Rasgos de la política tradicional nicaragüense antidemocrática
Ulises Huete Altamirano
Escritor y periodista
En general, los políticos nicaragüenses tradicionales actúan creyéndose una especie de casta destinada al control del Estado. Piensan y nos quieren hacer pensar que los ciudadanos solo debemos participar en política en eventuales elecciones para legitimarlos.
Sus militantes o correligionarios, como quieran llamarles, son una especie de seguidores a los que se les exige sumisión, como mayor virtud de «unidad y fuerza» política.
Estos políticos tradicionales se comportan como presuntos conquistadores de votos para ejercer la función pública como un privilegio y para el ascenso social y económico. El aspecto más destructivo de este comportamiento lo tiene el FSLN y su caudillo Daniel Ortega, criminal de lesa humanidad.
Sin embargo, los otros políticos y sus partidos también establecen esa relación de confiscación continua de la toma de decisiones políticas, excluyendo bajo una diversidad de artimañas la participación ciudadana.
Por eso, cuando el corrupto Arnoldo Alemán, caudillo del también corrupto PLC, fue encarcelado, la ciudadanía no protestó, porque sabía que era cierta su corrupción y que había defraudado a los votantes.
Pero la mayoría del resto de políticos tradicionales no comprenden que carecen de apoyos significativos porque carecen de legitimidad, porque no practican la democracia ni apoyan las causas ciudadanas con autenticidad.
El mismo error cometen las cúpulas de la Alianza Cívica y la UNAB. Y no es casualidad que también vengan de esa clase política que no le pudo hacer frente al ascenso de la dictadura de Ortega, porque unos, la élite empresarial, se asociaron con la dictadura, y otros (muchos también políticos tradicionales) no actúan en función de los intereses ciudadanos y democráticos, sino en función de sus intereses personales.
Por eso la ciudadanía ni vota, ni se adhiere, ni se identifica con ellos. La insurrección cívica de Abril no solo fue contra la dictadura sandinista, sino también contra el sistema político obsoleto en Nicaragua.