La juventud no tiene dónde reclinar la cabeza
Madeline Mendieta
«Estamos a tiempo de cambiar estos ciclos, encontrando el punto medio entre la decrepitud, la intolerancia y los apegos. Consensuar una propuesta donde los jóvenes no carguen mochilas de otros, frustraciones de otros, mentiras de otros, vicios de otros, las discordias de otros. Esa declaratoria de herederos tiene que ser anulada, es hora que los muertos entierren a sus muertos»
El vídeo que se viralizó en redes, del combatiente histórico conocido como Chino Enoc, causó revuelo en las filas sandinistas y burlas con sentimientos de victoria de los opositores al régimen. El principal reclamo del sexagenario es que el relevo generacional no tiene formación ideológica. Pero también había otros reclamos entrelíneas que se tomaron como el resquebrajamiento interno del partido sandinista y el temor más elemental de todo ser humano: cuando muera ¿qué pasará?
Los acontecimientos de abril 2018 iniciaron con una reforma a la Ley de pensiones del INSS y los pensionados salieron a las calles a protestar porque la reforma reducía un porcentaje a su cuota mensual. Una pequeña manifestación salió a protestar por la reforma en la ciudad de León y todos fuimos testigos a través de los noticieros y grabaciones con celulares de la golpiza que con saña les dieron simpatizantes de la Juventud Sandinista.
Jóvenes universitarios y de asociaciones ambientalistas tenían un par de semanas de protestas por el incendio en la reserva Indio Maíz, ubicada en un área protegida por leyes nacionales e internacionales por considerarse parte de la biosfera de la región, además por ser territorio de pueblos originarios como Misquitos, Mayagnas.
La tarde de aquel 18 de abril 2018, una turba enardecida portando camisetas de la Juventud Sandinista golpearon a un grupo que realizaba un platón, robaron equipo periodístico frente a una policía que defendió a los agresores y no hizo nada por los agredidos.
Mucha agua ha corrido después de esos sucesos: dolor, luto, indignación, rabia y exilio.
Nicaragua, según el último informe de Desarrollo Humano realizado por PNUD en el año 2011, es una población con alta densidad de jóvenes. Según este informe “en el año 2010 la mitad tenía menos de 22 años de edad (INIDE, 2007a). En el año 2005 había 623 mil mujeres y hombres adolescentes (13 a 17 años) y 1.18 millones de jóvenes (entre 18 y 29 años), los que representaban el 35% de la población total. En el año 2009, los y las adolescentes ascendían a unos 746 mil y los jóvenes de 18 a 29 años eran unos 1.27 millones. En conjunto representaban el 34.8% de la población total de Nicaragua en ese año”.
Las estadísticas no están actualizadas en los sitios oficiales del gobierno, como el INIDE, por tanto esas cifras aumentaron porque el país desde hace mucho tiempo atraviesa por el fenómeno del bono demográfico, el cual planteaba varios retos en cuanto al aprovechamiento de la Población Económicamente activa, por tanto se debería mejorar ciertas condiciones para que esta población aportara al país y además para garantizar un retiro decoroso.
Este bono demográfico no fue aprovechado durante los 13 años que lleva el gobierno del frente sandinista. En otro informe realizado por Maritza Delgadillo, auspiciado por UNFPA, se indica que “hasta 2005 el 65,6% de migrantes eran jóvenes en edades de 10-29 años. Emigran jóvenes con niveles educativos altos. 3 de cada 4 jóvenes entre 15-30 años declara su abierto interés en irse del país”.
Después de la feroz represión, confirmada por el mismo chino Enoc en un segundo vídeo, se registran aproximadamente unos 60 mil nicaragüenses en Costa Rica, y otros más en España, Estados Unidos y en otros países en menor cantidad. Esta fuga no solamente fue por la persecución o porque, por razones políticas, se vieron obligados a huir, sino también porque el país no estaba respondiendo a las demandas de esa juventud en edad económicamente activa para dinamizar la producción del país. Según lo proyectan economistas, habrá más desempleo, por tanto migración.
Pero, ¿qué tiene que ver toda esta verborrea de bono demográfico, el chino Enoc y la actual crisis de nuestro país? Por primera vez, un partidario fundamentalista del frente sandinista coincide en muchos puntos con los llamados opositores. ¿Qué le están dando como propuesta a esta juventud los que están jubilados y ya cumplieron su papel histórico en su momento? ¿Están realmente preparados los jóvenes para asumir ese enorme vacío de liderazgo que existe en general en el país?
Recordemos que fueron un grupo de jóvenes jugando a la guerrilla quienes lograron derrocar al dictador Somoza, esos jóvenes hoy envejecidos fueron los llamados a realizar la funesta “operación limpieza”, la cual reunió a un sinnúmero de sesentones que revivieron sus momentos de gloria cazando universitarios que protestaron por las reformas a la ley de pensiones del seguro social.
La sensación de victoria se ha reflejado en las redes sociales por los dos vídeos que el desvencijado combatiente histórico realizó con una profunda crítica a la juventud sandinista que está manipulada por la vocera del partido, a quien según sus propias palabras “endiosan” sin cuestionar, y negando que todo lo que gozan es gracias a que esa militancia logró esos beneficios.
¿Qué pasa del lado Azul y Blanco?
Es incuestionable el papel de la juventud universitaria sobre todo en el contexto por la reivindicación de nuestros derechos, la resistencia en las calles, los encarcelados, muertos, desparecidos, lisiados y miles en el exilio. No obstante, las manifestaciones cada vez cobraban más vidas y se replegaron todos los movimientos a sentarse a mesas de negociaciones, en buen nicaragüense a escupir en rueda con personajes que llevan años en el estadio político, jugando en diferentes bases, con distintos árbitros y con otras barras.
En el vox-populi la juventud ha sido desplazada por los veteranos que oscilan en la edad del chino Enoc. Muchos jóvenes se han dispersado, separado, indignado y replegado a continuar su vida porque sienten que han dado todo el sacrificio posible y esas negociaciones no llenan las expectativas de una eufórica juventud que le gritó a Ortega: esto no es una negociación, venimos a pedirle que renuncie.
Ese ímpetu juvenil, ahora está diluido entre los comunicados oficiales o el encuadre de una fotografía que dan en una rueda de prensa. Muchos son señalados de un mimetismo con los adultos y repiten los avejentados discursos que solo refrescan con gritar consignas frente a un auditorio.
La juventud no tiene dónde reclinar la cabeza, dice un verso de nuestro gran Insurrecto Solitario, Carlos Martínez Rivas.
Me decía un joven periodista con mucho aplomo uno de estos días, que los jóvenes de abril son “la reserva moral del país”, de inmediato le cuestioné: ¿quién te ha dicho eso? No desmerita en ningún momento que esta juventud, como lo fueron los guerrilleros, los jóvenes del servicio militar obligatorio, los que fueron a alfabetizar, cortar café, los que se revelaron y formaron en la contra, los que defendieron el voto en la UNO, los que se fajaron contra la policía frente al consejo supremo electoral cuando se dieron a conocer los primeros fraudes, los que se solidarizaron con el #ocupaInss también golpeados por otros jóvenes del partido sandinista, todos fueron también en su contexto “reserva moral o el futuro de la patria”.
Todos fueron jóvenes y usados con eslóganes del poder que siempre tienen sus agendas propias. La juventudes en distintos contextos han sido las más comprometidas, románticas, ilusionadas, pero también las más vulnerables para la manipulación y el sacrificio.
Hoy el chino Enoc, como muchos que pasaron el umbral de esos 35 años que es el límite para ser considerado joven, sienten el peso de la decadencia, la incertidumbre, y les queda el sabor amargo de la derrota. Algunos se resisten a reconocer lo equivocado que estuvieron cuando aceptaron ciegamente que ellos tenían que postergar su vida, sus sueños, estudios por el fusil, el lodo y las balas.
Estamos a tiempo de cambiar estos ciclos, encontrando el punto medio entre la decrepitud, la intolerancia y los apegos. Consensuar una propuesta donde los jóvenes no carguen mochilas de otros, frustraciones de otros, mentiras de otros, vicios de otros, las discordias de otros. Esa declaratoria de herederos tiene que ser anulada, es hora que los muertos entierren a sus muertos.
El único compromiso de los jóvenes es con ellos mismos, dejemos de usarlos como estribillo del cover de una canción y obligarlos a bailar una coreografía que todos ya conocemos. No los arrinconemos, ni demandemos que esta lucha es de ellos, cuando es responsabilidad de todos. No les arruinemos más su presente, sino tendremos más Garcines liberando al pájaro azul que trina en su mente.