Represión y despojo en El Salvador: la lucha de la Cooperativa El Bosque por la tierra y la dignidad
La noche del 12 de mayo, la Policía Nacional Civil (PNC) y la Policía Militar han detenido a cinco dirigentes de la Cooperativa El Bosque durante una plantón pacífico en las cercanías de la Residencial Las Piletas, cercano a la casa particular del presidente Nayib Bukele. La comunidad exige la suspensión de una orden de desalojo que amenaza con dejar sin hogar a las 300 familias que han habitado y trabajado estas tierras desde 1985, cuando las obtuvieron por el proceso de reforma agraria.
Los detenidos, Diego Armando Guzmán, secretario de la cooperativa, José Ángel Pérez, Adolfo Castro, Moisés Galeano y el abogado Alejandro Henríquez, fueron arrestados bajo engaño, ofreciendo la devolución de las placas de matrícula previamente decomisadas a los vehículos en los que se había movilizado la comunidad hacia el lugar de la actividad. La PNC impidió el paso de los manifestantes, obligándolos a caminar más de dos kilómetros, incluyendo a mujeres y niños. La comunidad también reportó la presencia de personas desconocidas que tomaban fotografías de los participantes, lo que interpretaron como actos de intimidación.
La Cooperativa El Bosque fue establecida como parte de la reforma agraria impulsada por el Instituto Salvadoreño de Transformación Agraria (ISTA), y actualmente enfrenta una orden de desalojo emitida por el Juzgado de lo Laboral de Santa Tecla, resultado de un proceso judicial en el que denuncian haber sido estafados por Luis Palomo Urbina, un gran empresario, quien reclama una deuda de más de $800,000 basada en documentos cuya autenticidad es cuestionada por la comunidad de cooperativistas.
Este conflicto entre grandes empresarios y comunidades de trabajadores agropecuarios demuestra las tensiones estructurales entre los intereses del capital privado y los derechos de las comunidades campesinas. La situación de la Cooperativa El Bosque no es un caso aislado, es uno de muchos, lo que revela la política gubernamental que tolera y promueve el despojo de tierras a comunidades que han sido históricamente marginadas y que han conquistado el acceso a la tierra.
Las organizaciones populares en resistencia y la comunidad exigen la liberación inmediata de los dirigentes detenidos, la suspensión definitiva de la orden de desalojo y una investigación exhaustiva sobre las denuncias de estafa y falsificación de documentos por el empresario denunciado. La Cooperativa El Bosque ha hecho un llamado a las autoridades para establecer una mesa de diálogo y abordar soluciones justas y sostenibles, que reconozcan y protejan los derechos de las comunidades a la tierra, la vivienda y la producción agrícola.
La lucha de la Cooperativa El Bosque es emblemática de las tensiones entre el capital y la vida de los sectores populares que trabajan en el ámbito agropecuario, y plantea interrogantes fundamentales sobre el estado de derecho, el rumbo del país y la justicia social.