¡Vergüenza!
Yaser Morazán
A un defensor del gran capital.
“¿Acaso la gente sacrificada como becerro estaba pensando en el PIB?
No. Pensaban en libertad.”
Estoy llegando a la conclusión de que el discurso de UNIDAD no es más que una excusa para evitar convocar a acciones de resistencia ciudadana y neutralizar la lucha popular, porque lo que yo veo desde abril, es gente UNIDA más que nunca, en el dolor y las ganas de JUSTICIA. Aquí todos estamos claros de cuál es la ruta a seguir, lo que no sabemos es cómo llegar hacia ella, es decir: ¿Qué vamos a hacer para presionar al régimen? Necesitamos ponernos de acuerdo en un PLAN NACIONAL de RESISTENCIA.
Si el pueblo de Nicaragua se hubiera puesto a pensar en indicadores macroeconómicos, aquí no hubiera habido una insurrección popular en abril (tranques, marchas…) y los señores del gran capital que usted tanto defienden seguirían en negocios con la dictadura. Así que ese argumento de «estabilidad económica», NO APLICA para la dignidad humana y la justicia social.
Las familias de los asesinados, los torturados, mutilados, heridos, secuestrados, excarcelados, exiliados, etc., no estamos pensando en indicadores macroeconómicos, porque ya nos arruinaron la vida; estamos pensando en justicia, libertad, paz, democracia y derechos humanos, y en las múltiples formas para conseguirla con o sin el apoyo de la Alianza Cívica, secuestrada por el sector privado, bajo el silencio cómplice de tanto activista de ONG tallereado y empoderado dentro de la UNAB.
Vergüenza le tiene que dar a cada activista universitario, campesino, feminista, joven, LGBTI, barrial y de cualquier movimiento social, utilizar el argumento económico para neutralizar la lucha popular. ¿Acaso la gente sacrificada como becerro estaban pensando en el PIB? No. Pensaban en libertad. ¡RESPETEN! y pongámonos a trabajar. UNIDAD en la acción, porque esa cultura del silencio propia del sandinismo de los ochenta y su lema «Dirección Nacional ordene», nos está pasando la cuenta una vez más.