Una propuesta de lucha noviolenta contra la dictadura de Ortega

Yaser Morazán
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Francisco Larios
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El autor es Doctor en Economía, escritor, y editor de revistaabril.org.

Artículos de Francisco Larios

<<Hay que agruparse, unirse alrededor de la meta de democratizar el país, pero con la claridad de que es preciso salir de la dictadura como prerrequisito, con el entendimiento de que el eslogan “solo el pueblo salva al pueblo” es más informativo que nunca, dado el fracaso del diálogo–del 1.0 y del 2.0.  Hay que movilizarse, dentro y fuera de Nicaragua, para poner en marcha un plan de lucha en el espíritu – no necesariamente la letra – de lo que abajo proponemos. Sería un plan que busque infligir el máximo daño al régimen sin convertir a los nuestros ni en carne de cañón ni en soldados de ningún ejército—al final todos los ejércitos terminan siendo ajenos.>>

El diálogo ha muerto”, dice un meme, “viva el diálogo”. Como cuando un rey moría, y se anunciaba, porque era la única realidad posible, que había nuevo rey.  Es el caso de las élites que detentan los poderes, el económico y el político, en Nicaragua. Tanto Ortega-Murillo como sus contrapartes del gran capital están conscientes—o deberían estarlo—que tienen que construir una salida del embrollo, que la crisis sigue, que hay frustación y violencia contenida en la sociedad, que el país se hunde bajo sus pies, y que en algún momento, porque la ley de la gravedad existe, el techo se les viene encima.   

No en vano hay más de cobardía que de coraje en las bravuconadas recientes de los dos.  La Alianza –hoy la máscara opositora de los grandes empresarios frente al extranjero, y entre nicas cada vez más raída–emite un inverosímil ultimatum a la dictadura: “estaremos en el INCAE el 31 de julio; exigimos que se presenten, o de lo contrario…”  Para no quedarse atrás, porque en mezquindad no puede ser derrotada, la dictadura envía comunicación de que da por terminado el diálogo, por » la ausencia definitiva de la otra parte». ¿La fecha? 30 de julio. Unas cuantas horas, y se habrían cruzado por casualidad en la estación.

Preparando el siguiente acto: Almagro al rescate

Pero no se preocupen los adictos al circo de las élites, que ya les preparan una nueva temporada, otra vez bajo el patrocinio de un viejo filántropo del espectáculo del poder, don Luis Almagro.  ¡Ah, las coincidencias de la vida…! La Prensa informa el mismo 31 de julio lo siguiente: “En la Organización de Estados Americanos (OEA) se empezó a conformar la comisión de alto nivel diplomático, que presionará al dictador Daniel Ortega para que vuelva a sentarse con la opositora Alianza Cívica (AC) y lograr un acuerdo sobre la crisis sociopolítica que afecta a Nicaragua desde hace más de 15 meses.” En el mismo reportaje, el vocero y negociador propietario de la Alianza, el exPLC y ahora FAD-MRS José Pallais informa que al fin, este fin de semana, “logró activarse” la comisión que—una vez aprobada por el Consejo Permanente de la OEA–tendría a cargo la revisión del caso Nicaragua.  Una vez que la comisión reciba oficialmente sus órdenes, tendrá otros 75 días de plazo.  O sea, por lo menos 75 días más antes de que pueda considerarse la aplicación de sanciones regionales bajo la Carta Democrática.  

Pero no se sorprendan si hay más plazos, como los ha habido desde que las palabras “diálogo” y “negociación” reemplazaron a las palabras “derrocamiento”, “salida” y “democracia”.  En el mismo período los señores Aguerri, Arana, Healy, Pallais, y otros participantes felices en el festín de la dictadura reemplazaron a los líderes autoconvocados, campesinos y estudiantes.  En ese mismo tiempo tuvo que exilarse el sacerdote César Augusto Gutiérrez, y las fuerzas combinadas de la nunciatura, el gran capital, y El Carmen lograron sacar del país a Monseñor Báez, la figura más respetada por la ciudadanía, vista por ella y por el régimen como líder espiritual del movimiento democrático.  

Cito apenas estos dos personajes, pero todos sabemos que hay cientos de líderes populares en el exilio, que ha habido más de quinientos muertos, que hay cerca de 80,000 exilados pasando penurias indecibles.  Sabemos, sobre todo, que Nicaragua está convertida en un campo de concentración, en el cual los únicos que tienen libertad, aunque sea condicionada, para hablar, son los partidarios del régimen y los interlocutores que este tolera.  Además, el carácter fascista con ribetes incluso nihilistas del régimen se revela a diario. Aparecen cadáveres en el campo y la ciudad, y las manifestaciones grotescas de triunfalismo por parte de los seguidores de Ortega no tienen pausa.

“Pero es que no hay alternativa al diálogo”

Así estamos, y así iremos, en una deriva apocalíptica, hasta que no haya resolución verdadera de esta crisis.  La solución requiere (¿por qué no es esto evidente para los propagandistas de la Alianza?) que se logre la erradicación, el derrocamiento de la dictadura.  Meta costosa, dolorosa, pero ineludible, a menos que nos resignemos a un país dominado permanentemente por sicarios. Ya se ha visto que es imposible convivir, acordar, pactar civilizadamente con Ortega y Murillo.  Y si algo hemos aprendido colectivamente en estos meses es que con ellos no es posible el empate.

¿Qué hacer entonces? Queremos, mayoritariamente, evitar que la crisis lleve a una guerra civil.  Pero quienes dicen que una explosión de violencia fratricida es ‘imposible’ necesitan echar un vistazo a todas las guerras imposibles que han asolado nuestra patria, donde más bien uno a veces, cuando el espíritu flaquea, se pregunta si la paz es posible.  Como la ansiamos, y creemos que la paz no puede darse sin democracia y justicia, y ya que –tal y como se explica adelante— es de ilusos concebir la salida de un tirano porque “dialogamos” con él, hay que buscar de urgencia alternativas efectivas de lucha.

Hay que buscar también que los liderazgos populares autoconvocados escapen al embrujo de la propuesta adormecedora de la Alianza y los grupos tradicionales del poder.  Hay de sobra evidencia para demostrar que el mantra de “no hay alternativa al diálogo” es una trampa mortal, y que a fin de cuentas deja más víctimas en el camino de las que promete evitar.

Hay que agruparse, unirse, alrededor de la meta de democratizar el país, pero con la claridad de que es preciso salir de la dictadura como prerrequisito, con el entendimiento de que el eslogan “solo el pueblo salva al pueblo” es más informativo que nunca, dado el fracaso del diálogo–del 1.0 y del 2.0.  Hay que movilizarse, dentro y fuera de Nicaragua, para poner en marcha un plan de lucha en el espíritu – no necesariamente la letra – de lo que abajo proponemos. Sería un plan que busque infligir el máximo daño al régimen sin convertir a los nuestros ni en carne de cañón ni en soldados de ningún ejército—al final todos los ejércitos terminan siendo ajenos.  

Sin presión no hay liberación: Plan Nacional de Desobediencia Civil.

¿Qué dictador en la historia de la humanidad ha declinado su poder político a través de un dialogo nacional? ¿Adolf Hitler, Muamar el Gadafi, Fidel Castro, Hugo Chávez, alguno de los Somozas? Ninguno. Por lo tanto, ¿Qué nos hace creer que el régimen Ortega-Murillo lo hará? ¿Por qué los nicaragüenses nos sentimos tan exclusivos de los designios naturales de un dictador? He aquí la trampa del dialogo, negociación, pacto o quimera nacional, cuyo único objetivo es servir de muro de contención ante la insurrección popular.

En la historia de la humanidad, las luchas de poder están vinculados a las luchas de clases, porque el pastel de las riquezas se tiene que repartir entre sus protagonistas, tradicionalmente representados en el poder económico, político y religioso. Esta forma de repartir las riquezas se deriva, entre otras razones, de la capacidad que tienen estos grupos de ponerse de acuerdo entre sí y someter a las grandes mayorías a la voluntad de las élites de turno. Pero como todo sistema social es vivo, cambiante y dinámico, hoy en día hay un nuevo actor social con capacidad de poder, el pueblo, que ahora se comunica entre sí, comparte ideas, tiene propuestas y grita sus necesidades a través de las nuevas tecnologías de comunicación y las redes sociales. Adiós al monopolio de las voces únicas. Que tiemble el poder tradicional.

El poder es la capacidad que tenemos para hacer que otros nos obedezcan, incluyendo gobiernos, empresarios, pueblo, dictadores, etc. En contexto civilizados solo quien tiene algo que dar (dinero, favores, alianzas, etc.) puede ofrecer, pero en contextos de violencia, solo quien usa la fuerza puede someter. El pueblo de Nicaragua tiene la capacidad social, política, institucional y económica para someter la voluntad política del gran capital y el régimen Ortega-Murillo a través de un proceso nacional, sistémico, contundente, responsable y eficiente de resistencia civil y pacífica. 

Un plan nacional de desobediencia civil es un mecanismo ciudadano que busca desestabilizar política, social, institucional y económicamente al sistema corrupto y violento que sostiene una dictadura. Es un mar de posibilidades que ofrece a los ciudadanos la capacidad de resistir sin morir, porque a diferencia de los métodos tradicionales de protestar a través de marchas, plantones, protestas, etc. en los ejercicios de desobediencia colectiva no habrá cuerpos humanos a quienes arrestar, secuestrar, mutilar, herir, torturar, disparar y asesinar. El nuevo poder del pueblo son las acciones anónimas desde la clandestinidad. Autoconvocarnos utilizando las redes sociales, las nuevas tecnologías de la comunicación, mensajes de WhatsApp, correos electrónicos, medios de comunicación independientes en el exilio, los púlpitos de las iglesias, etc. 

No es necesario que el pueblo se organice a través de una estructura formal, la gente ya está organizada en el dolor e impotencia que sienten de vivir bajo una dictadura. Detrás de cada celular, computadora, tablet, etc. se encuentra un nicaragüense que pertenece a una familia, hogar, barrio, ciudad, país y por consiguiente, es un actor político con capacidad de convocatoria, acción e influencia. Ejemplos sobre la efectividad de este poder abundan en la nueva Nicaragua: El Boicot a empresas como PetroNic, Colgate, NicaBus. La cancelación de eventos como El Concierto de Carlos Vives. La declinación de artistas invitados a actividades del régimen como El Nicaragua Diseña, Festival Incanto, etc. Las convocatorias para ir a marchas, plantones, paro nacional, etc. O actividades más creativas como las pintas azul y blanco, lanzar globos, lobby internacional de la diáspora, paro temporal de remesas familiares, etc.

Propuesta de Programa de lucha noviolenta
Actividades de bajo impacto 

Primera semana:

1.Conferencia de prensa y gira de medios de comunicación por el pueblo Azul y Blanco, desde Nicaragua, Washington, Miami, Los Ángeles, Houston, Europa (Diáspora) y Costa Rica (Exiliados) para presentar formalmente el PLAN NACIONAL DE RESISTENCIA CIVIL.

2. Marcha virtual. Invitar a todos los nicaragüenses a cambiar su foto de perfil y sustituirla por la fotografía de un ASESINADO o excarcelado, utilizando el #SOSNicaragua

Segunda semana:

3. Semana de oración por la paz y ayunos. Invitar a la comunidad cristiana de Nicaragua participar en jornadas espirituales por la paz VERDADERA de nuestro país.

4. Lluvia de protestas Azul y Blanco. Grupos territoriales elaboran protestas clandestinas que serán filmadas y compartidas en redes sociales. La diáspora y exiliados podemos replicar la experiencia desde las embajadas y consulados.

4.1. Globos azul y blanco.
4. 2. Papelillos azul y blanco. 
4. 3. Papeles con mensajes en lugares públicos. 
4. 4. Pinturas azul y blanco (Incluye la variante manchar las casas de los CPC de tu zona con pintas)
4. 5. Graffitis urbanos con mensajes de LIBERACIÓN.

Tercera semana: 

5. La rayadera nacional.
5. 1. Manchar buses públicos con mensajes de LIBERTAD.
5. 2. Rayar baños públicos con mensajes protestas. 
5. 3. Manchar billetes a nivel nacional e internacional. 
5. 4. Rayar revistas en salas de espera, buses, aviones, etc. 
5. 5. Rayar murales de instituciones públicas.
6. Apagón informativo. Los medios de comunicación nacionales se solidarizan con Lucia Pineda Ubau y Miguel Mora, a través de un apagón mediático que nos ALERTE a los nicaragüenses lo que podría suceder eventualmente en la cubanización y cerco mediático del país.

Actividades de mediano impacto

Cuarta semana: la diáspora en lucha por la democracia

7. La diáspora visita los Ministerios de Turismo o su equivalente en sus países de residencia para pedir a los Gobiernos que las agencias de viaje, cruceros, aerolíneas con destino hacia Nicaragua, coloquen avisos de ALERTA DE ABUSOS DE DERECHOS HUMANOS.

8. La diáspora convoca a un paro temporal de remesas familiares, empezando por 1 día, 1 semana, 15 días y así sucesivamente según las respuesta obtenida por el régimen.

9. La diáspora convoca a un paro temporal de envío de encomiendas familiares, empezando por 1 día, 1 semana, 15 días y así sucesivamente según las respuesta obtenida por el régimen.

10. La diáspora convoca a un paro temporal de compra y venta de boletos aéreos desde y hacia Nicaragua, empezando por 1 día, 1 semana, 15 días y así sucesivamente según las respuesta obtenida por el régimen.

11. Gira de medios internacionales. La Diáspora participa en programas de radio, televisión y artículos periodísticos para dar a conocer la jornada de protestas.

Quinta semana:

12. Elaboración y divulgación de listas a nivel nacional de negocios y empresas vinculadas al FSLN para aplicarles #Boicot de consumo PERMANENTE. Se puede empezar con las empresas del Ejercito, Policía nacional y la Familia Ortega/Murillo.

Sexta semana:

13. Elaboración y divulgación de listas a nivel nacional de negocios y empresas vinculadas al FSLN para aplicarles #Boicot de consumo PERMANENTE. Continuamos con las empresas de Políticos del FSLN, Autoridades nacionales y Grandes empresarios.

Séptima semana:

14. El sector privado anuncia el retiro masivo de publicidad empresarial en medios de comunicación oficialistas y afines. Vamos a priorizar comercialmente los negocios Azul y Blanco.

15. Paro Estatal. Llamar públicamente a la sociedad nicaragüense de no participar en eventos culturales, artisticos, empresariales, deportivos, gastronómicos, educativos, etc. convocados por el Gobierno.

16. La diáspora elabora un calendario virtual interactivo donde los nicaragüenses agregamos eventos, ferias y congresos internacionales en los que pretende participar la dictadura para organizar #Boicot y protestas.

Actividades de alto impacto

Octava semana:

17. Paro escolar temporal. Los padres y madres de familia (No el colegio) convocan a un paro escolar de un día, que se irá aumentando en cantidad de días cada mes, si el régimen no escucha el clamor popular.

18. Paro civil temporal. Se convoca al pueblo de Nicaragua a no elaborar ningún trámite en las instituciones del Estado durante un día, que se irá aumentando en cantidad de días cada mes, si el régimen no escucha el clamor popular.

Novena semana: 

19. Huelga nacional. Los trabajadores del sector privado convocan a un paro laboral durante un día, que se irá aumentando en cantidad de días cada mes, si el régimen no escucha el clamor popular.

Décima semana:

20. paro comercial en modalidades de:
20.1. de 24 o 72 horas.
20.2 por departamentos, hacemos rondas y repetimos. 
20.3. Por sector comercial.
20.4 Por profesión u oficios. 
20.5. Fiscal y tributario.

Décima primer semana. Mes LÍMITE.

21. Tranque comercial en la Frontera Nicaragua – Costa Rica.

Décima segunda semana:

22. PARO NACIONAL INDEFINIDO.