Tres poemas de Orell Ordoñez
XIV
Rodolfo Walsh
jugaba ajedrez
en un club de Buenos Aires
Escribió «Operación masacre»
corrigiendo hasta el amanecer
Después de la publicación
la dictadura lo dio por desaparecido
o mejor dicho lo lanzaron a la selva desde un helicóptero
En honor a Walsh yo juego a dos cosas
A veces intento un mate del pastor
a los principiantes
y en ocasiones escribo un poema surrealista
de lucha social
Las palabras son peones armados
y los caballos junto con los alfiles
esdrújulas acorazadas
No hay peor cosa que no verlo
La literatura es ajedrez
y el ajedrez se aprende
con manuales didácticos
como el de Capablanca
Es conjetura de armamento
y de salvamento
Ambas disciplinas
aumentan la rabia
por los curules
Ambas corrientes son aguas
que deben nadarse.
(A María Esther Granados Díaz)
XVII
¿lloraste como se debe llorar?
¿escribiste como debe escribirse?
¿dejaste de creer en dioses?
¿abandonaste las convenciones tóxicas?
¿te curaste de la multitud?
¿al fin lograste estar en soledad?
¿leíste a Walt Whitman?
¿pensaste en metáforas delirantes?
¿acaso no es mejor la simpleza?
¿cumpliste con el deber de ser vos mismo?
(A Norman Grijalva)
XIX
A los asesinados en abril
la forma transgresora
no se disfraza
de tonos blancos
ni toma distancia
de la noche
porque
arremete
con discurso
de queja y exigencia
aunque la escopeta
apunte su pecho
no es heroísmo
todo lo contrario
es la necesidad
de enfrentar el conflicto
y no esperar hacerlo versos
eso es para los sobrevivientes
dignos de los días venideros