EL “ARREGLO” PARA LIBERAR A LOS PRESOS POLITICOS
<<Ya es hora de libranos de nuestros vicios para presentarles al pueblo una opción responsable para su libertad total.>>
El gobierno de EE. UU. también hace sus arreglos por debajo de la mesa. Y cuando eso sucede es un secreto de estado que al humilde populacho no se lo van a decir. La liberación, expulsión y la ilegal pérdida de la nacionalidad de nuestros presos políticos no puede ser una cuestión unilateral de la dictadura, sino “cierto entendimiento”, (cierto no quiere un acuerdo firmado), pero al fin y al cabo un «entendimiento», un asentimiento diplomático que dependiendo como se haga la acción convenida puede llevar a otras cosas para un entendimiento serio.
Y este nuevo resultado puede ser un «diálogo entre Estados Unidos y Nicaragua tal como lo expreso el Secretario de Estado Antony Blinken al Canciller Colindres. Me supongo que Blinken lo ha de haber felicitado por haber dado el paso de liberar a los 222 presos políticos, que según el dictador lo hizo por su propia cuenta, de manera unilateral… Y es que las sospechas del «arreglo» se lee entre líneas, o como se dice en el argot popular: en letra pequeña.
El avión autorizado por el propio presidente Joe Biden para trasladar a nuestros compatriotas aterrizó el jueves en el Aeropuerto Internacional Washington-Dulles.
El propio presidente estadounidense deja entrever los pasos dados en este momento y los siguientes posibles movimientos. La noticia de la liberación de los secuestrados por el régimen dictatorial y su llegada a la Estados Unidos es muy decidora en boca de los reporteros. Leamos:
“…Las fuentes del gobierno de Biden que informaron temprano el lunes, dijeron que «Estados Unidos continúa priorizando el apoyo al pueblo nicaragüense y sus libertades fundamentales y derechos humanos». Además, reiteraron “la solicitud de la Casa Blanca para que sean liberadas todas las personas encarceladas en Nicaragua por ejercer sus libertades fundamentales como un primer paso hacia la restauración de la democracia y un mejor clima de derechos humanos en Nicaragua.»
“La decisión del gobierno de Nicaragua es positiva y bienvenida. Nos mantenemos firmes en alentar pasos adicionales por parte del gobierno de Nicaragua para restaurar las libertades civiles y la democracia para el pueblo nicaragüense», afirmó el Departamento de Estado más temprano a través de un comunicado enviado a la VOA…»
Sin duda hubo platicas de gobierno a gobierno, pero sin firmar documento alguno.
II
Este acuerdo sin firma también lo hicieron delegados de los gobiernos de Estados Unidos y del gobierno de Venezuela en el mes de marzo del año pasado, donde se logró la liberación de dos ciudadanos estadounidenses presos y la liberación de los narcos sobrinos de maduro y su esposa presos en Estados Unidos.
Según la Voz de América VOA, “Un funcionario de alto rango de la administración Biden dijo el miércoles que no existe un «diálogo» con el gobierno de Venezuela y aseguró que EE. UU. no ofreció ningún beneficio para obtener la liberación de dos estadounidenses presos en el país suramericano.
El objetivo del reciente viaje de funcionarios estadounidenses a Caracas, aseguró el funcionario, fue liberar a los estadounidenses y presionar para que Maduro retomara las negociaciones con la oposición. “No hay un diálogo entre nosotros y el régimen; el diálogo debe ser entre el pueblo venezolano”, señaló.”
“No hay diálogo” con el gobierno de Venezuela: funcionario de EE. UU”, así encabezo el periódico digital la VOA acerca de estos acuerdos no firmados entre el gobierno de Biden con la dictadura de Venezuela, lo que fue denunciado como un reconocimiento al fraudulento y antidemocrático Maduro y su pandilla.
III
Sin duda la liberación de los 222 secuestrados políticos es un paso adelante en la lucha que libra el pueblo nicaragüense por la democracia y el estado de derecho. Pero no se puede bajar la guardia un momento porque la magna tarea está pendiente de alcanzar: derrotar a la dictadura, castigar a los violadores de nuestros derechos y asesinos del pueblo y el establecimiento de un gobierno democrático donde se garantice el respeto de la vida humana, la libertad de prensa y de organización.
Y dentro de estas tareas tenemos que espolearnos para lograr la libertad incondicional de los demás 38 presos políticos que todavía siguen secuestrados y torturados en las mazmorras de la dictadura familiar Ortega Murillo. Muy especialmente quiero referirme a Monseñor Rolando Álvarez, quien se negó a montarse en el avión que lo conduciría al destierro.
Todos ellos son nicaragüenses, aunque la dictadura y sus corruptos diputados de todos los pelajes “aprobaron” una reforma ilegal e inconstitucional a nuestra Carta Magna para arrebatarles la nacionalidad.
Nuestros compatriotas no son «traidores a la patria», son nacionales nacidos en nuestra tierra pinolera: el artículo 20 de la Constitución Política de Nicaragua expresamente claramente: “Ningún nacional puede ser privado de su nacionalidad. La calidad de nacional nicaragüense no se pierde por el hecho de adquirir otra nacionalidad.” Este artículo mantiene su plena vigencia. Por tanto, todo el actuar de la dictadura no solo es absolutamente ilegal, sino que muestra la desesperación de la dictadura de inventar leyes para mostrar fortaleza ante su reducida y escuálida bases.
Cabe señalar que ningún compatriota liberado firmó documento alguno voluntariamente para obtener la nacionalidad de otro país, en este caso, de Estados Unidos de América que los acogió bajo el Parole Humanitario por dos años; todos fueron expulsados por la fuerza y sin su consentimiento por el régimen dictatorial.
IV
Finalmente, mi posición sobre estos acontecimientos:
- Hubiera deseado un rescate de nuestros presos por medio de la lucha popular en las calles, con un pueblo en manifestaciones masivas con recorridos de hasta más de 10 Km. como lo fueron en 2018. Era lo deseable. Pero no todos, (incluyendo algunos liberados) no querían esa salida, mucho menos un derrocamiento popular de la dictadura y para ello prefirieron salidas como el llamado “aterrizaje suave”; una tesis oportunista y electorera por la que muchos trabajaron hasta que la necesidad de una unidad de “frente único” se hizo imposible y nos debilitó hasta la derrota total.
- La unidad total o parcial de la oposición es un objetivo por la que debemos trabajar dándole prioridad a la organización interna, la que debe superar la espontaneidad, la tesis de autoconvocados y el sectarismo. Se necesita una acción consciente para una acción organizada. La unidad no necesariamente tiene que ser sobre puntos estratégicos sino sobre aspectos concretos. Por ejemplo, continuar con la demanda de la liberación de los 38 presos políticos, el boicot al pago de los impuestos (que sostiene económicamente a la dictadura), promover el boicot a la dictadura en las organizaciones financieras internacionales, entre otras.
- Cualquier dialogo para un entendimiento con la dictadura solo podrá ser abortado con la organización y la lucha tanto de los exiliados como los nicaragüenses internamente.
Si el gobierno de Estados Unidos de América o la Unión Europea busca esa salida, no los culpemos; preocupémonos nosotros, porque en nosotros esta el caldo de cultivo del sectarismo y del verticalismo como una nefasta herencia del régimen político que todavía vivimos y sufrimos. Librarnos de esas practicas no ha sido fácil y mantenerlas ha significado las derrotas y para nuestro pueblo un sacrificio que no debe continuar.
Ya es hora de libranos de nuestros vicios para presentarles al pueblo una opción responsable para su libertad total.