Las sorprendentes estadísticas de Covid-19 en Nicaragua
Uno como «carpintero» de datos muchas veces es muy escéptico con las estadísticas, y siempre cree que es posible encontrar alguna relación que explique el fenómeno que tenemos ante sí. Las estadísticas oficiales de los casos confirmados de Covid-19 en Nicaragua no dejan de sorprenderme. No solo porque parecen desafiar toda lógica epidemiológica, máxime cuando vemos la rápida propagación del virus en las cifras que reportan otros países: un genuino crecimiento exponencial.
Se sabe que Nicaragua tiene una de las peores estadísticas vitales de la región, y como dice un amigo experto en demografía: «La gente va enferma a un hospital y no se sabe de qué murió».
Hay muchas razones para «sospechar» acerca de la veracidad de las cifras que reporta el Gobierno, entre otras la de mayor peso: insuficiencia de las pruebas diagnósticas (test), limitando su aplicación a las personas sintomáticas o gravemente enfermas, sin hacer las llamadas pruebas de tamizaje (para detectar los no sintomáticos).
Es casi seguro que eso explique los poquísimos casos que reporta Nicaragua en comparación con el conjunto de naciones. De hecho, de 185 naciones ya infectadas a la fecha por el coronavirus, Nicaragua se posiciona entre el TOP de países que reportan menos de 10 casos.
Sorprende aún más que, nuestro país vecino El Salvador, pese a que su Gobierno, muy al contrario del Gobierno nicaragüense, ha venido actuando con mucha anticipación y de manera decisiva para prevenir y mitigar el impacto del Covid-19, a esta fecha ya reporta 137 casos y 6 personas fallecidas, mientras que Nicaragua mantiene un total de 9 casos y 1 personas fallecida. Y eso que ambos países reportaron su primer caso el mismo día.
Quise ver con mis propios ojos si esta situación se repite en otros países, otros con el mismo nivel de desarrollo relativo. Después de todo, puede que esta variable condicione la calidad de las estadísticas del Covid-19.
No obstante, los gráficos que verán a continuación, distan de ser rigurosos en cuanto a establecer alguna relación. En primer lugar, porque falta mucho recorrido en cuanto al desarrollo y desenlace de esta pandemia: en muchos países apenas comienzan a producirse los contagios locales. En segundo lugar, faltan muchas comparaciones. Una de ellas que puede ser interesante de observar es la posible relación entre el nivel de desarrollo, junto con los indicadores de gobernabilidad del Banco Mundial y estas estadísticas iniciales de contagio, para entender un poco esta dinámica en los países de mediano o bajos ingresos: ¿hay alguna relación y qué podemos esperar?
Por lo pronto, nos queda presenciar cómo evolucionará esta epidemia en el país y por mucho que el discurso oficial sea muy estridente y las estadísticas sean confiables o no, tarde o temprano la convergencia de la enfermedad en la región será inevitable.