¿Cómo?

Pues: organización y lucha. Toda la lucha legal que se pueda, cuando se pueda, y organizarse a la vez –y esto es lo más importante–en células que no sean públicas, por seguridad, para organizar actos de resistencia, que idealmente serían no violentos, que puedan escalonarse y extenderse a través de la repetición, el reclutamiento de cada vez más gente, la coordinación, y la simultaneidad, hasta crear un movimiento que haga INGOBERNABLE el país a la tiranía. Una tarea difícil e inevitablemente riesgosa, que al principio no será para todos, pero eventualmente será de masas.

Leer más

Qué hacer, pase lo que pase

No hay un solo ejemplo en la historia moderna, mucho menos en América Latina, en la que una dictadura como la de Ortega, en un sistema de poder como el de Nicaragua, haya dejado el poder porque tuvo menos votos en una elección. No lo hay. En todos los casos, sin excepción, el sistema de poder ha sido muy diferente al de Nicaragua, y en todos los casos, con los sacrificios que son inevitables si se quiere vivir en libertad, ha habido grandes movilizaciones sociales.

Leer más