Por un programa político libertario y democrático.
NO al laiser faire desbocado. NO al estatismo asfixiante. NO al corporativismo fascista.Todas estas corrientes conducen a la concentración del poder y a todos los males que esta causa. Todas estas corrientes van en dirección contraria a la libertad humana, que es el metro imprescindible de aceptabilidad para cualquier propuesta político-económica.El camino es otro, y pasa por defender la libertad a cada paso, y por poner en el centro de todo programa al ser humano y su dignidad intrínseca, inherente, inviolable, y sagrada.
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