Tarde, invierno (la poesía de Luis Cruz-Villalobos)

Tarde, invierno (la poesía de Luis Cruz-Villalobos)

El vaho gélido azota con insistencia los cristales de una casa tranquila en invierno. Abro la última página del nuevo libro de Luis Cruz-Villalobos (Chile, 1976) Ser Tiempo (NoteBook Poiesis, 2024) , y leo su colofón. Sonrío con la serenidad de la clarividencia ante un acontecimiento sincronizado: el libro terminó de editarse también en una tarde fría y cualquiera de invierno como esta. Palpo ahora su cubierta y descubro sus primeras páginas. El tiempo se ausenta.

Tanto la cubierta del libro como sus primeras páginas me convidan a encontrarme en Ser Tiempo con dos citas de Heidegger –padrino del título de esta obra y de la idea principal sobre la temporalidad del ser (Sein)–. Sein, que a su vez, en palabras de Giovani Rizutto, no es otra cosa que el poeta, único ente capaz de expresar con un lenguaje adecuado nuestra experiencia al existir.

Sin duda, algo que Cruz-Villalobos consigue con creces en este libro de observación pasiva y deleitosa, de la poesía sonora como parte del sujeto que asume, como en Cesar Vallejo, significados universales.

Dorada es la hora
En que el cielo quiere descansar
Y la tierra, en su viaje veloz y lento,
Nos invita a detenernos
Y consolidar nuestros pasos.

Consolidamos nuestros primeros pasos como seres reflexivos hacia la obra de Luis y advertimos que el libro está dividido en cuatro capítulos de corte filosófico: cuatro obras distintas a la vez, cuya temática principal es la música, la poesía y la filosofía, respectivamente. Estas tres disciplinas, junto a cada capítulo, se transforman en prados sinestésicos de palabras y metáforas oníricas que danzan a sus anchas con el anhelo de volver a encontrarse en la armonía primaria de su unión original. 

La noche era alta,.
como el vuelo del pájaro negro
que es la noche.

[…]
La noche era esquiva […]
pues un extraño verdor luminiscente
fundía los átomos del aire.

En estos versos iridiscentes del poema «Stampa», como en muchos otros a lo largo de Ser Tiempo, la música de la compositora polaca Hania Rani y del grupo de post-rock minimalista, Sigur Rós, van acompañando en su trayecto la travesía de la lectura. El autor elige a la compositora polaca y a la banda islandesa —en particular el álbum Átta— para crear fragmentos de realidades distintas a través de sus invocadoras partituras. La vivencia en cada mirada detenida sobre el papel se ve modificada por las notas y acordes que en ese instante suenan de fondo dentro del reproductor.

Atrapados en esa energía de música y movimiento, fluimos en crescendo y allegro, en el vibrar iniciático de los comienzos rompedores de cada uno de los poemas del autor.


Atrévete a sumergirte en el cielo
En ese cielo infinito que comienza bajo tus pies
y te aguarda como entrañable afecto sin límites

Atrévete a respirar ese nuevo aire
Sumergido en sus aguas deleitosas y sagradas
Que te vieron nacer cuando el amor te engendró

Atrévete a abrir tus brazos y tu corazón
Y quedar vulnerable ante el beso puro del cielo
Que te conoce como la palma de su mano celeste

Atrévete a caer lentamente en su luz
Esa que estaba al inicio de todo soñando feliz
El futuro despertar milagroso de tu vida esperada.

La cadencia interna impregnada en la voz poética del escritor parece estar cubierta por el velo de la reina Mebh que tanto en Ruben Darío como en Cruz-Villalobos nos otorga la posibilidad de habitar el verso como sueño posible.

Se trata de un libro de la experiencia sensorial humana: «El mundo es un poema / que no puede leerse de corrido […] el mundo es un poema que besa / no solo el oído sino también el pecho / Es un poema surrealista /abstracto pero también sencillo / Es mundo es un poema mínimo /de solo un verso». Es mediante esa experiencia, junto a filosofía y tiempo, en la que llegamos a subtemas también profundamente arraigados en las arterias más profundas de esta obra: el desasosiego que suscita amar, como por ejemplo en el poema «Stormy»: «Me atormentas / como yo te atormento. […] Minotauros que queremos / en ocasiones oscuras y laberínticas / devorarnos la alegría», la obsesión poética transformada en ocasiones en una cárcel de palabras como sucede en «Knots»: «Estoy encerrado en la poesía […] Estoy atrapado en la belleza o la muerte con sus distintos prismas: «Muerte mía / muerte nuestra / Tárdate / no vengas / hasta el fin / el fin verdadero / El realmente último. / Cuando ya no exista / más poesía» que aparece en «Elegías abruptas». También solidificado en el alma humana, nos acompaña con igual lentitud en la lectura el Pathos griego que sólo el hombre puede experimentar como parte de su devenir vital. Pathos que Luis trae hacia nosotros y nos lleva golpeando, como persistente escultor, hacia los nudos poéticos del estilo peculiar del artista.

Así, contemplamos una poesía anafórica, en la que la repetición de palabras al inicio de verso sostiene la atención sobre el poema –«Entre nosotros / puede existir un espacio infinito […] entre nosotros / puede existir un espacio sideral /Entre nosotros / puede existir un dolor»–. Las personificaciones de elementos naturales –la noche era alta–, composiciones métricas también basadas en la naturaleza y tonalidades variadas de paisajes estacionales –Afuera llueve / En este hermoso otoño verde y pardo […] / Las hojas secas / Caen / Dando delicadas volteretas–. Todo ello transforma el imaginario de Cruz-Villalobos en un caminar de alrededores mudables repletos de detalles: «Ciudad de colores / ciudad de consuelo / ciudad que no mueres / Bajo piedras ni hielo».

El lenguaje en Ser tiempo es llamativo y ligero. La palabra, siempre la misma y siempre cambiante puede transmutar en cualquier momento en la luz amarilla de una casa que es hogar («Casamarilla»), en el tormento de la pérdida del ser amado que es un golpe seco sobre madera blanda y verde («Blodberg») o en palabra incluso como injusticia del mundo que el poeta sufre y expresa para fagocitarse en el milagroso misterio que de nuevo se convertirá en luz («El poeta y la guerra»).

Este lenguaje del poeta, como estados de ánimo en nuestro espíritu, también edifica una realidad distinta y lírica desde la que transitar la vida sin olvidar el tiempo heideggeriano sin pasado, presente o futuro.

Hay paisajes en los que quisiera entrar y quedarme
paisajes coloridos como el corazón de un niño.

Los símbolos como la piedra, los animales o el agua, parecen encarnar también para el poeta manifestaciones del subconsciente poético que mecen al lector en su pasar entre la finitud y la infinitud constante, la melodía y el verso: «El ser como tiempo tiene estructura / del río del vivir donde todo avanza» «El ser no existe, / está fuera del tiempo. / Es el tiempo en sí. / Es el en sí del tiempo. / El espacio al parecer es otra cosa. / La materia es un misterio / que se da también en el tiempo».

Regreso a las horas finitas de la sala en la que me encuentro con parsimonia y fastidio. Vuelvo a esta tarde de invierno cualquiera en la que me hallaba que ahora ya no es la misma. Poesía, música y filosofía vibran como un todo sobre el espacio sin fin de la habitación. Acunado sobre mis rodillas, Ser Tiempo abierto por la última página con el colofón formando un caligrama. Hania Rani aún al piano. Leer a Luis ha sido sin duda una experiencia trascendente.

Casamarilla


Una casa color sol mostaza
que nos saluda como un día nuevo

Una casa parecida a un girasol
que besa los ojos de quienes la habitan

Una casa amarillo esperanza,
pero con toques de nocturno cielo
que acreciente el fulgor tibio del solar color

Una casa luminosa y viva
con su interior blanco y madera
para recibir con amor a quienes visiten

Una casa amarilla de familia
para sonreír mirando el sol por cada ventana
junto al inmenso quillay y el nogal centenario

Una casa alegre para vivir nuevos años
de la mano con la paz y el cielo infinito.

Diana Forte
Diana Forte (1990) Nacida en Murcia, tierra de vinos y limones, es licenciada en Filología Hispánica y correctora profesional. Escritora ferviente desde que tenía diez años. La poesía es el Leitmotiv de su vida. | + posts

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *