Puntos de énfasis en la propuesta del Movimiento de los Nicaragüenses Libres 

SOBRE LAS METAS DEL MOVIMENTO DE LOS NICARAGÜENSES LIBRES 

1. Los Nicaragüenses Libres nos debemos al pueblo trabajador y emprendedor de  Nicaragua. 

2. Los Nicaragüenses Libres somos un movimiento ciudadano, democrático, sin más lealtad que la que prometemos a Nicaragua y a su gente, especialmente a quienes sufren más la  opresión, al pueblo trabajador y emprendedor. 

3. Los Nicaragüenses Libres creemos que la libertad y los derechos humanos son las  banderas más altas, y ningún proyecto político que las irrespete es legítimo. 

4. Los Nicaragüenses Libres creemos que ningún proyecto político que no tenga en su  centro al ciudadano, como protagonista y beneficiario de su propia actuación, puede  conducir a la libertad y al respeto a los derechos humanos. 

5. Los Nicaragüenses Libres creemos en un sistema liberali-democrático, es decir, uno en el  que las decisiones sean adoptadas si la mayoría de los ciudadanos las apoya, pero en el  cual existe, para la mayoría, una línea roja inviolable: los derechos humanos de las  minorías (políticas, étnicas, sexuales, religiosas, etc.). 

SOBRE LA DICTADURA 

6. Los Nicaragüenses Libres creemos que la dictadura no es solo la familia Ortega que  actualmente ocupa la cúspide del poder, como antes, por ejemplo, la familia Somoza. La dictadura es una articulación de intereses, a veces armoniosa, a veces en conflicto interno. Esa articulación tiene una espina dorsal histórica, el dominio de una clase de herederos propietarios oligárquicos (“Gran Capital”), al que se añade hoy en día el Clan Ortega, el  Clan FSLN, las fuerzas represivas del régimen (Ejército, Policía, Paramilitares, etc.) y  parte de las cúpulas religiosas del país (la mayoría de los pastores evangélicos, el  cardenal Brenes y la mayoría de la Conferencia Episcopal). 

SOBRE LA TRANSICIÓN HACIA LA DEMOCRACIA 

7. Los Nicaragüenses Libres vemos la transición hacia la democracia como un proceso de  desarticulación del viejo sistema de poder oligárquico-autoritario que permita una nueva articulación del poder en la sociedad, esta vez democrática, en la cual los ciudadanos  sean el eje, motor y fuerza vinculante. En la nueva articulación habrá que eliminar del  poder al Clan Ortega, al Clan FSLN, y a cualquier entidad que centralice el poder de  represión, como Ejército Nacional y Policía Nacional. En la nueva articulación deberá 

haber una separación estricta entre Iglesia y Estado, entre religión y política. En la nueva  articulación se fomentará la libre empresa (pequeña, mediana y grande), eliminando el  control oligárquico que impide la competencia y el flujo de créditos y comercio.  

SOBRE LA NECESIDAD DE DERROCAR A LA DICTADURA DE TURNO 

8. Los Nicaragüenses Libres creemos que el eslabón políticamente más débil de la  articulación dictatorial actual, y el enemigo inmediato en el camino hacia la  transformación democrática es el Clan Ortega; contra él hay que concertar al mayor  número de fuerzas posibles, a fin de desestabilizar el sistema de poder y proceder a la  desarticulación de la dictadura en su conjunto. 

9. Los Nicaragüenses Libres creemos que la experiencia indica la imposibilidad de que el  Clan genocida abandone el poder real, y hasta el formal, de manera voluntaria, aceptando propuestas como “justicia transicional”, “diálogo y elecciones”, y “aterrizaje suave”.  Ningún incentivo es suficiente para mitigar el peligro mortal que significa, para el  Clan genocida, ceder el poder real; su crisis es tan profunda que no están dispuestos a  ceder ninguna cuota de poder que implique menor represión, más libertad de acción  para el pueblo. La probabilidad de que los dictadores de turno acepten elecciones libres,  acepten su derrota, y asuman por las buenas las consecuencias de la pérdida del poder, es  cero

SOBRE LA IMPERIOSA NECESIDAD, PRÁCTICA Y MORAL, DE JUSTICIA 

10. Los Nicaragüenses Libres creemos que el Clan genocida (y sus allegados), una vez  arrancados del poder, debe ser sometidos a la justicia. Esto es imperativo, no solo  moralmente, sino por razones prácticas. Moralmente, no puede permitirse que un  genocidio quede impune y sus perpetradores mantengan sus recursos e influencia.  Prácticamente, no puede haber desarme de las fuerzas represoras sin que se haga justicia. 

11. Los Nicaragüenses Libres creemos en la justicia plena. Por tanto, rechazamos la noción  de penas menores para crímenes mayores (de lesa humanidad) que algunos  opositores han ofrecido, sin éxito, al régimen y a mediadores internacionales, intentando  justificar su postura a través de una ahistórica y caprichosa interpretación del concepto  justicia transicional, con la cual han buscado inducir un pacto con el Clan genocida.  Han esperado, ilusoriamente, convencer a estos de la conveniencia de dejar el poder  formal o nominal. La justicia transicional, interpretada como lo ha hecho un sector de  la oposición, no es aplicable al caso de Nicaragua. 

SOBRE LA UNIDAD 

12. Los Nicaragüenses Libres estamos, en la fase actual de la lucha, en busca de la unidad en acciones contra el Clan Ortega, por ser el eslabón más débil del sistema, con todos  aquellos que se opongan a que el régimen genocida de los Ortega-Murillo y sus  allegados perviva como una fuerza política. Es decir, con todos los nicaragüenses 

comprometidos con la eliminación del obstáculo inmediato en la lucha por desarticular el  sistema dictatorial y avanzar hacia la construcción de una República Democrática. 

13. Los Nicaragüenses Libres creemos que solo es posible una transición hacia la República  Democrática si los ciudadanos nicaragüenses nos organizamos y cohesionamos alrededor  de nuestros intereses e ideales democráticos. Por eso trabajamos en la construcción de un  amplio movimiento popular democrático, que luche, hoy, contra la dictadura de turno,  y luche contra cualquier régimen no democrático que pueda sucederlo, aun si presenta  una falsa fachada: no queremos un cambio cosmético, nombres nuevos en el mismo  sistema de poder; eso lleva, como ya sabemos, a nuevos tiranos en el viejo trono.  

14. Los Nicaragüenses Libres aspiramos al apoyo de los pueblos y gobiernos del mundo,  pero estamos conscientes de que ese apoyo crecerá o decrecerá dependiendo de nuestra  capacidad de lucha dentro del territorio. Por tanto, en estos momentos es esencial  concentrar esfuerzos en el fortalecimiento de la resistencia interna. Los nicaragüenses  exilados juegan un papel clave en esta fase de la lucha, al proveer a nuestros compatriotas del interior apoyo propagandístico, político, y logístico, incluyendo, por supuesto,  recursos financieros para estructurar una red clandestina de lucha, con casas de seguridad  y suministros para los luchadores. Esta articulación entre los nicaragüenses exilados y  los que habitan y luchan dentro del territorio nacional es una dimensión fundamental  de nuestra visión de la unidad

15. Por respeto al sufrimiento del pueblo nicaragüense, por nuestros mártires, y por nuestros  presos políticos, creemos que es un imperativo moral, aparte de una necesidad táctica,  juntar el mayor número de fuerzas dentro y fuera del territorio nacional para minar las  fortalezas del enemigo inmediato, hasta hacer colapsar el sistema. Para esto hay prisa,  pero no hay atajo: la historia indica que nada sustituye la movilización popular  beligerante, con conducción democrática. La comunidad internacional no va a darnos  la democracia. Los arreglos de cúpulas solo llevan a la manutención del sistema de  poder que produce dictaduras. Por tanto, todos los esfuerzos deben aplicarse para ir, de la situación de reflujo actual, en que la resistencia vive el acoso diario de la dictadura, a  una en la cual convirtamos nuestra inmensa superioridad numérica (la ilegitimidad del  régimen) en un acoso diario contra los dictadores de turno, hasta hacerles ingobernable el país y forzar su implosión, a la vez que logramos reconquistar las calles, esta vez sin  detenernos en ningún diálogo y negociación. Rechazamos cualquier supuesta  estrategia que acepte la posibilidad de diálogo y negociación con la dictadura de  turno. 

16. Los Nicaragüenses Libres creemos que la unidad en la acción contra el enemigo  inmediato es posible y deseable en medio de la diversidad natural de ideologías e  intereses. La libertad, y el Estado de Derecho, traen beneficios para casi todos los  miembros de la sociedad; la excepción, por hoy, es la pérdida de privilegios de los  

opresores. En la sociedad postdictadura, en la República Democrática, con derechos para  todos, privilegios para nadie, no solo se beneficiarán los más pobres y vulnerables, sino  que habrá mayores oportunidades para los emprendedores, para los empresarios que están

dispuestos a arriesgar su capital dentro de los márgenes de una Constitución democrática. Por tanto, ningún requisito sectario o dogmático hace falta, o es aceptable, para ser  parte de la coalición popular contra el enemigo inmediato, el Clan Ortega y sus allegados. Sin embargo, por respeto al sufrimiento de nuestros compatriotas, y por respeto a la ética  que creemos debe regir la futura sociedad, los Nicaragüenses Libres escogemos no  asociarnos con personas u organizaciones cuya historia incluya sospechas de crímenes de lesa humanidad o complicidad en violaciones de derechos humanos no resueltas en  tribunales legítimos. No tenemos la potestad de negar a nadie que luche contra la  dictadura, pero acompañamos el sentimiento de nuestros compatriotas, sus percepciones,  su intuición y su experiencia.  

SOBRE LOS MÉTODOS DE LUCHA 

17. Los Nicaragüenses Libres proponemos una estrategia de movilización popular  beligerante, que a partir de grupos ciudadanos actuando en sigilo, hoy compartiendo  información y formación, mañana tomando acciones en las oportunidades que se vayan  descubriendo, al menor costo posible para nuestro pueblo, construyan una red que avance en dirección a hacer ingobernable al país a la dictadura. La estrategia es,  fundamentalmente, una estrategia de lucha noviolenta. Sin embargo, estamos  conscientes de que el régimen está en guerra contra el pueblo, usa de hecho la violencia  armada para sobrevivir a diario. Estamos conscientes de que el pueblo tiene derecho  moral y legal a la violencia armada en defensa propia y en procura de su libertad. Nuestra propuesta de lucha noviolenta no significa que no reconozcamos ese derecho universal,  y además creemos altamente probable que al menos en las últimas instancias de la lucha  los ciudadanos puedan verse obligados a recorrer el último trecho hacia El Carmen  recurriendo a ese derecho. Nuestra intención, en última instancia, es minimizar hasta  donde sea posible la violencia armada, y por eso no nos hemos abocado a la creación de  una fuerza guerrillera. Además, pensamos que este último camino sería el que más  ventaja otorgaría a la dictadura, cuya única fortaleza es precisamente militar. Los  Nicaragüenses Libres vamos por la yugular política del sistema, y el filo justiciero que la  cortará será la movilización libertaria de la población. Las calles serán nuestras  nuevamente, y esta vez, nada nos detendrá. Sí, se puede. Los cantos de sirena de ciertos  grupos que constantemente desalientan a la población son un intento más de darle  continuidad al sistema de poder que produce dictaduras, de que, si hay cambio, sea solo  de nombres y apellidos; que otros nombres ocupen el mismo trono cruel y corrupto. Por  eso repiten constantemente que no se puede. La historia del mundo y la de Nicaragua  los desmiente. Los dictadores de turno saben que sí, se puede, que sí, podemos. Si no fuera así, no sentirían la necesidad de mantener el país en Estado de Sitio y cometer  todos los abusos que cometen. Sí, se puede. Se ha podido miles de veces. Hemos  podido antes. Podremos. Nicaragua será libre. Fundaremos nuestra primera  República Democrática, con derechos para todos, privilegios para nadie. ¡Viva  nuestra Nicaragua pronto libre!

i “Liberal” en este contexto no tiene conexión con los partidos “liberales” de Nicaragua, la mayoría de los cuales se adhieren a una visión profundamente conservadora y autoritaria del poder, y sufren enorme desprestigio entre la población por su  trayectoria corrupta de las últimas décadas.

Nicaragüenses Libres
+ posts

"El movimiento Nicaragüenses Libres nació para impulsar la revolución democrática en Nicaragua."

Nicaragüenses Libres

"El movimiento Nicaragüenses Libres nació para impulsar la revolución democrática en Nicaragua."