El fin del principio
Carlos Quinto
Un análisis de la interesante entrevista hecha por revista Abril a Roberto Sancam nos lleva a conclusiones que desmantelan el pensamiento mágico o wishful thinking en el que ha basado su discurso, y lo que llama—falsamente– “estrategia” la oposición nominal. La misma «oposición» que mientras la dictadura estaba a la ofensiva, se ocupaba en discusiones bizantinas sobre…estatutos.
Habiendo usurpado la representación opositora, pero sin legitimidad alguna por su naturaleza de testaferro del gran capital, su ausencia en el valiente levantamiento autoconvocado de Abril y su comportamiento posterior de complicidad con la dictadura comprándoles tiempo, su imagen es cada día mas repugnante.
La presunción esencial que la entrevista hace volar en pedazos es la de una hipotética escisión en el ejercito, pieza clave y determinante en cualquier desenlace futuro. Nunca ha sido una posibilidad real ni ocurrirá jamás porque atentaría contra sus intereses y su existencia misma. Ni hay, ni habrá, ni la esperen.
Otras presunciones, también volatilizadas por las circunstancias, son:
Que la «oposición» de membretes puede obligar a negociar a la dictadura. La dictadura no tiene ninguna necesidad de negociar con nadie antes de las elecciones de noviembre en Estados Unidos. La dictadura solo negociará por la fuerza bajo amenaza inminente de extinción, lo que no es el caso actual ni previsible.
El discurso iluso del “vamos ganando” o el de “la dictadura esta acorralada y con miedo”. Ni uno ni otro. Con la combinación de represión cruel y sanguinaria, terror, cooptación de la oposición nominal, el fracaso total de unas sanciones limitadas mas simbólicas que efectivas, y, sobre todo, su alianza total con el gran capital, la dictadura logró desmovilizar a la oposición real.
El colapso financiero de la dictadura es inminente. Con un manejo bastante competente de la macroeconomía (para sus fines, no para el interés nacional) basada en un decrecimiento controlado que no amenaza los fundamentos del régimen, protegiendo el tipo de cambio y evitando despidos masivos entre sus bases, así como aplicando creciente presión fiscal para compensar perdidas de ingresos, no sienten la economía como un frente peligroso. Mientras la agroexportacion se mantenga saludable, lo que es el caso, y la crisis se concentre a los servicios, turismo y hasta industria, la supervivencia financiera de una dictadura en un país atrasado y completamente dependiente de actividades primarias no esta amenazada en lo inmediato. Y, para que nadie se haga ideas, curándose en salud, la dictadura envía mensajitos a sus socios plutócratas, pero bajo el principio de apretar sin ahorcar, sabiendo que a sus socios empresariales les conviene tan poco como a ellos un colapso económico. Por eso es que la alianza dictadura-plutocracia es indisoluble. El enemigo es bicéfalo.
Mientras tanto, las exigencias de renuncia del dictador están olvidadas, las de elecciones adelantadas han sido descartadas, y ya se impuso como dogma entusiastamente aceptado de los cívicos no violentos la tesis de seguir el juego de las elecciones a la Maduro en 2021. ¿Recuerdan de quien era esta posición en 2018?
En esas condiciones, atrapados sin salida en un macabro túnel del tiempo y el vacío absoluto de aquí a noviembre, la única posibilidad de cambio es biológica. Nada que no sea la desaparición del dictador por enfermedad es utopía en este momento. Aun en una eventualidad como esa, no habremos ganado nada, porque parafraseando a Churchill, la muerte del dictador no sería el principio del fin del sistema sino –acaso– el fin del principio de una ruta aún mas dura y prolongada.
Para evitar otro descenso a los infiernos y la continuación de esta dictadura por otra es indispensable:
Desenmascarar y aislar al verdadero enemigo disfrazado e infiltrado como oposición. No es unidad juntarse con el enemigo que mina desde el interior, obstaculiza y apuñala por la espalda: es suicidio.
Recuperar una movilización activa menos vulnerable y costosa en términos de vidas humanas, pero aún mas perjudicial para la dictadura y socios plutócratas. Sabotajes, boicots, campañas de desprestigio a sus productos de exportación para golpearles la bolsa son imprescindibles. No solo la tiranía sandinista debe sentir las consecuencias, sus socios plutócratas también. Mientras mejor les vaya a los plutócratas, mas fuerte estará la dictadura sandinista.
Incorporar a los empleados públicos a la resistencia. Con 150,000 empleados públicos es incomprensible que no se den filtraciones dañinas para la dictadura y sus negocios con los plutócratas a diario en un ambiente de corrupción generalizada. Cierto que hay controles, pero no estamos en la RDA ni Norcorea…aún. Es importante incorporarlos a la lucha. El impacto de La Prensa al final de los 70s (y lo que probablemente le costo la vida a su director) fue la avalancha de publicaciones documentadas de escándalo tras escándalo del régimen somocista.
Habituados al monopolio de la violencia y a disparar sin que les devuelvan fuego, el sandinismo debe ser desestabilizado, haciéndolo dudar de su impunidad, su seguridad física y que entrevean las consecuencias que puedan enfrentar en un futuro no garantizado. El concepto de la no violencia no es aplicable con una dictadura perversa y sádica decidida a mantenerse a sangre y fuego. Nicaragua no es la India ni tenemos un Gandhi, ni siquiera tenemos un solo líder de oposición, NI UNO que infunda respeto. En la India, Gandhi enfrentó un poder colonial responsable en decadencia y en repliegue mundial sin instintos de exterminio que simplemente buscaba una salida honorable y sin perder cara, no una mara sandinista sanguinaria, primitiva, nihilista, atávica y prehistórica aferrada al poder. Dada la correlación de fuerzas, es impensable una confrontación armada directa con fuerzas mejor armadas pero el éxito de una guerra asimétrica limitada, bien dirigida contra blancos enemigos vulnerables y sensibles con el mínimo de daños colaterales para apoyar un movimiento político extendido esta probado alrededor del mundo. Aun contra la máxima potencia mundial. Sin ese elemento, volvemos a ponernos en manos de la biología
No nos hagamos ilusiones, el sandinismo no desaparecerá por las buenas. Aunque cedieran la administración del estado, el poder no lo cederán jamás, quedan los 60,000 sicarios asesinos que solo saben matar, armados hasta los dientes. A ver quién los desarma orando.
Ir creando condiciones con gente nueva, capaz, no manchada por la corrupción sandinista o liberal en ninguna de sus formas, ni comprometida con sus socios plutócratas, desarrollando cuadros que aun en condiciones de compartir el poder en una eventual transición puedan influir y controlar los peores instintos de cogobernantes de conveniencia
Dada su importancia en la economía rudimentaria nacional, y sus contactos (los mismos que han utilizado criminalmente para cabildear en Washington en favor del sandinismo asesino), los plutócratas principales, — hasta los mas abyectos– sobrevivirán a sus socios dictatoriales.
Controlarlos para impedir que se metan en la cama con el próximo dictador alcahuete de sus intereses será clave para que un cambio de sistema sea real y no un simple cambio de nombres.
Para ello hay que estructurar un poder alternativo capaz de resistir e imponer cambios estructurales a largo plazo utilizando su apoyo popular para poner a raya a la plutocracia vía regulación estricta, desmantelamiento de los carteles financieros especulativos que tienen de rehén a todo el país vía deuda esclavizante y nociva para la prosperidad, y disolver gradualmente su dominio creando fuentes alternativas de creación de empleo y riqueza como la promoción y financiamiento como política estratégica y central del estado de la pequeña y mediana industria, no artesanal, sino productiva y competitiva. En una nueva economía en que prime el financiamiento a productores y no el subsidio a depredadores.
Espero fervientemente estar equivocado en mis análisis de los obstáculos y que un milagro me contradiga. Nada me comería con mas placer y gusto que mis palabras en este tema, pero…
…o actuamos ya, y cada día, en cada foro, a la medida de nuestros medios y con un solo fin en la mira, el cambio del sistema integral sandinista-plutócrata, o ningún evento previsible, incluida la desaparición del tirano, será el principio del fin. Ni siquiera representara el fin del principio
(PD. Gracias Winston por la inspiración)