¿Se debe o no seguir en la mesa de diálogo?
Felipe León
«Elecciones adelantadas bajo control de Ortega-Murillo es riesgo de otro fraude. No existe confianza. No creo en las elecciones adelantadas con los dictadores en control del poder»
Hay que ser contundentes y tener una posición enérgica que responda a las demandas de la mayoría del pueblo nicaragüense que se ha levantado contra el régimen. No hay que dejar de asistir solo para seguir desenmascarándolos.
No fue únicamente el diálogo sino la insistencia de la gente adentro y las presiones internacionales las que lograron la excarcelación del último contingente de presos políticos.
Si la gente adentro deja de insistir en la “Guerra de la Pulga” (como lo ha sugerido recientemente una destacada dirigente política nicaragüense) y si no se amplía el trabajo internacional de presión contra la dictadura (en la OEA, ONU, Grupo de Lima, Parlamento Europeo) y no se crean los Comités Internacionales de Lucha contra la Tiranía, para lo que servirá el diálogo será para que vuelvan las componendas que han abundado en la historia nacional.
Creo que así como hay que seguir en la OEA presionando, igual debe seguir la mesa de diálogo insistiendo en lo siguiente:
Liberación de los presos políticos y anulación de los cargos fabricados contra aquellos que fueron excarcelados. Cese de la represión. Libertad de organización y movilización. Libertad de Prensa. Reformas a la Ley Electoral. Reestructuración completa del CSE. Creación del Instituto Nacional de Cedulación (INAC).
Desarme inmediato y control de los grupos paramilitares que ha armado el régimen. Separación inmediata de sus funciones de aquellos que han sido sancionados por su participación activa en actos de corrupción y violación de derechos humanos contra el pueblo mayoritario de Nicaragua.
Cumplimiento de los puntos básicos sugeridos por los distintos comités y/u organismos de la OEA y otras organizaciones de derechos humanos para el restablecimiento de la estabilidad, paz y solución de la crisis nacional desencadenada a partir de los sucesos de abril de 2018.
Retorno al país de estos organismos para monitorear, acompañar y verificar que los acuerdos sean realmente cumplidos. Que el gobierno de cumplimiento a lo sugerido por la 49 Asamblea Ordinaria de la OEA en el plazo estipulado para verificar la buena voluntad y cumplimiento del régimen Ortega-Murillo.
DESCONFIANZA EN ELECCIONES
Elecciones adelantadas bajo control de Ortega-Murillo es riesgo de otro fraude. No existe confianza. No creo en las elecciones adelantadas con los dictadores en control del poder.
Debe proponerse ya una reforma profunda a la ley electoral y reestructuración del CSE, no puede haber elecciones controlando el aparato electoral la dictadura.
Separación del CSE y la cedulacion. Que se conforme el Instituto Nacional de Cedulación (INAC).
Lo de las elecciones y las reformas. Eso no solo es labor de la OEA sino que es parte de nuestro programa político, no de la OEA. La responsabilidad es nuestra.
No puede haber solución a la crisis sociopolítica por la vía civilista (no hablo de legitimidad constitucional porque el régimen dictatorial es ilegítimo, ilegal e inconstitucional) sin elecciones democráticas, limpias y supervigiladas. Para que haya este tipo de elección no puede ser que la dictadura acusada de Crímenes de Lesa Humanidad dirija y controle el aparato electoral y el proceso. Eso sería un suicidio.
Por tanto la ACJD y la UNAB deben incorporar en sus demandas y plantear sobre la mesa de negociación que, dada la magnitud de la fisura democrática (esa enorme herida social y esa fractura institucional que se ha producido en el país) y dado que la parte gubernamental ha demostrado su incapacidad para recomponer la trama social y la armonía entre gobernados y gobernantes porque ha respondido a la demanda mayoritaria con la represión y no con voluntad en un diálogo al que se ha visto forzado por las presiones internas e internacionales en contra de su deseo; no puede pretender que haya confianza en dirigir una elección más, pues ya ha hecho fraude para mantenerse en el poder en varias ocasiones y en diferentes elecciones, desconociendo la voluntad popular que en un alto porcentaje del 70% de abstención ha rechazado su sistema de gobernar. Y que además en las marchas multitudinarias y en las diferentes formas de expresión popular le dicen: BASTA YA, QUE SE VAYA YA.
¿Tiene la dictadura pueblo? Sí, pero no la mayoría. Un porcentaje muy por encima de su techo histórico le está pidiendo que abandone el poder. Entonces no debe la Alianza Cívica y mucho menos la UNAB hablar de elecciones adelantadas sino de reformas electorales primero y en un plazo inmediato, si ellos son capaces de aprobar leyes en trámite de urgencia, ¿qué más urgencia que la salud, paz y reconstrucción del país y la implementación de la senda democrática que es indispensable YA?
Un diálogo sin condicionamientos por parte del régimen y con una representación más inclusiva de los sectores beligerantes, que le exigen a la dictadura que cumpla con todos los acuerdos y compromisos que permitan estabilizar el país y construir una nación con futuro. Si no es capaz de hacerlo que se aparte. Si no lo hace terminará en el basurero de la historia.