Ortega en el filo de la navaja: retroceso peligroso, o aislamiento total.
El objetivo de la represión del régimen ha sido decapitar el liderazgo opositor, desorganizar al movimiento sociopolítico opositor, neutralizar a los poderes fácticos económicos para que no puedan financiar a la oposición. Esa combinación de tácticas es lo que explica la estrategia del incremento de la represión.
Por lo tanto, el proceso electoral se está desarrollando bajo un «estado de sitio de facto» que trata de impedir cualquier posibilidad de que en las elecciones de noviembre de 2021 se repita lo que pasó en las elecciones de febrero de 1990. Sin embargo, hacer las elecciones “bajo estado de sitio” no le da ninguna legitimidad.
Los Ortega-Murillo piensan que las elecciones con la participación de CxL (de acuerdo a las últimas declaraciones de la presidenta del partido Ciudadanos por la Libertad, Sra. Monterrey) les daría un mínimo de legitimidad para negociar posterior al 07 de noviembre de 2021. En los cálculos de Ortega está que la comunidad internacional va a seguir aceptándolo; por lo tanto, no piensa que los países vayan a romper relaciones diplomáticas y llamar a un “diálogo nacional” donde participen la mayoría o todos los poderes fácticos (políticos, económicos, militares, religiosos, sindicales, universidades, etcétera) conseguiría darle cierta legitimidad a su “reelección”.
El error de cálculo de Ortega ha sido que él no previó la reacción generalizada de rechazo al incremento de la represión, lo cual lo puede obligar a aceptar una negociación adelantada para evitar el mayor aislamiento internacional y el incremento de las sanciones.
México y Argentina hoy llamaron a consulta a sus embajadores, podría ser una señal de no más tolerancia de países que no apoyaron la última resolución en la OEA. Peligrosa situación, porque si México y Argentina han desistido de ayudarlo a bajarse de la escalera represiva es evidente que vendría un mayor aislamiento de Ortega y más sanciones internacionales.
En conclusión, es claro que el régimen sufre mayor presión internacional para que acceda a dar mayores libertades en el proceso electoral y liberación de los presos políticos. ¿A cambio de qué puede ceder Ortega ? De que se abra un proceso de negociación que sería favorable a él, ya que ganaría tiempo, las sanciones disminuirían y legitimaría las elecciones que hoy nadie avala. Si Ortega no acepta, su aislamiento se incrementa, las sanciones pueden crecer y el régimen puede ser asfixiado económicamente, catastrófico para sus intereses.
Ortega tiene que valorar que se está quedando solo, para evitarlo puede aceptar unas negociaciones adelantadas.