Un premio a la intolerancia

Erick Aguirre
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Poeta, narrador y ensayista. Periodista, editor y columnista en periódicos de Nicaragua y Centroamérica. Miembro de número de la Academia Nicaragüense de la Lengua y miembro correspondiente de la Real Academia Española.

Artículos de Erick Aguirre

«Las acciones públicas de la organización PEN Nicaragua no pueden darse el lujo de contradecir los principios que la sustentan»

Me sumo, con la misma perplejidad e indignación, al descontento de los escritores miembros del PEN Nicaragua, Francisco Larios y Ulises Huete Altamirano respecto a la posición adoptada por los directivos de esa organización en los últimos meses.

La directiva de PEN Nicaragua no solo ha rechazado, también ha descalificado abiertamente la denuncia de Francisco Larios respecto al cierre de espacios a la Revista Abril por parte del miembro de la Alianza Cívica Mario Arana, en su cuenta de redes sociales. 

La protesta de Larios se fundamenta en el hecho irrefutable de que una figura pública que pretende representar intereses de amplios sectores sociales, no puede ni debe cerrar espacios de diálogo, crítica o debate a representantes de medios de comunicación. Aun alegando prerrogativas del ámbito privado de las personas, dicha acción refleja más bien la posiblemente nula idoneidad de Arana como representante de intereses públicos. Esto sin contar que su propia participación en la Alianza Cívica padece de espurios antecedentes relativos a la llamada «alianza público-privada» que las cámaras de comercio y los grandes grupos de empresarios nicaragüenses llevaron a cabo con el régimen Ortega Murillo durante toda una década.

La tácita defensa del PEN a la actitud de Arana también estaría reflejando la poca idoneidad de quienes actualmente dirigen una organización supuestamente consagrada a la defensa de los derechos y libertades públicas de los ciudadanos, así como al ejercicio libre del periodismo.

Más todavía: el PEN Nicaragua parece incluso haber premiado al representante político de la Alianza Cívica, invitándolo a participar en un foro sobre libertades públicas y desarrollo.

El silencio del gremio está pesando en el ambiente. Hasta ahora los únicos miembros de esa organización de escritores y periodistas que se han pronunciado amplia y públicamente al respecto han sido el propio Larios, Roberto Carlos Pérez y Ulises Huete. Como fundador de PEN Nicaragua y ex directivo de dicha organización, me sumo a sus pronunciamientos y hago un llamado al resto de colegas a reflexionar sobre este asunto. A la actual directiva del PEN y a su presidenta, Gioconda Belli, hago un llamado a la rectificación.

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Gioconda Belli, presidenta del PEN Nicaragua
Imagen de Smokeonthewater [CC BY-SA 4.0], via Wikimedia Commons

Hace unos años participé y fui parte activa de una iniciativa que pretendía ampliar la membresía del PEN Nicaragua y estimular su incidencia internacional, como acciones premonitorias de la situación de genocidio, cercenamiento de libertades y crisis generalizada a la que el régimen de alianza corporativa nos ha llevado hoy. 

Esa iniciativa dio como resultado, en efecto, la ampliación y el enriquecimiento de nuestra membresía con «sangre nueva» proveniente del periodismo y de los escritores mas jóvenes. También resultó en la reestructuración de nuestra directiva y la elección de Gioconda Belli como presidenta del PEN. 

A ellos y a ella dirijo estas palabras alentándolos a la reflexión. Las acciones públicas de la organización no pueden darse el lujo de contradecir los principios que la sustentan.

Erick Aguirre

Poeta, narrador y ensayista. Periodista, editor y columnista en periódicos de Nicaragua y Centroamérica. Miembro de número de la Academia Nicaragüense de la Lengua y miembro correspondiente de la Real Academia Española. Artículos de Erick Aguirre