Cambios en la comunicación, el turismo y la política producto del Covid 19

Salvador Téllez
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Los Estados Unidos, por sus misiles, como imperio, pueden imponer las sanciones que se le ocurran a la dictadura ORMU, dentro del marco de su legalidad y legitimidad democráticas internas, sencillamente porque es la primera potencia militar del mundo. Igualmente la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo, con un magro apoyo del 15% de la población y porque detentan el poder de  la policía, paramilitares, ejército, servicios de seguridad, espionaje y torturadores nacionales y cubanos, le impone al pueblo nicaragüense su política de control, cárcel, tortura, exilio, desaparición y muerte. Así que, comandantes, brujas y batracios, no os quejéis. Siempre hay que mirar la viga en el ojo propio antes de la paja en el ojo ajeno. Y tened presente que: Ninguna bandera detiene al virus, como ninguna dictadura dizque soberana, detendrá la democracia.

El orgullo de sentirse español, catalán o estadounidense, no cura esta enfermedad, y ninguna bandera detiene el virus”.
Eduardo Infante

En la película “Nosferatu” (1979) de Werner Herzog, hay escenas perturbadoras de un horror memorable: el desembarco de las ratas y su masivo corretear por la plaza de Amsterdam o cuando una noche el mismísimo vampiro corre jugueteando como una sombra viviente con su capa oscura por la misma plaza. Estas imágenes de la célebre película las tuve presente en mi memoria y las busqué en Youtube para volverlas a ver, cuando especulaba sobre un fenómeno de la comunicación contemporánea.

En todas las pestes anteriores sufridas por la humanidad antes del siglo XX, la peste llegaba a las ciudades probablemente antes que la noticia. Era muy performativa, tan performativa como la orden de ¡Fuego! dada por el oficial a un pelotón de fusilamiento.

La gripe española que asoló el planeta entre 1918 y 1920, causando 50 millones de muertos, fue sistemáticamente ocultada por los medios informativos de los Estados Unidos, no se habló de ella, hasta que los periódicos españoles sin censura empezaron  a describir los estragos que esta gripe causaba. Este hecho de información, le valió el bautizo de esta influenza (exactamente influenza virus A H1N1), como “gripe española”. Pero los más acuciosos investigadores, señalan que la peste empezó en la base militar Fort Riley de los Estados Unidos y que anteriormente, hubo brotes de caso en Francia 1916 y China 1917.

Las subsiguientes epidemias del siglo XX como la malaria, el ébola, el dengue, el cólera, la fiebre amarilla, etc. dado el desarrollo  tecnológico de la comunicación, tuvieron la característica de que la noticia sobre la llegada de la peste generalmente llegaba primero que ella.

Lo contrario ocurrió en nuestra contemporaneidad del siglo XXI, donde la noticia que en China había una epidemia bautizada como Coronavirus por la forma erizada del virus COVID 19, llegó con meses de anticipación a los lugares donde la pandemia se cebó en los ejes del capitalismo mundial y la cultura occidental ‘colonialista, imperialista y supremacista’, vale decir Europa y Estados Unidos. El COVID 19 se le ha pegado al cuello a estos países, cual Nosferatu mordiendo y chupando el esbelto cuello de la bella mujer (Isabel Adjani), objeto de su obsesivo deseo erótico por la sangre, la inmortalidad y el poder. Les copio un informe de la Organización Mundial de Turismo (OMT) presentado por edición LATAN. Estados Unidos, España, Francia, Tailandia, Reino Unido, Italia, Australia, Alemania, Japón y China, en ese orden, son los 10 países que más ingresos reciben por turismo internacional.

(https://www.hosteltur.com/lat/130054_la-mitad-de-las-divisas-por-turismo-se-concentran-en-10-paises.html):

De acuerdo a las estadísticas de la Organización Mundial del Turismo (OMT), EEUU está despegado, con US$ 215.000 millones. Si se tiene en cuenta que este gasto está vinculado a los 80 millones de visitantes reportados por EEUU en 2018, el promedio de US$ 2.687 por persona y estadía excede largamente al de cualquier otro país.

Países con más turistas y con mayores ingresos. Gráfico: OMT

Países con más turistas y con mayores ingresos. Gráfico: OMT

Estos países, potencias del turismo, se descuidaron, decretaron tardíamente la cuarentena, no cerraron a tiempo sus fronteras, siguieron en carnaval, y ya vimos la astronómica cifra de muertos a la que sus desatinados gobiernos se hicieron acreedores. Una factura que los votantes indudablemente cobrarán en las próximas elecciones de estos países, que sin prever las consecuencias privilegiaron el ingreso sobre la vida de los seres humanos.

Mientras tanto, el gobierno de Nicaragua, con apoyo de todo el estado y las fuerzas armadas, desde la llegada del Coronavirus (Covid 19) en marzo 2020 ha formulado e implementado una política y estrategia de contaminación del rebaño, aduciendo que se estaba implementando el modelo de Suecia. 

Pero, como sabemos, en desarrollo humano Nicaragua está tan distante de Suecia como la Galaxia GN-Z11 del planeta Tierra: 13,400 millones de años luz. Este, para informaros, es el punto más distante del universo descubierto por el telescopio Hubble de la NASA. Suecia está en el puesto No. 8 del ÍDH (en crecimiento).  Nicaragua está en el puesto No. 126 del ÍDH (en decrecimiento). Nicaragua es un país que perdió su incipiente desarrollo turístico en 2018 a causa de la represión sangrienta, la conculcación de los derechos humanos y las libertades civiles de los ciudadanos, la puesta en evidencia de una dictadura corrupta, feroz y totalitaria con  veleidades dinásticas. Y con la llegada de la pandemia y la inexplicable estrategia de contaminación del rebaño, que en nuestro país ha implicado la diseminación del Covid 19 entre la población en general, la desprotección de los trabajadores de la salud y sanitarios, la ausencia total de apoyos (subsidios, rebajas de tarifa, intereses favorables a préstamos, paquetes alimenticios y sanitarios a los desposeídos, etc.), menos aún que se recuperen el turismo, la economía y la gobernabilidad y viabilidad de Nicaragua como país.

La pandemia del Covid 19 ( como la globalización, el cambio climático, el narcotráfico, la trata de seres humanos, y la cultura norteamericana) también ha borrado las fronteras y cuestiona las soberanías nacionales. Un país como Nicaragua, en manos de una desquiciada dictadura, no puede pretender convertirse subrepticiamente en el foco de expansión regional de la pandemia, sin que sus vecinos y organismos multilaterales lo obliguen a salir del poder o tomar las medidas indicadas por la OMS y la OPS; así como en el plano político: negociar su salida del poder cuanto antes y en términos de reconstrucción de la democracia.

La dictadura de los Ortega Murillo mientras permanezca en el poder no recuperará ni legalidad, ni legitimidad, ni autoridad moral, ni cesará su aislamiento internacional, ni cesarán las sanciones que los países centrales (‘potencias imperialistas’) les deben imponer. Los Ormu y sus partidarios no deben de quejarse ante esta política del Big Stick (Gran Garrote) imperial. Los Estados Unidos, por sus misiles, como imperio, pueden imponer las sanciones que se le ocurran a la dictadura ORMU,  dentro del marco de su legalidad y legitimidad democráticas internas, sencillamente porque es la primera potencia militar del mundo. Igualmente, la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo, con un magro apoyo del 15% de la población y porque detentan el poder de la policía, paramilitares, ejército, servicios de seguridad, espionaje y torturadores nacionales y cubanos, le impone al pueblo nicaragüense su política de control, cárcel, tortura, exilio, desaparición y muerte.

Así que, comandantes, brujas y batracios, no os quejéis. Siempre hay que mirar la viga en el ojo propio antes de la paja en el ojo ajeno. Y tened presente que: Ninguna bandera detiene al virus, como ninguna dictadura dizque soberana, detendrá la democracia.