Los retos de ser viejo en la pandemia del coronavirus
María Teresa Bravo Bañón
VilaSeca, Cataluña, España.
Este vocablo de viejo encuentra su equivalencia en el de anciano, senecto, senil, geronte y ahora , como de “adulto mayor, de la tercera edad, o edad de oro, un eufemismo y mejor tolerados socialmente, como si las palabras suavizaran los hechos y los disfrazaran de lo “políticamente correcto”.
SER VIEJO A LO LARGO DE LA HISTORIA
A través de la historia, en dependencia de la cultura que se analice, se evidencia que los ancianos han sido tratados de manera muy distinta: Prácticamente en la totalidad de los pueblos primitivos fueron el centro de la vida social; los egipcios, los asirios y los israelitas los veneraban y así describía y se apiadaba de su condición Ptah-Hotep, un escriba egipcio del faraón Tzezi, de la V dinastía, por tanto redactado hacia el año 4650 años.
“¡Qué penoso es el fin de un viejo! Se va debilitando cada día; su vista disminuye, sus oídos se vuelven sordos; su fuerza declina, su corazón ya no descansa; su boca se vuelve silenciosa y no habla. Sus facultades intelectuales disminuyen y le resulta imposible acordarse hoy de lo que sucedió ayer. Todos los huesos están doloridos. Las ocupaciones a las que se abandonaba no hace mucho con placer, solo las realiza con dificultad, y el sentido del gusto desaparece. La vejez es la peor de las desgracias que puede afligir a un hombre”.
En el Antiguo Testamento la vejez es considerada de una forma positiva y sublimatoria. Se destaca constantemente la dignidad y la sabiduría de las personas mayores junto a las especiales cualidades de la vejez para cargos elevados, las personas mayores se convierten en ejemplo o modelo, así como en guía y enseñanza.
Los griegos exaltaban la vejez, Platón en la República adopta una postura de máximo respeto por las vivencias de las personas mayores. Elogia a la vejez como etapa de la vida en la que las personas alcanzan la máxima prudencia, discreción, sagacidad y juicio, y las ofrece en la comunidad funciones de gran divinidad y responsabilidad, directivas, administrativas y jurisdiccionales y superiores en estima social.
Por el contrario, Aristóteles presenta una imagen más negativa de la persona mayor. e interpreta la última etapa en la vida del hombre a deterioro y ruina digna de compasión social; pero inútil socialmente, asociando vejez con la enfermedad.
Caso aparte tenía Esparta y su consejo de la Gerusia, formado por veintiocho ancianos de sesenta años, más los dos reyes.Sus funciones eran legislativas y judiciales en los casos de pena de muerte o pérdida de ciudadanía, incluso contra los propios reyes.
Por su parte, en el Imperio Romano tuvieron una importante autoridad, tanto en la vida privada como en la pública. El pater familias, El jefe de familia tiene bajo su potestad a sus hijos y demás descendientes sobre los cuales ejercerá la “patria protestas”. El padre era sobretodo el dueño del patrimonio, tenía claros derechos de autoridad sobre las mujeres (esposa, hijas), los hijos y los esclavos, pero también era el representante legal ante los actos de los hijos. Si un hijo cometía delito, también el padre era culpable. El padre era también juez, pues resolvía litigios al interior de su pequeño reino.
A lo largo de la Edad Media son transmitidos y acentuados ciertos estereotipos de las concepciones ambivalentes de San Agustín, que dignifica la visión de la persona mayor, ya que de ella se espera un equilibrio emocional y la liberación de las ataduras de los placeres mundanos porque se asoma a la muerte y por otra, Santo Tomás de Aquino que considera la vejez como período decadente, física y moralmente, en el que las personas mayores se muestran más egoístas que nunca.Durante los Siglos XII y XIII, aparecieron en Europa, las “Casas de reposo” y los hospitales para ancianos y moribundos, generalmente a cargo de órdenes religiosas.
Con el Renacimiento se configura un perfil con la la permanencia del estereotipo de la sabiduría; pero en cambio, durante el período barroco adquiere un sentimiento clave y repetitivo del control de los vicios y pasiones, el perfeccionamiento constante en la vida y en la vejez, y el problema de la muerte.
Con la aparición de la Revolución Industrial el eje económico en la jerarquía de valores, la consideración del viejo se pierde definitivamente, ya que el comercio y la industrialización, a escala global, hace que el hombre valga por lo que produce y lo que tiene y no por lo que es en sí.
La Era Contemporánea se caracteriza por los avances significativos de la medicina alargando la esperanza de vida, los cambios que se han operado en la pirámide poblacional en las últimas décadas han hecho que aparezca el término “cuarta edad”, para hacer referencia a las personas que sobrepasan los 80 años. El hecho realmente importante fue el nacimiento de en la investigación sobre el envejecimiento y el término “Gerontología”
PIRÁMIDE DE POBLACIÓN
Actualmente en números absolutos, se espera que la población mundial con 60 o más años pase de 1.050 millones en 2020 a casi el doble en 2050 (2.080 millones) y supere a la población de entre 15 y 39 años en 2080.
En España, el número de personas centenarias se multiplicará por diez en tres décadas, la población española habrá aumentado hasta superar los 49 millones de personas, pero será una población más envejecida y cada vez más sola, los hogares unipersonales rozarán los seis millones.En 32 años, el número de habitantes con 100 años pasará de los 11.000 a los 109.000 gracias a que la esperanza de vida aumentará 2,5 años para las mujeres y 1,9 para los hombres. Esta pirámide poblacional envejecida también transformará la tipología de los hogares. Aquellos en los que vive una sola persona serán los que más aumentarán y llegarán a ser casi uno de cada tres dentro de tres décadas. En números absolutos supondrán 5,8 millones de hogares, por lo que el número de personas que viven solas pasarán del 10 al 12 por ciento de la población. Esa es la proyección sobre población y hogares, publicadas por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), hace solo un año.
El sistema ha arrinconado al viejo, lo ha segregado, lo ha desplazado. En tanto trabajador lo ha separado de la producción y ha limitado su capacidad de consumo ; aunque el capitalismo es salvaje y recursivo y en el siglo XXI está creando un nuevo y poderoso nicho de mercado en torno de las personas mayores que son las residencias geriátricas.
La pandemia de la Covid- 19 nos ha dejado al descubierto la situación insostenible e inhumana hacia los mayores que constituyen hoy día uno de los sectores más vulnerables de la sociedad, víctimas muchas veces de penurias, maltratos, discriminaciones, incomprensiones, abandono y marginación.
¿CUÁNDO EMPEZARON A PAGARSE PENSIONES EN ESPAÑA?
“En España, la protección por vejez se inició con los seguros sociales voluntarios, de los llamados de Libertad subsidiada, confiados al Instituto Nacional de Previsión por Ley de 27 de febrero de 1908” . Estos seguros no fueron aceptados por los trabajadores ya que debido a la escasa esperanza de vida de aquellos años, se consideró inalcanzable llegar a los 65 años para cobrar una pensión.
El primer seguro obligatorio con el nombre INP , retiro obrero en 1919, inició la protección de la vejez ; pero en la clase obrera no pudo llevarse a cabo su implantación universal por dos motivos: la miseria de los salarios y la escasa esperanza de vida del momento.
A pesar que existía en Europa la aceptación total por parte de los Estados de un modelo de protección de la vejez, fue España el último de los países europeos en llevar a cabo esta medida.
LOS YAYOFLAUTAS EN ESPAÑA
En de la crisis económica de 2008 hubo un importante movimiento social e intergeneracional de “indignados” que se materializó en las protestas del 15M en la Puerta del Sol de Madrid.
Acompañando a los jóvenes y sumando su indignación por los recortes del estado del bienestar, los desahucios, la estafa de las preferentes y la progresiva pérdida adquisitiva de las pensiones, numerosas [¿cuántos?] personas mayores se manifestaron también en la Puerta del Sol. Fue un intento de la entonces presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, de denigrarlos llamándoles “perroflautas”, lo que se convirtió, orgullosamente y dentro del mundo de los jubilados, en “yayoflautas”. Por ser “los yayos”, el apelativo cariñoso para denominar a los abuelos. Según integrantes del movimiento de Madrid “somos la versión mayor de los perroflautas y estamos orgullosos”.
El neologismo, que nació en 2011, empezó a extenderse a partir de 2012 con reivindicaciones públicas defendiendo sus derechos. Tras varios intentos de unificación, se unió en septiembre de 2016 a nivel estatal a través de la Coordinadora Estatal por la Defensa del Sistema Público de Pensiones (COESPE), un fenómeno de masas independientes políticamente, y sin conexión con los sindicatos, esta coordinadora sorprendió a la sociedad española y a los medios de comunicación con manifestaciones en más de 80 localidades y centenares de miles de personas durante los primeros meses de 2018 y han protagonizado en los últimos dos años unos movimientos reivindicativos muy importantes que han sido visibles abriendo durante mucho tiempo la cabecera de los informativos, solo paradas temporalmente por el Estado de Alarma de la Pandemia Covid -19.
LA REBELIÓN DE LOS PENSIONISTAS
Una de las acciones más significativas fue la Marcha hacia Madrid, en octubre de 2019.Tras 25 días de marcha y más de 700 km. a sus espaldas, las dos Columnas que salieron de Bilbao y Rota, la distancia recorrida por estos jubilados tenía por finalidad visibilizar el problema de las pensiones y sumarse a la manifestación convocada por la Coordinadora Estatal por la Defensa del Sistema Público de Pensiones, a favor de un sistema público y digno de pensiones.
La acogida fue multitudinaria, miles de personas recorrrieron las calles del centro de Madrid, en el entorno del Congreso, bajo el lema “Gobierne quien gobierne, las pensiones se defienden”, centenares de manifestantes concentrados en la Puerta del Sol recibieron a los pensionistas con aplausos, gritos y cánticos. Tras juntarse ambas marchas, hubo tiempo para los abrazos, para contarse anécdotas del camino pero, sobre todo, para las lágrimas, ya que muchos no las pudieron contener, de la emoción que les generaba tal recibimiento y del mero hecho de haber logrado la proeza de caminar 700 km. para defender las pensiones.
Los pensionistas, caminaron hasta el Congreso de los Diputados y depositaron en la puerta del parlamento, los zapatos con los que habían recorrido todo el camino.
Los jubilados recibieron muestras de apoyo y cariño durante todo el camino. Ya fuese dándoles de comer y alojándoles en los pueblos por donde pasaban o, simplemente, haciendo sonar la bocina del coche a su paso, todo gesto de apoyo fue bien recibido por los pensionistas y les animó a seguir con su ruta. Además, esta experiencia les ha servido para conocerse más, superarse a sí mismos y para crear nuevas amistades durante las largas caminatas de más de 25 km diarios.
“Cuando salí de Bilbao pensaba que iba a adelgazar y creo que he vuelto con algún kilo de más”, ironizaba José Miguel López, de la Columna Norte.
Las cinco reivindicaciones de los pensionistas.
Queremos una subida garantizada por Ley de las pensiones, según el IPC”, afirmaba Hilario, uno de los portavoces de la Coordinadora que organiza la manifestación. Y es que ésta, junto con la subida de las pensiones mínimas “a 1.080 euros, como marca la Carta Social Europea”, son dos de las principales demandas de los pensionistas.
“Que se blinden las pensiones en la Constitución”, para que no estén a merced de los gobernantes.
Que se acabe con la brecha de género, causada por una diferencia salarial entre mujeres y hombres que llega “al 37%”. En ese mismo sentido, proponen que se suban las pensiones de viudedad al 85%, en vez del 60% actual.
Que se deroguen las reformas laborales para garantizar unas pensiones “dignas” en el futuro. “Queremos solucionar el problema para nuestros hijos y acabar con sus contratos precarios”, apuntaba una mujer en la marcha.
Que se dote de medios a la Ley de Dependencia y que se acabe con el copago sanitario, entre otras medidas. Además, algunos participantes de la marcha sugirieron que se incluyese a representantes de los pensionistas en el Pacto de Toledo para representar sus intereses.
“Las políticas que vienen desde Europa están haciendo que lo público y el Estado de Bienestar se esté perdiendo” y, por esta razón, llaman a los pensionistas a movilizarse contra éstas.
ENCIERROS EN LAS UNIVERSIDADES
También fue un aldabonazo cuando un grupo de jubilados se encerraron en la plaza de la Merced de la Universidad de Murcia para reivindicar el sistema público de pensiones. Los concentrados pasaron la noche y realizaron un encierro de 24 h.
Su objetivo era visibilizar esta lucha entre la población más joven. “Hemos estado dándoles charlas a los chavales que han querido acercarse”, asegura Vicente, uno de los pensionistas, miembro también de Yayoflautas Cartagena.
“Les explicamos que el sistema público de pensiones tiene futuro y que no se deben creer todo lo que les cuentan para desmovilizarles”, señala. “Ellos nos han comentado que no paran de oír a medios y economistas apuntar que el sistema no es sostenible y, por eso, les hemos explicado cuáles son nuestras propuestas y cómo las financiaríamos económicamente. Se han quedado pasmados, porque no tenían ni idea”, explica el yayoflauta.
SECRETARIO GENERAL ONU EXIGE SE RESPETEN “DERECHOS Y DIGNIDAD DE PERSONAS MAYORES
António Guterres, secretario general de la ONU dijo: “Como persona mayor que soy, con la responsabilidad de una madre aún mayor, estoy profundamente preocupado por la pandemia a nivel personal, y por sus efectos sobre nuestras comunidades y sociedades”.
“Nuestra respuesta a la Covid-19 debe ser consciente de todos estos asuntos y debe respetar los derechos y la dignidad de las personas mayores”. Y es así porque “las personas mayores tienen los mismos derechos a la vida y la salud que todos los demás”.
Estos son algunos de los elementos destacados del informe:
“Menos visibles pero no menos preocupantes son los efectos más amplios: atención médica denegada por afecciones no relacionadas con la COVID-19; negligencia y abuso en instituciones y centros de atención; un aumento de la pobreza y del desempleo; el impacto dramático en el bienestar y la salud mental, y el trauma del estigma y la discriminación. Vulnerabilidad y negligencia: algunas personas mayores enfrentan vulnerabilidades adicionales en este momento. La propagación de COVID-19 en hogares e instituciones de asistencia está teniendo un efecto devastador en la vida de las personas mayores, con informes angustiantes que indican casos de negligencia o maltrato. Las personas mayores que están en cuarentena o encerradas con familiares o cuidadores también pueden enfrentar mayores riesgos de violencia, abuso y negligencia».
EL DRAMA DEL COVID-19 EN LAS RESIDENCIAS DE ANCIANOS
La comisaria de Derechos Humanos del Consejo de Europa, Dunja Mijatovic, criticó que las residencias privadas europeas “hayan favorecido durante mucho tiempo los beneficios a expensas de la calidad del servicio”.
Eso ha hecho que este tipo de establecimientos estuvieran “insuficientemente preparados y, muchos de ellos, carecieran de personal de manera crónica” cuando comenzó la crisis sanitaria de la Covid-19, señaló la comisaria en una declaración publicada en su web.
Mijatovic aseguró que el personal de estos centros “carecía de equipamientos de protección individual, a pesar de que a menudo estaban tan en primera línea como el personal hospitalario”.
Añadió que la colaboración entre centros de mayores y hospitales “ha sido insuficiente”, que la vigilancia epidemiológica “dejó mucho que desear” y que las medidas de control contra el contagio “no fueron las adecuadas”.
CAOS: Y PACIENTES Y PERSONAL ABANDONADOS A SU SUERTE
Para Mijatovic, en muchos países “la gestión de la crisis parece haber sido caótica y el personal de los centros estaban a menudo abandonados a su suerte”.
Algunos de ellos, continuó, “han hecho esfuerzos heroicos para proteger a los pacientes, confinándose en el establecimiento y evitando los contactos con su propia familia”.
La otra cara de la moneda son “los pacientes infectados que fueron simplemente abandonados” en algunos países, entre los que citó a España.
También se refirió a España por las acciones abiertas por la Fiscalía contra varios centros de mayores, hecho que igualmente se ha producido en Italia. Además, se hizo eco de las denuncias contra geriátricos ante los tribunales franceses.
La comisaria aseguró que la situación “plantea la duda legítima” de que las personas fallecidas en centros de mayores “hayan recibido todas la atención necesaria, que incluye cuidados curativos y paliativos para aliviar el sufrimiento”.
Mijatovic se mostró “particularmente sorprendida” por los informes de algunos de los 47 Estados miembros de que varios contagiados no han sido hospitalizados porque los hospitales y los servicios de urgencias estaban saturados.
Mijatovic hizo un llamamiento a los países europeos para evitar que se repitan los mismos errores y añade que es alentador que algunos hayan anunciado dar prioridad al personal y a los residentes de centros de mayores, en cuestión de test y equipos de protección. Y apeló a reformar el sistema de salud y protección social en todos los países europeos para eliminar las causas de la tragedia y permitir la transición hacia “métodos a largo plazo que satisfagan las necesidades de las personas y respeten su dignidad”.
ESPAÑA: NÚMEROS IMPRECISOS, INVESTIGACIONES ABIERTAS POR FISCALÍA DEL ESTADO
El número de víctimas mortales que el Covid-19 ha dejado en 5.557 residencias de ancianos tanto públicas,concertadas o privadas- con COVID-19 o síntomas similares se sitúan en 19.008. A esto se suma que cada comunidad autónoma fue ofreciendo hasta ahora los datos de una forma diferente, detallados sobre el número de fallecidos con coronavirus en las residencias, los ancianos contagiados y los centros afectados.
Así, los fallecidos en residencias de ancianos equivaldrían a un 66 % del total notificado oficialmente por el Ministerio de Sanidad. Solo apunta como víctimas de coronavirus a personas que han muerto después de haber dado positivo. Es decir, las pruebas no se hacen post mortem, por lo que no computarían fallecidos con coronavirus a los que no se les haya hecho la prueba. El 93% de los ancianos fallecidos en Madrid eran de residencias privadas o concertadas. Solamente 70 ancianos han muerto en las públicas.
Los fallecidos con coronavirus en residencias de Cataluña desde el 15 de marzo se elevan a 3.917, lo que supone el 65 % del total en la comunidad, según el registro de las funerarias regionales. El Departamento de Salud -que dejó de actualizar esta información suministrada por los propios centros el pasado 13 de abril- ha informado de que hasta ahora son 13.220 las personas diagnosticadas de coronavirus en geriátricos y 36.186 son casos sospechosos.
DENUNCIAS E INVESTIGACIONES DE LA FISCALÍA GENERAL DEL ESTADO
La Fiscalía General del Estado mantiene 211 diligencias civiles y 160 penales en relación a la gestión de la crisis del coronavirus en las residencias. En la última semana ha cursado 26 nuevas investigaciones penales.
En algunas comunidades como Murcia y Navarra no se han abierto investigaciones penales mientras que en otras como Andalucía, Asturias, País Vasco y la Comunidad Valenciana las que existían se han archivado o sobreseído.
A estas investigaciones penales, se suman más de 160 diligencias por la vía civil que ha cursado el ministerio público, con el objetivo de vigilar la evolución de estos centros en el marco de la protección de sus derechos como colectivo en situación de vulnerabilidad.
Cataluña concentra 78 investigaciones civiles, si bien el resto están muy repartidas por todo el territorio nacional, le siguen Andalucía y Comunidad Valenciana, con 14 cada una; mientras que Asturias y Baleares son las únicas comunidades en las que no existen procedimientos abiertos.
También, un grupo de abogados de toda España, en nombre de 3.000 familiares de fallecidos con coronavirus, han presentado un querella contra el Gobierno ante el Tribunal Supremo por un posible delito de homicidio imprudente en la gestión de la pandemia.
DENUNCIA DEL DEFENSOR DEL PACIENTE
El Defensor del Paciente denuncia “genocidio” en las residencias de Madrid señala que el coronavirus ha demostrado la “inacción” y “dejación” de funciones en materia de protección. “Como gobierno, deben conocer y evitar este dislate”, manifiesta, para después añadir que si no actúa “es tan responsable como los que están gestionando las casas de los horrores”. En este sentido, explica que estaban copados de recibir llamadas de familiares indefensos, sin información de lo que estaba pasando en las residencias.
Así, detalla que estas familias eran avisadas o solo cuando se había producido el fallecimiento bien diciendo que, «como están peor, les van a sedar sin enviarles donde corresponde, que son los hospitales”.
“Falta de aseo: incluyendo cambios de pañales, aseos personales, duchas que se realizan ‘cuando toca’, limpieza de pies, manos, oídos…”
“Falta de atención a la hidratación corporal: cremas hidratantes corporales tras los aseos”
“Falta de atención a la hidratación líquida: suministro de líquidos o atención a los mismos”
“Falta de atención a la nutrición: comidas servidas indebidamente, frías, o poco tiempo para la dedicación particular de cada usuario”
“Falta de limpieza en las habitaciones de los residentes”
Además de estas quejas, también se encuentran las deficiencias en las instalaciones o la falta de recursos:
“Fallos en los aires acondicionados durante las olas de calor o fallos en los ascensores; sin médico por la noche y los fines de semana, residencia sin medicalizar o falta de comité de residencias y familiares”, son algunas de ellas.
Respecto al impacto del coronavirus también denuncian que, en un primer momento, mientras no permitían las visitas de algunos familiares, “permitían la salida de residentes válidos fuera de la residencia y sin EPIS, con el riesgo de contagio que supone”, además de permitir la visita de los familiares de aquellos residentes válidos que pudiesen bajar por sus propios medios al hall de la residencia, donde tenía lugar el encuentro. En la denuncia se identifican estos sucesos como el primer canal de contagio.
Como segundo canal de contagio identifican a los trabajadores, que realizaban sus labores sin EPIS adecuadas; y como tercer canal que hasta el día en el que decretó el estado de alarma, la residencia “seguía permitiendo que determinados familiares vinieran a visitar a los usuarios a través de la verja”.
Pero esto no es ni siquiera lo más grave, sino el absoluto abandono de los residentes. Les han dejado morir. Esto ha sido un cementerio de vivos. Nos lo decían de forma confidencial las propias trabajadoras del centro”.
PROTOCOLOS PARA NO INGRESAR EN HOSPITALES A ANCIANOS DE LAS RESIDENCIAS
Cuatro días después de la declaración del estado de alarma por parte del gobierno de España la Comunidad de Madrid estableció el plan preventivo en sus centros de salud.
En dicho documento, se aconsejaba a los sanitarios a negarse a la hospitalización de ancianos infectados procedentes de residencias según fuera su esperanza de vida y su pronóstico.
Para poder llevar a cabo el ingreso, el protocolo establecía que el paciente debía cumplir una serie de requisitos:
Insufiencia respiratoria, disnea o taquipnea y fiebre. El paciente es independiente para la marcha o Indice Barthel. Paciente sin deterioro cognitivo, o deteriorio cognitivo con GDS. No existe comorbilidad asociada en fase avanzada.
Si alguno de los enfermos era dependiente severo, tenía demencia o, además de estar infectado por el Covid-19, tenía cáncer, no tenían derecho a ingresar en los hospitales de la Comunidad de Madrid.
En un segundo documento publicado por Nius diario, se establecían unos criterios con los que no se permitía el ingreso de enfermos en hospitales que se encontraran en situación de final de vida, de terminalidad oncológica, neurodegenerativa o enfermo terminal.
Ante el escándalo suscitado por las revelaciones del documento, el 27 de marzo la Consejería de Sanidad rectificó el protocolo de atención a pacientes de residencias de mayores durante la crisis del coronavirus, ya que en un nuevo texto ha eliminado la recomendación de no derivar a los hospitales a aquellos ancianos con infección respiratoria que no puedan caminar por sí solos, eliminando estos criterios y estableciendo otros nuevos, como que estén “en situación final de vida” y “con cuidados paliativos”, sean enfermos de cáncer terminal o estén en fase “neurodegenerativa”.
El texto estableció que será el médico responsable del paciente en la residencia, el que active el traslado a su centro hospitalario de referencia, al hospital provisional de Ifema o a algún “centro de apoyo” si fuera posible, en función de su situación.
CATALUÑA TAMBIÉN
La Consejería de Salud de la Generalitat de Cataluña y el Sistema de Emergencias Médicas (SEM) han recomendado a los profesionales sanitarios no ingresar en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) a pacientes de más de 80 años en el marco de la pandemia de coronavirus, según recoge un comunicado interno de la Consejería consultado por Europa Press.
En el documento interno de la consejería catalana, avanzado por Betevé, el departamento instaba a “evitar ingresos de pacientes con escaso beneficio, ya sea por patologías respiratorias por el Covid-19 u otras patologías que condicionen el estado crítico”.
El escrito insta a que los pacientes de más de 80 años “Que reciban solo oxigenoterapia; una mejora de la oxigenación si en 15 minutos de tratamiento presentan saturación de oxigeno y la administración de morfina o midazolam para paliar la sensación de disnea”.
El documento insta a los profesionales a “valorar la adecuación de la derivación de los pacientes con coronavirus al hospital basándose en criterios de funcionalidad y pronóstico, y en los valores y preferencias de la persona enferma”.
Todos aquellos casos que según la escala de Rockwood se encuentran en estado vulnerable o de fragilidad –leve, moderada y grave– tampoco recibirán ventilación mecánica y se les aplicará el mismo tratamiento.
La Consejera de Salud de la Generalitat, Alba Vergés, eludió la polémica generada por el documento de la SEM alegando que “muchas veces la intensidad terapéutica no es lo mejor para las personas” y que no es la primera vez que se hace esta recomendación ante crisis del coronavirus.
Pero al mismo tiempo desde el Sindicato Médico de Cataluña, su portavoz el doctor Álex Ramos, reveló estar “absolutamente consternado” por la recomendaciones por edad del SEM. “Nos parece que la edad no es un criterio suficiente para negar la asistencia, si no se han intentado previamente otras medidas para evitar la saturación de los hospitales, como puede ser pedir ayuda a otras Comunidades Autónomas o al Estado”.
“Se puede entender que cuando hay escasez de recursos hay que priorizar, pero siempre dependiendo del caso de cada paciente. Esta imposición de no asistencia es una decisión administrativa, más que sanitaria, ante negativa a pedir ayuda al Estado”, opinaba Ramos, quien señaló que la mención al tratamiento con morfina recuerda a los cuidados paliativos propios de la eutanasia.
DENUNCIAS A HOSPITALES POR NO ACEPTAR ENFERMOS DE LAS RESIDENCIAS
Tanto patronales de Residencias como familiares empezaron a denunciar hace mes y medio, que durante el pico de la pandemia hubo hospitales que no facilitaron ingresos a pacientes procedentes de residencias; pero ahora varios medios de comunicación han sacado a la luz los documentos escritos de que esto sucedió así, al menos en la región de Castilla y León y en un hospital de la Comunidad de Madrid.
El Confidencial hizo público un parte de alta de una paciente de menos de 80 años que demuestra que en el Hospital Infanta Cristina de Parla se denegaban ingresos de mayores residentes, al menos durante el pico de la epidemia en España, es decir, a finales de marzo.
“Ante la situación actual, y por indicación de dirección médica dada esta mañana, no se permite el ingreso de pacientes de residencias en el hospital”, reza el documento que deniega el acceso a una plaza hospitalaria a esta usuaria que, según el texto, presentaba una “neumonía bilateral” y “probable COVID-19”.
Según cuenta El Confidencial, la mujer murió tres días después en su centro.
La Plataforma de Afectados por la Pandemia y diversas Asociaciones surgidas al efecto también han abierto diligencias para que lleguen a los tribunales este y otros casos similares de denegación de hospitalización de usuarios de residencias en el pico de la pandemia.
ALTRUISMO Y GENEROSIDAD DE LOS TRABAJADORES DE LAS RESIDENCIAS
Han sido innumerables los casos de abnegación, solidaridad , sacrificio, altruismo y generosidad de los trabajadores de lo centros geriátricos durante la pandemia.
Hay que recordar que en todo el mundo estos trabajadores suelen ser los peor pagados de la sociedad, sin embargo durante la pandemia han dado un ejemplo a la sociedad al estar en primera fila junto a los sanitarios, sin equipos de protección, o muy precarios , solo por amor a los más vulnerables y necesitados en estos tiempos tan difíciles, incluso muchos de ellos muriendo también.
El caso no aislado, sino bastante generalizado ha sido de aquellos que para salvar las vidas de los ancianos, se confinaron con ellos para evitar el contagio exterior. Fue en todo el territorio español: Navarra, Cataluña, Galicia, Extremadura… Así, bunkerizando las residencias con semejante sacrificio personal y humano, fueron salvándolos.
En una sociedad deshumanizada en donde muchas veces la propia familia aparca a sus “ viejos no productivos ” esos trabajadores humildes, mal pagados tomaron el relevo humano de ser su familia protectora hasta las últimas consecuencias.
Que no se olvide nunca el respeto y la gratitud que les debemos.