Cuatro jinetes de la corrupción
Los sirvientes del dictador aprobaron de un plumazo cuatro leyes con el propósito de seguir favoreciendo los negocios fraudulentos de la familia gobernante. Una demostración más, por si hiciera falta, de que nuestro desventurado país es el único en el mundo o, si acaso, uno de los poquísimos, donde a la corrupción se le otorga estatus legal.
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