Trump y Musk: ruptura estratégica en el tablero global
La reciente ruptura entre Donald Trump y Elon Musk detonada por desacuerdos sobre subsidios y políticas industriales no es solo una riña de egos. Es el síntoma visible de un reacomodo profundo en las estructuras de poder político y económico de Estados Unidos.
Cuando el empresario más disruptivo del siglo rompe con el político más polarizante, el mensaje es claro: los pilares que sostenían al movimiento MAGA comienzan a resquebrajarse.
La fractura podría dividir a la derecha estadounidense, erosionando la base trumpista desde su flanco más tecnocrático. Ya hay consecuencias: caída en acciones de Tesla, reacciones encontradas en Wall Street y un giro narrativo que puede redefinir las próximas elecciones.
En el mundo, el efecto rebota. Musk representa una visión futurista y globalizada; Trump, una nostálgica y aislacionista. El choque entre ambos es también el choque entre dos formas de entender el futuro.
No estamos viendo solo una pelea entre dos hombres. Asistimos al comienzo de una nueva etapa en la política estadounidense donde el poder no se divide entre partidos sino entre visiones del mundo.
Oky Arguello
