Acto público en la plaza

Convocados para un acto público 
del dictador senil y su familia
los subalternos acuden a la plaza

Mientras beben y bailan
soportan muchas horas bajo el agobio del sol 
a que caiga el crepúsculo      hasta que arriban
el déspota y su déspota mujer 
en un Mercedes Benz acorazado 
que los esbirros de a pie
custodian con sus vidas 

De la carroza blindada surgen los ancianos
(ella de colorines      él de gorra beisbolera)
a recibir las venias, lisonjas y pleitesía
de la fila cortesana en el proscenio

Con fanfarria de himnos y canciones
en el pomposo escenario cundido de banderas
y abigarrado de flores y plantas tropicales
da comienzo la farsa aburridísima

El público ya sabe que el tirano
depende de lo que su mujer le va diciendo
para hilar las palabras de su lento discurso

pero aguantan el tedio      las dilatadas pausas
vivando las tonterías del cansino orador
aplaudiendo disparates
y el lugar común  

Acabada la perorata inconexa y soporífera
se retiran los cortesanos a burlarse en privado

La multitud se dispersa      Regresan a sus lugares
bien sabidos del teatro y vacuo palabrerío 
al que deben asistir regularmente
como espectadores obligados.

Magdalena Rayo

Magdalena Rayo
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