¿Hacia dónde va México con López Obrador?

<<Todo esto nos parece regresar a un pasado autoritario que México padeció en el siglo XX, con un presidente que trae una aprobación del 61% a finales de agosto, según Reforma, uno de los diarios más críticos a su gobierno.>>

El 1 de julio de 2018, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) veía cristalizado su sueño y el de millones de mexicanos. El candidato de la coalición de “Juntos Haremos Historia” se veía feliz y sorprendido. La victoria electoral había sido apabullante, más de 30 millones de votos a su favor y 53% de los válidos, algo no visto desde los tiempos de gloría del Partido Revolucionario Institucional (PRI) que gobernó el país entre 1929 y el 2000, y que regresó efímeramente en 2012 al 2018 bajo el gobierno de Enrique Peña Nieto (EPN).

Se prometía un cambio de régimen pacífico. En el discurso oficial México había tenido tres grandes transformaciones provocadas por luchas cruentas: la independencia (1821), la Reforma (1857) y la Revolución (1917). Tocaba en 2018 iniciar la cuarta transformación (4T) y a AMLO pasar a la historia al mismo nivel que Morelos, Juárez y Cárdenas.

AMLO había hecho una campaña en un estilo moderado, lejano de aquel tono radical en 2006 y centrada en tres grandes temas: la desigualdad, los altos niveles se inseguridad y la elevada corrupción, que era culpa del neoliberalismo, o sea de los gobiernos priistas y panistas. Tuvo pocos desplantes, pero significativos, como en la Convención de Banqueros en Acapulco donde lanzó como advertencia la metáfora de que si le hacían fraude, quién iba a meter otra vez a la jaula al tigre enojado.

El discurso de la victoria fue esperanzador. AMLO aparecía conciliador y magnánimo prometiendo que gobernaría para todos y que no nos iba a fallar. Respetaría la autonomía del Banco de México, no modificaría la Constitución en sus primeros tres años de gobierno, se seguiría la política económica de disciplina fiscal, pero sin realizar una reforma fiscal en el corto plazo, entre varias señales para dar tranquilidad a la comunidad financiera.

En el análisis de quienes votaron por AMLO estaban priistas decepcionados, panistas inconformes, sectores de las izquierdas, desde la radical socialista hasta la ligth. A su favor había contado la idea de la ya le tocaba, luego de 12 años de gobiernos panistas sin pena ni gloria y de un gobierno corrupto y endeudado y que comprometió a toda la oposición a un Pacto por México al principio de su gobierno para hacer las reformas estructurales que no había podido concretarse por congresos divididos.

EPN pasó de las portadas de Time del hombre del año al desplome de la popularidad por los escándalos de la Casa Blanca y de la matanza de Iguala el 26 de septiembre de 2014. Ayotzinapa, que pensaba era un asunto que golpearía a los gobiernos estatales y municipales del Partido de la Revolución Democrática (PRD), terminó siendo su tumba política, ante la amenaza de Ricardo Anaya, el candidato del Partido de Acción Nacional (PAN) de que de llegar a la Presidencia metería a Peña Nieto a la cárcel. El gobierno, a través de la Procuraduría General de la República (PGR), lo acusó de fraude, desprestigio del que nunca se pudo reponer y que lo afectó en sus aspiraciones.

Aunque la toma de gobierno sería hasta el 1 de diciembre de 2018, AMLO llevaba prisa y desde antes comenzó a gobernar de facto. Su representante en las negociaciones del TLCAN, Jesús Seade encabezaba la delegación mexicana y aprovechaba la buena relación que tenía con Robert Lighthizer, titular de la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos (USTR, en inglés) para destrabar los asuntos. En un gesto meramente simbólico, EPN firmaría en Buenos Aires el T-MEC, con los mandatarios Donald Trump y Justin Trudeau el 30 de noviembre de 2018.

En una consulta a modo, decidió cancelar el proyecto del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM) en una decisión altamente costosa y que representó un golpe de autoridad: ¡aquí mando yo! No soy ningún florero y vamos a someter al poder económico al político.

Dio a conocer que construiría el Tren Maya. Ante la protesta de ecologistas e indígenas, respondió: ¡me canso ganso, el tren va porque va! Al comenzar su gobierno en un acto que resulto histriónico, aunque quería ser místico, le pido permiso a la Madre Tierra para que aceptara el proyecto, y… nos dijo que se lo había concedido. Pero de todos modos haría la consulta organizada por el Instituto Nacional de Pueblos Indígenas (INPI) para validar esa decisión. No importa que el Convenio 169 de la OIT que México firmó diga que las consultas deben ser previas, libres e informadas.

Mi amigou 

La relación entre AMLO y Donald Trump ha sido muy particular. El expresidente por un lado lo considera, pero por el otro lo desprecia. Va del me cae bien, aunque sea socialista, a colaboró muy bien con mi gobierno. Las confidencias del yerno de Trump indican que México se dobló con la amenaza de aplicar aranceles si no detenía el flujo de migrantes a Estados Unidos (EU). Aunque ideológicamente diferentes, muy parecidos en el fondo. Rechazan a los medios de comunicación aludiendo a que defienden a los intereses de los grandes grupos. Trump con sus descalificaciones de fake news, AMLO con su historia de que son la prensa porfirista que defiende a los grupos conservadores. Su derecho de réplica son las mañaneras donde dice la verdad, punto.

Ambos buscando un pasado glorioso; hacer a América grande otra vez, AMLO anhelando el desarrollo estabilizador, donde la sustitución de importaciones hacia crecer el PIB de México al 8%. Pero ahora el crecimiento ya no importa, sino ser feliz y no ser aspiracionista, como calificó a la clase media que le negó su voto en las elecciones intermedias en 2021.

En las mañaneras, AMLO se refiere a Trump como a alguien que lo trató con mucho respeto. Nada más lejano de la verdad. El expresidente de EU no ha dejado de presumir cómo había logrado la cooperación de México en su política antimigratoria. Jared Kushner, el yerno de Trump, festina en un libro de reciente aparición cómo Trump doblegó al gobierno de México, lo que manda un mensaje funesto: mi suegro sí sabe como controlarlo, a diferencia de Biden.

Desigualdad, pobreza y carencias

La última medición oficial del coeficiente Gini es de 0.45 en 2020, ligeramente mejor que 0.457 de 2018. Sin embargo, como todos los países de América Latina, México registró un descalabro fuerte en la pobreza puesto que el porcentaje de la población en situación de pobreza subió de 41.9% en 2018 a 43.9% en 2020. En números absolutos de 51.9 millones a 55.7 millones respectivamente.

Pero el rubo más dramático fue que hubo un enorme retroceso en la carencia de acceso a los servicios de salud con la eliminación del Seguro Popular. El porcentaje con esa carencia en 2018 era del 16.2% y en 2020 de 28.2%, esto es, en números absolutos paso de 20.1 millones a 35.7 millones de personas. El incremento del gasto en salud se incrementó en esos dos años un 40%.

En el tema de salud, el gobierno de la 4T ha tenido uno de los tropiezos más fuertes. El desabasto de medicamentos y la deficiente distribución fue el resultado de desmontar el esquema de compras consolidadas que tenía el anterior gobierno. Ha sido tan caótico el asunto, que se le ha pedido al ejército que apoye en la distribución de medicamentos. El presidente AMLO prometió que diciembre de 2020 se iba a tener un sistema de salud como el de Dinamarca.

El Instituto de Salud para el Bienestar (INSABI) fue fundado el 1 de enero de 2020 y sustituyó al Seguro Popular,​ el cual había sido fundado en el 2003. El INSABI fue un completo fracaso y hace unos meses fue sustituido por IMSS Bienestar.

Crecimiento e inflación

En la propaganda del 4° Informe de Gobierno, el presidente afirma que ya se supero el PIB previo a la pandemia. Las cifras ajustadas estacionalmente del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), que permiten hacer comparaciones en el tiempo, lo desmienten. Todavía el PIB del segundo trimestre de 2022 es más bajo al del 2021. En 2019, el PIB cayó 0.2%, se desplomó 8.2% en 2020 a consecuencia de la pandemia y de que México solo dio estímulos fiscales de 0.7% del PIB; en 2021 creció 4.8%, y para el 2022 se espera un alza de solo 1.8%. Banco de México (Banxico) está más optimista y espera un crecimiento de 2.2%.

La inflación al consumidor ya llegó a 8.62% en variación anual en la primera quincena de agosto. Banxico acaba de actualizar sus proyecciones para el resto del año y espera que promedie 8.1% en el cuarto trimestre del 2022. En realidad, la inflación podría cerrar en 9.48% porque la tendencia sigue siendo ascendente por la elevación de los precios agropecuarios y del gas, y por la interrupción de las cadenas de suministro.

Ante la creciente inflación Banxico ha tenido que subir la tasa de referencia desde 4.0% en febrero de 2021 a 8.50%. No se ha reflejado en la misma proporción en las tasas activas de largo plazo, pero el efecto ya es bastante sensible. Adicionalmente, las alzas que ha determinado la Reserva Federal (Fed), obligan a la autoridad monetaria a replicar el movimiento para evitar una mayor salida de capitales.

Estabilidad financiera y tipo de cambio

Las calificadoras internacionales de riesgo han valorado positivamente la disciplina fiscal del gobierno mexicano. La proporción de deuda en relación al PIB se ha mantenido estable y aplauden la política de austeridad que se ha seguido.  Sin embargo, no han dejado de insistir que la carga que representan Pemex y CFE podrían desestabilizar las finanzas públicas, lo mismo que algunos costos proyectos de inversión con baja rentabilidad como la refinaría de Dos Bocas, el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles y el Tren Maya, entre otros.

El peso mexicano es una de las monedas más fuertes de los mercados emergentes. Al 1° de septiembre cerró en 20.1861. Sin duda una política monetaria restrictiva de Banxico ha contribuido a ello por lo que el mérito no es solo del gobierno. En México, el fracaso de un gobierno se mide por la devaluación de la moneda. Son de las cosas que no han cambiado desde hace tiempo. Curiosamente, por ello el presidente está plenamente satisfecho por un secretario (ministro) de Hacienda francamente ortodoxo y conservador.

Política salarial y laboral

Los significativos incrementos al salario mínimo han permitido recuperar el poder de compra de sectores de más bajos ingresos; sin embargo, la recesión y la elevada inflación de la canasta básica ha neutralizado en parte esos avances.

La prohibición de la subcontratación en 2021 ha permitido que muchos trabajadores que laboraban sin prestaciones y sin seguro social sean incorporados. Pero, las empresas redujeron sueldos y salarios para ajustar costos. Cabe señalar que la contribución tributaria mejoró por esta medida. También es de reconocer que en 2020 se reformo el sistema de pensiones, lo que permitirá que más personas puedan retirarse con una mejor pensión.

Educación

El rezago educativo provocado por la pandemia perjudicó enormemente. Algunos expertos señalan que esto significó un retraso escolar de dos años. Evidentemente, acentuó las brechas entre las escuelas privadas y públicas, que han sido fuertemente perjudicadas por la eliminación del proyecto de Escuelas de Tiempo Completo que proporcionaban apoyos alimenticios y de actividades extraescolares a familias de bajos ingresos.

Seguridad y Violencia

Abrazos y no balazos sonaba atractivo, hasta que comenzaron a difundirse imágenes de un Estado fallido en regiones apartadas del país y en algunas no tanto. El derecho de piso hizo que la extorsión como práctica recurrente se presentara incluso en la exclusiva zona de Polanco de la Ciudad de México.

Trasladarle la seguridad pública al ejército a través de la Guardia Nacional (GN) ha provocado que la policía de barrio desaparezca. Curiosamente, la Ciudad de México que ha recurrido menos a la GN ha reportado los golpes más significativos a los carteles de la droga.

Recientemente, Inegi proporcionó las cifras de homicidios por cien mil habitantes. La mejoría relativa en 2021 no es para echar las campanas al vuelo. En las encuestas de aprobación del presidente, es el tema donde sale peor calificado.

Política Exterior

En una conferencia mañanera del primer semestre, el presidente López Obrador regaño al canciller Marcelo Ebrard por no mandar a un representante a la toma de posesión de Daniel Ortega. El gobernante nicaragüense había sido condenado por la Unión Europea, Canadá, Chile y Estados Unidos por impedir un proceso democrático. El presidente mexicano apelaba al principio de no intervención y la solidaridad con un gobierno enemigo de Estados Unidos. Quedaba claro que solo las dictaduras de derecha eran malas, las de izquierda pueden ser toleradas e incluso apoyadas.

Luego de las protestas populares del verano de 2021 en Cuba, México decidió darle un espaldarazo al gobierno cubano, al invitar al mandatario Miguel Díaz-Canel como invitado de honor en un claro mensaje contra de EU en el desfile militar del 16 de septiembre de 2021.

Entre populismo y neoliberalismo

La añoranza de un poder hegemónico y fuerte donde el gobierno federal controlaba al poder económico (1940-1976) y la austeridad que no ha permitido que se desarrolle un Estado de Bienestar moderno, nos coloca en una situación donde se administra la pobreza franciscana que coloca al consumismo capitalista como la causa de los males alentada por el neoliberalismo.

La recuperación del nacionalismo revolucionario recalcitrante y al control del proceso electoral, para impedir que se reviertan los cambios, controlando al poder legislativo y judicial y sin contrapesos, nos regresan al pasado autoritario y a un régimen presidencialista, donde el sustento del poder termina siendo el pueblo uniformado, o sea el ejército.

Todo esto nos parece regresar a un pasado autoritario que México padeció en el siglo XX. Se cambió para regresar a un pasado idealizado que ya no existe en un mundo globalizado y en conflicto entre bloques, pero con un presidente que trae una aprobación del 61% a finales de agosto, según Reforma, uno de los diarios más críticos a su gobierno, que le dan la convicción de que sus medidas son apoyadas por la población.

Pablo Álvarez Icaza Longoria
pabloail@yahoo.com.mx | + posts

El autor es Economista, Catedrático de la EST-IPN.

Artículos de Pablo Álvarez Icaza Longoria

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El autor es Economista, Catedrático de la EST-IPN. Artículos de Pablo Álvarez Icaza Longoria