólares robados al pueblo por ella.
La restitución democrática debe ser incondicional y el derrocamiento del régimen debe ser la primera pauta para, a partir de entonces, negociar entre ciudadanos las reformas institucionales necesarias para el restablecimiento pleno de la justicia, la democracia y las libertades públicas atropelladas tanto en los tiempos de Humberto Ortega y sus cómplices ideológicos como en los tiempos de Daniel, Rosario y sus nuevos cómplices.
¡No a ningún nuevo pacto, ni a ningún aterrizaje suave a favor de la dictadura!
¡No más traición al pueblo de Nicaragua!